Los adultos consideran natural recurrir a la violencia física o psicológica para imponer disciplina, según un estudio basado en encuestas realizadas en 16 países de la región.
Niños, niñas y adolescentes menores de 18 años en América Latina y el Caribe sufren cotidianamente maltrato físico o psicológico, y un alto porcentaje de adultos piensa que se trata de una práctica normal de educación y socialización.
A esta conclusión llega el estudio titulado “Maltrato infantil, una dolorosa realidad puertas adentro” elaborado por Soledad Larraín y Carolina Bascuñan, consultoras de UNICEF Chile. El estudio ha sido realizado en el marco del análisis del avance de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en la infancia y adolescencia y publicado en Desafíos, una iniciativa conjunta de la ONU a través de UNICEF y CEPAL.
En conversación con Radio Nederland la psicóloga Larraín explicó que “el hecho de que sea puertas adentro lo agrava por dos motivos. Primero porque los agresores son aquellas personas que deberían proteger, cuidar y amar a los niños, y en ese sentido el daño ocasionado por padres y cuidadores es mayor que si fuera por una persona desconocida. En segundo lugar eso dificulta su denuncia y la posibilidad de poder generar políticas de protección a los niños.”
Las encuestas realizadas en 16 países latinoamericanos indican que un alto porcentaje de adultos -en algunos casos superior al 80%- considera natural recurrir al maltrato infantil, incluido el castigo físico, para imponer disciplina.
Imposible de medir
Debido a la falta de una metodología homologada que mida las diferentes formas de abuso no es posible hablar de cifras comparables entre distintos países. Sin embargo, diversas encuestas nacionales indican que el maltrato infantil es un fenómeno en ascenso rara vez denunciado, sobre esto la Dra. Larraín nos dijo:
“Nosotros revisamos todo lo disponible en los países y no es posible comparar cifras exactas: Mientras en un país hablan de que el 50% de los niños es víctima de violencia, en el otro 60, no podemos decir que en uno es mayor que otro porque la metodología es muy diversa. En unos casos se le pregunta a los padres, en otros a los niños -como en Chile-, y en otros a adultos que puedan recordar sus experiencias cuando fueron niños – como Argentina.”
“Lo que podemos concluir es que más allá de las cifras, la justificación en todos los países al maltrato apunta a considerarlo un método de educación, y no es visualizado por parte de los padres, como una conducta de maltrato. Los padres están conscientes que se trata de maltrato si un niño tiene que se hospitalizado. Sin embargo, los golpes, bofetadas, tirones de pelos, empujones o el maltrato psicológico lo validan como formación, educación y control hacia los niños. Y eso es lo que nos parece tremendamente preocupante, porque en la medida que culturalmente se justifica eso, entonces su modificación no es fácil” puntualiza en la entrevista con Radio Nederland la psicóloga chilena Soledad Larraín.
Colombia
En Colombia, un 42% de las mujeres informó que sus parejas o esposos castigaban a sus hijos e hijas con golpes, según datos de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud de 2005.
Uruguay
En Uruguay el 82% de adultos encuestados en un estudio del Ministerio de Desarrollo Social en 2008 reportó alguna forma de violencia sicológica o física hacia un infante en el hogar.
Costa Rica
En Costa Rica, una investigación realizada en el 2004 por el Instituto de Estudios Sociales en Población reveló que un 65,3 % de adultos ejerce violencia física contra sus hijos.
Factor de riesgo
El principal factor de riesgo para que exista violencia contra los niños y las niñas al interior de las familias es que el padre o la madre hayan sufrido una experiencia similar en su niñez, según las autoras del estudio. Este es el llamado fenómeno de transmisión intergeneracional de la violencia.
“Uno de los factores tiene que ver con la forma como han sido educados los propios padres, y muchas veces los padres su conducta de maltrato diciendo que ellos también fueron golpeados, y que esto no tuvo ningún efecto negativo en sus vidas. A mí me golpearon y gracias a eso yo soy un hombre de bien. ¿Porque yo no voy a golpear a mis hijos? Esto es lo que llamamos la transmisión intergeneracional de la violencia” respondió Larraín a la pregunta de los factores que conllevan al maltrato.
¿Qué es violencia?
Según las autoras se entiende como violencia al uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho o como amenaza, que provoque o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones.
Lucha contra la violencia
Pese a los esfuerzos desplegados, la región no ha desarrollado aún una respuesta eficaz contra el maltrato infantil y una de las principales dificultades es la ausencia de información sobre su real dimensión y características, en especial cuando ocurre dentro del hogar, debido a que la práctica de denuncia no está extendida y, cuando existe, son mínimos los casos sancionados ante la justicia, concluyen las especialistas consultoras de UNICEF Chile.
En el estudio se mencionan resultados de estudios de países como Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y Uruguay, y de las sub regiones del Caribe y Centroamérica.
Retos
Para avanzar en el combate contra el maltrato infantil, el estudio de UNICEF y CEPAL, recomienda dar prioridad a la prevención y a la intervención temprana, con la participación de todas las instituciones que tienen contacto con los menores de edad. “Datos precisos y confiables acerca de la magnitud, las características, los factores de riesgo y de protección, y el impacto en la familia permitirán una adecuada formulación de políticas públicas” matiza el estudio.
Fuente radio Nederland