Miércoles, 06 de octubre de 2010
06.10.10 –
Adital –
Fletcher enfatizó que la violencia contra las mujeres deja, además de marcas físicas, secuelas emocionales profundas que afectan también la autoestima. Como resultado de las agresiones físicas sufridas, las mujeres, según la especialista, acaban trasladando la situación de mal trato y humillación a sus hijos.
“Las mujeres maltratadas crean a sus hijos bajo el mismo modelo (patriarcal), haciendo, por ejemplo, que las niñas atiendan a los hermanos varones”, citó, ejemplificando como la forma de criar desde muy temprano, hace que los niños se sientan superiores y las niñas sumisas.
Según datos del Observatorio de la Criminalidad del Ministerio Público, entre enero y marzo de este año, fueron registrados 40 casos de feminicidios, siendo que 35% de ellos fueron practicados contra mujeres con edades entre 18 y 25 años. 45% de las víctimas eran madres de familia. Se está observando un crecimiento de la violencia contra la mujer en el país.
Una pesquisa realizada en 2008 y divulgada recientemente por el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), reveló que 34.5% de los hombres reconocen haber maltratado por lo menos una vez a su compañera. Según los datos reunidos, la mayor parte de los casos de maltratos se concentra en las áreas urbanas.
En Perú, la violencia doméstica todavía es considerada una falta, y no un delito. Una Comisión Revisora del Congreso está examinando la Ley de Protección frente a Violencia Familiar, para, entre otras medidas, tipificar el feminicidio y sancionarlo con prisión efectiva de 20 a 25 años, además de la pérdida de la guarda de los hijos.
También se espera que los agresores queden registrados en el Registro de Sentenciados por maltrato físico y psicológico, para que ellos no puedan tener trabajos relacionados con seguridad, ni puedan comprar armas.
Fletcher recomendó a los participantes de la Conferencia que realicen campañas intensas y permanentes de información para sensibilizar a la población ante la realidad de violencia doméstica. También habló de que es necesario capacitar a las autoridades judiciales y policías, entre otros, para que atiendan los casos de mujeres y niñas maltratadas.
La supervisora del Centro de Defensa del Inmigrante aconsejó a las personas a tener “tolerancia cero” y expresa que es importante estar atentos para el “bombardeo” a favor de la violencia que se produce diariamente en los medios de comunicación, en las canciones y en toda la sociedad en general. El maltrato comienza con la agresión verbal, moral y física, causa miedo a las víctimas, que por razones diversas continúan conviviendo con el agresor.
Fletcher informó además que es común encontrar mujeres y niña migrantes, que trabajan como niñeras o en restaurantes y hoteles en los Estados Unidos, siendo explotadas en el trabajo y abusadas sexualmente. Ella añade que muchos adolescentes son violados y vendidos por mafias que trafican sus víctimas con documentos falsos.
Sobre las mujeres migrantes, la especialista afirmó que aún en condición ilegal, la víctima de violencia doméstica puede procurar abrigo en el país donde se encuentra o pedir ayuda para regresar a su país.
La situación de los migrantes agredidos se agrava cuando no saben hablar el idioma del país donde se encuentran, dificultando el pedido de ayuda, y también cuando no conocen los servicios de atención y de protección.
Traducción: Ricardo Zúniga
Fuente: Adital