Vie, 10/09/2010 – 20:48

Los flirteos a través de las redes sociales, ¿son o no cuernos? Un correíto electrónico o un mensaje en el Facebook pueden evidenciar que usted está viviendo una infidelidad emocional, un nuevo fenómeno nacido de las redes sociales.

En otros tiempos era fácil definirlo: infiel era la mujer o el hombre que tenía sexo con cualquier persona que no fuera su pareja.
Desde que las mujeres se incorporaron al mercado de trabajo, las fronteras se difuminaron y surgieron situaciones de confusa familiaridad con compañeros de trabajo que, a menudo, rebasaban el límite de la simple amistad.

Luego apareció internet y, años después, las redes sociales y el asunto se enredó a tal punto que hombres y mujeres (casados, ennoviados y arrejuntados) se lanzaron a flirtear sin límites y nació una forma de infidelidad que los especialistas han dado en llamar “infidelidad emocional”.

Es decir, esas situaciones ambiguas en las que una persona coquetea con otra, le envía mensajes especiales, correos cariñosos, pero no llega a consumar una auténtica sacada de vuelta.

Sintiéndose bajo la protección de un anonimato engañoso, mucha gente que apenas se conoce se envía incluso mensajes con claras aluciones e insinuaciones sexuales, pero si se les pregunta si son infieles, responderán con un rotundo ¡no!

¿Es infidelidad un correíto a la compañera de oficina diciéndole lo bien que le queda la faldita? ¿Y un “me gusta” en una foto sugestiva de un amigo de Facebook?

Hay quienes dirán que son formas de comunicación inocente con amigos y compañeros, pero la duda nace cuando nos preguntamos si mostraríamos ese correo y ese “me gusta” a la pareja.

¿Se molestaría su esposo/a si sabe de esas familiaridades? ¿Y le gustaría a usted que su esposo/a le mande un correo o un “me gusta” semejante a otra persona? Si la respuesta a ambas preguntas es un sí, tal vez usted esté entrando en ese pantanoso terreno llamado infidelidad emocional.

Hay quienes lo llaman “flirteo” y, otros, sin medias tintas cuernos. Porque entre ese “inocente” coqueteo y la auténtica infidelidad existe una relación parecida a la que hay entre el noviazgo y la boda: uno lleva al otro, aunque no siempre

Es decir, puede jugarse a flirtear indefinidamente sin que ocurra gran cosa o el flirteo puede ser la antesala de una infidelidad en toda forma, con sexo incluido y unos hermosos cuernos de última generación en la frente de su consorte.

Los defensores del flirteo suelen decir que se trata de un pasatiempo divertido y sin consecuencias, una manera de estrechar lazos con los amigos y conocidos, así como un modo de alimentar la autoestima.

Claro, ¿qué puede ser más estimulante que una persona del sexo opuesto diciéndole, o insinuándole, que usted todavía tiene atractivo? Pero, desgraciadamente, el asunto puede complicarse y el jueguito terminar resultándole más necesario que el vínculo con su pareja formal.

Es decir, esos mensajes a través de correos o de las redes sociales que la/o tienen pendiente de la pantalla de su computadora pueden convertirse en formas de comunicación más estimulantes que una conversación cara a cara con su pareja.

El universo de potenciales “affaires” ha crecido potencialmente. Si antes sólo se limitaba a los compañeros de oficina, hoy puede multiplicarlos por su número de contactos en Facebook o seguidores en Twitter.

¿A cuántos de ellos les ha mandado mensajes cariñosos y cuántos han hurgado en la intimidad de sus fotos más privadas? Y, la pregunta más importante: ¿está su pareja al tanto de esas familiaridades? ¿Verdad que no?

Es o no es

Los especialistas proponen un test de seis preguntas para ver si usted es emocionalmente infiel:

• En vez de compartir sus sentimientos con su pareja, ¿se los confiesa a su amigo/a?
•¿Comenta los problemas que tiene en su matrimonio a su amigo/a?
• ¿Le es más fácil conversar con su amigo/a que con su pareja?
• ¿No quiere contarle a su pareja todo sobre su amistad con esa persona?
•¿Le resultaría incomodo que su pareja leyera los emails/mensajes de texto con su amigo/a o que lo/la viera interactuar con él/ella?
•¿Alguna vez ha pensado en su amigo en momentos íntimos con su pareja o ha perdido interés en las relaciones sexuales con su pareja debido a él/ella?

Anótese un punto por cada “sí” en las primeras tres preguntas; dos puntos por cada “sí” en las siguientes tres. Si el resultado es 3 o menos, son “sólo amigos”. Si es 4-5, es posible que sean más que amigos. Si es 6-9, se trata de un affaire emocional.

La república

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