Ugarteche ofrece una visión descarnada de la situación.
Del mismo modo quedó claro que los incentivos tributarios no generan inversiones y la muestra de ello fue Grecia que no atrajo a los inversores productivos alemanes que optaron por Europa del Este, por ejemplo.
Contradiciendo el triunfalismo del presidente Alan García, el notable economista peruano Óscar Ugarteche advierte al mundo que viene una crisis mundial mucho más seria.
La crisis bancaria será la próxima etapa de la gran crisis por la que atraviesa el sistema capitalista mundial, el de la llamada globalización. Una crisis que es mucho más profunda que la que pregonan como próxima a concluir los apologistas del modelo. Una crisis que tiene una multiplicidad de facetas que van desde lo ambiental hasta lo religioso, pasando por lo económico y lo ideológico, afirma el economista peruano Óscar Ugarteche.
Nacido en 1949, es investigador titular definitivo en el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), coordinador del Observatorio Económico latinoamericano (Obela), y presidente de la Agencia latinoamericana de Información (Alai), entre otras varias responsabilidades.
En una reciente visita a Argentina ofreció una conferencia en la sede de la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) ante un par de centenares de académicos que siguieron durante una hora y media su disertación y que, posteriormente, formularon preguntas e intercambiaron ideas.
Remarcó la necesidad de avanzar en la integración regional y en la utilización de monedas locales dejando de lado el dólar estadounidense como parámetro de referencia en medio de un marcado retroceso del comercio internacional por el impacto recesivo que ahora tiene epicentro en Europa con la explosión, hasta el momento, de los abultados déficits fiscales de España, Grecia e Irlanda, también están presentes en otras economías.
Lo que se viene
Tras puntualizar el paso por el ajuste con sus recortes salariales y de consumo, centró la cuestión en la probable crisis bancaria, la que ya fue adelantada por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), el francés Jean Claude Trichet, cuando pidió 200.000 millones de euros para hacerle frente. Ya no se trata de la caída de algunas flores sino del follaje completo, al decir de Ugarteche. En tanto, aunque hay algunos atisbos como el de Dinamarca acelerando la utilización de automóviles eléctricos, no hay una verdadera intención de profundizar un cambio tecnológico acorde con las necesidades ambientales sin tomar conciencia de que “si se acaba el planeta se acaba la historia”. Sin un cambio tecnológico profundo, no habrá salida sostenida a la crisis.
Al desechar las visiones simplistas optimistas del fin de la crisis, puntualizó que la proyección de un crecimiento anual del cuatro por ciento para los Estados Unidos de América es poco seria con el agregado de que si ese valor, tomado de los registros del último trimestre de 2009, fuese cierto, recién en 2014 se llegaría a igualar la situación de arranque de la externalización de la crisis en 2008, remarcando que lo más sensato es esperar un crecimiento de sólo el 2% con lo cual el equilibrio debiera esperarse a fines de 2016. Dejó en claro que en ese país, epicentro inicial de la crisis que alcanza nivel planetario, se sigue expulsando empleados de sus trabajos en lo que hoy marchan a la delantera los gobiernos estaduales y municipales frente a los discursos sociales de la gestión nacional de Barack Hussein Obama.
Uno de los problemas centrales pasa por la crisis en el comercio entre los EUA y la UE lo cual, en ésta, ya está repercutiendo con las manifestaciones más recientes que unen la recesión a la crisis bancaria en desarrollo. En tanto en los EUA se acrecientan los problemas fiscales ligados a una muy baja presión tributaria que ronda el 7% del PIB. Ya ese país tuvo una recesión comercial a inicios de la década del 2000 ocasión en la que el entonces presidente George Walker Bush bajó los impuestos y subió ese fenomenal déficit fiscal que se situó en el 12% del Producto Interno Bruto (PIB). Cuando bajó la recaudación junto con la recesión la respuesta fue incrementar el gasto público, pero centrado en el área de la defensa, el que pasó del 4,0 al 5,8% del PIB mientras las erogaciones estaduales y municipales cayeron del 13,0 al 11,6&. El gasto militar, no obstante no arrastra el crecimiento económico. Es que la erogación en defensa está planteada como un negocio y no como una actividad económica stricto sensu, con lo cual se profundizó la militarización de la política exterior sin impactar sobre la dinámico de la economía.
¿Recuperación?
