Publicado el : 24 Junio 2010 – 6:32 de la mañana
| Por Sebastiaan Gottlieb (http://www.informarn.nl)

Se calcula que en Holanda unos 800.000 hombres sufren problemas de disfunción eréctil. Sin embargo, son muy pocos consultan a su médico para abordar el problema.

Admitir el fracaso sexual sigue siendo un tabú. La industria farmacéutica intenta romper el muro de la vergüenza mediante el uso de un autobús de información sobre problemas de erección.

El vehículo viaja por Holanda, Portugal, España, Italia y Francia para proporcionar consejos a los hombres que se acerquen con consultas sobre su desempeño sexual. En el mercado de la plaza central, en la ciudad holandesa de Sittard, no hay mucho interés por el autobús de información.

“En Portugal era diferente, allí los hombres hacían cola frente al autobús,” dice la sexóloga Selma van Diest. Sin embargo, no puede explicar la diferencia. “Los hombres portugueses son bastante “machos” y no admitirán fácilmente sus fracasos en la cama,” comenta.

Insuficiente confianza en sí mismo
Es posible que ese interés tenga alguna relación con los altos costos del sistema de salud en Portugal. Después de todo, el servicio del autobús es gratuito, y los problemas de disfunción eréctil pueden tener graves consecuencias sociales y psicológicas, afirma Van Diest

“La mayoría de los hombres también sufre problemas en su relación. Pierden una parte de la intimidad, y ésa es una queja recurrente en las parejas. Al fin de cuentas, también afecta al hombre en la imagen que tiene sí mismo. Los hombres con problemas de disfunción eréctil pueden ver aumentada su inseguridad personal, y eso incluso puede repercutir en su prestación laboral.”

En Sittard la mayoría de las personas reacciona con enorme reserva. “Nunca me acercaría a ese autobús, y menos aquí, delante de toda esa gente en las terrazas.” Otro asegura que prefiere mil veces una consulta privada con su médico antes que pedir información en el autobús.

Hombres de edad
Para sorpresa de Van Laar y Van Diest, por la tarde un joven y una muchacha ascienden juntos al autobús. No es común entre la juventud admitir que tienen problemas sexuales. La mayoría de los visitantes del autobús son hombres de edad mediana o de la tercera edad. El joven relata a la sexóloga que su relación sexual no es realmente un éxito.

“La primera vez que tuvimos una relación sexual, no fue una experiencia muy buena. Ambos teníamos problemas y eso nos despierta muchas preguntas. No fue un contacto sexual completo, con un buen final. Conseguí una erección pero la perdí,” reconoce el joven.

Según la sexóloga, sucede con cierta frecuencia que la tensión provocada por una nueva relación pueda provocar problemas sexuales. A tal respecto, les aconseja sacar un turno para seguir conversando sobre el tema, y les recomienda algunos ejercicios de relajación para mejorar la situación.

Píldoras no
En realidad, la información sobre problemas de disfunción eréctil es una tarea del Gobierno, considera el urólogo Van Laar. Sin embargo, esto no ocurre, y por eso la industria farmacéutica se apresura a llenar ese vacío. Pero Van Laar no prescribe medicamentos en el autobús ni se considera como una marioneta de los productores de fármacos.

“Como médico, tengo mi propia responsabilidad y nunca prescribiré medicamentos que considere innecesarios,” afirma. “Aquí sólo ofrezco información y también intento llamar la atención sobre este problema.” Sin embargo, el urólogo debe admitir que, en definitiva, la industria farmacéutica podrá beneficiarse de este proyecto.

Fuente: radio Nederland

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