La realidad muestra que no existe recuperación sino una gran volatilidad producida por la emisión de dinero de la Reserva Federal (banco central de los EUA) mientras absorbe reservas de otros países mediante bonos del Tesoro a la par que mantiene una extraña relación con el euro a través de los operadores del mercado de futuros que juegan a la baja de la moneda europea cuando la realidad indica que una relación técnica hoy debiera situarse entre los u$s 1,35 y u$s 1,40 por euro. Los déficits de Estados Unidos son semejantes a los peores de Europa. Está claro, puntualizó Ugarteche, que lo que está en juego es la moneda de reserva, cosa que ya no podrá ser el dólar estadounidense. Una muestra de ello es el avalúo de todas las monedas suramericanas, con excepción de las Argentina y venezolana, versus el dólar estadounidense, mientras éstas, con los altibajos del caso, mantienen una estabilidad con el euro. En síntesis, la crisis en estos dos años es mayor que la acontecida en los dos años del período 1929-1931.
A la hora de las responsabilidades el académico peruano recordó que Henry Merritt “Hank” Paulson, secretario del Tesoro de los EUA durante la administración de G. W. Bush, fue uno de los inventores de los derivados durante su gestión como presidente y director general de la quebrada Goldman Sachs y beneficiada en 2008 por su plan de salvataje. En tal sentido hizo notar que el rebote de los precios de las commodities no es otra cosa que los manejos de los operadores de los mercados de derivativos. Todo en un marco de excedentes de liquidez que infla la burbuja financiera, lo que hizo que antes de la crisis de 2008 el capital gaseoso fuera equivalente a tres veces el PIB mundial y ahora sea diez veces.
Como contracara de lo que sucede a nivel planetario la situación que se observa en SurAmérica es buena ya que hay crecimiento en todos los países, salvo Venezuela, afectado por la caída de los precios del petróleo. Como contrapartida las estimaciones sobre Europa constituyen una verdadera profecía. Al respecto cabe acotar que la política fiscal fue “la variable olvidada” de la UE, como consecuencia de la aplicación de criterios monetarios sin tomar en cuenta los fiscales para la unificación en el euro, ya que si bien los mismos pueden tener alguna perspectiva teórica viable en el largo plazo, terminan reventando en el corto plazo. Del mismo modo quedó claro que los incentivos tributarios no generan inversiones y la muestra de ello fue Grecia que no atrajo a los inversores productivos alemanes que optaron por Europa del Este, por ejemplo. Un tema que olvidaron los países más complicados ahora como la misma Grecia, España, Irlanda y otros que utilizaron los fondos de convergencia aportados por Alemania y demás socios mayores de la UE es que los dineros se fueron en burbujas especulativas y no en el desarrollo de infraestructura, como son los ejemplos con el turismo en el caso griego o con las viviendas en España.
Grifos eléctricos
Retomando la idea de la futura moneda de reserva, descartado hacia el futuro el dólar estadounidense, abrió las perspectivas a los Derechos Especiales de Giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional (FMI) y a las monedas regionales, como referencias más estables en una nueva realidad multilateral en la cual será cada vez más importante la huella ecológica. El intercambio deberá apuntar a los bienes manufacturados regionales en lugar de las materias primas extrarregionales en un mundo de cambio tecnológico en el que se utilice el petróleo decrecientemente.
La experiencia danesa constituye un ejemplo que puede llegar a masificarse. Dinamarca acaba de decidir la creación de un sistema nacional de estaciones de servicio para la carga de electricidad en los automóviles eléctricos para eliminar los de combustibles sólidos. China, en tanto, instaló un tren de alta velocidad (500 kilómetros por hora) que flota en el aire, en lugar de desplazarse sobre rieles, por lo que no se descarrila. Un mundo que tendrá menos aviones y más comunicaciones virtuales, como videoconferencias, de forma progresiva de bajar la contaminación.
Otro aspecto de la conferencia se enfocó en la pérdida de peso del G-7 (Grupo de los Siete), ya que no alcanza al 40% del PIB mundial, con una China que ha desplazado al Japón del segundo lugar del ranking de países con mayor peso económico. El G-7 es el mundo de los grandes deudores por lo que la creación del G-20 (Grupo de los Veinte) se corresponde con la necesidad de reunir a los grandes deudores (sobre todo los EUA) con los grandes acreedores (como China y Arabia Saudita). Además se corresponde con la realidad de que los EUA ya no podrán tomar decisiones en América sin contar con la aquiescencia del Brasil, en tanto que México si bien es dependiente de su vecino del norte “tiene que estar en la foto”.
Fernando Del Corro
ALAI
Fuente: La Primera