Los cambios siempre generan situaciones nuevas, provocan problemas e incluso rupturas en las pareja. Conoce algunas recomendaciones para fortalecer tu relación y evitar esos inconvenientes
Por: Héctor Ledezma | 2010-06-02 | 18:49

Las relaciones no son sencillas. Con el paso del tiempo, llegan momentos en que la convivencia provoca discusiones por diversos motivos. Ellos se transforman en problemas que resultan difíciles de superar y entonces se avecina una crisis que puede terminar en separación.
La página de internet Revista.consumer.es afirma que el amor no impide una crisis. La visualización del conflicto depende de cada pareja, interviniendo factores como la madurez emocional, la habilidad para enfrentar conflictos, la duración de la relación y el momento personal en que se encuentren ambos.
De acuerdo con el psicólogo y sexólogo Miguel Alejandro Espinosa Díaz, los momentos de crisis tienen que ver comúnmente con sucesos de cambios inesperados, los cuales rompen la estabilidad que ya existía.
“Las crisis surgen como movimientos dinámicos en la pareja que exigen adaptación. Por ello, si se mantiene una estabilidad ya conflictuada, una crisis puede llevarlos a una separación en malos términos.
“Por otro lado, si la estabilidad de la pareja es sólida, basada en acuerdos y comunicación, seguramente ante una crisis podrá re-adaptarse y salir adelante O, en caso dado de optar por la separación, ella se dará de manera saludable y armoniosa, pues una ruptura no es necesariamente un resultado negativo ni catastrófico” explica el especialista.
Los motivos son varios y muy personales. Algunas crisis resultan frecuentes porque tienen que ver con infidelidad, problemas económicos, entre otros. Todas las dificultades son pasajeras. Pueden resultar muy caóticas e incluso, por momentos, podemos pensar que serán eternas. Pero algo seguro: “todo pasa, y esto también pasará”.
Para fortalecer la pareja
Revista.consumer.es, ofrece recomendacones para fortalecer a la pareja, entre las que destacan:
*Cada uno es dueño de su vida. La felicidad nace de uno mismo no de los demás.
*Escuchar y aprender a hablar es enfocarse en el tema y en que la otra persona haga lo mismo para poder entenderse. Nadie tiene la verdad absoluta y se cometen errores.
*Compartir es clave en toda relación, lo bueno, lo malo, lo de uno y lo del otro, así llegarán a un “nuestro”.
*Dedicar tiempo de calidad a la pareja, compartir hobbies, fantasías, metas.
*Enfocar una discusión o crisis de buena manera, con el fin de conocer más a su pareja y a sí mismo. Mimar, sin olvidar el sexo.
Si hay separación…¿qué hago?

*Entender que se rompe una relación y que la vida sigue. No se puede frenar el futuro.
*De ser necesario, pedir ayuda profesional para salir del trance de buena manera. Sobre todo si fue un momento muy duro.
*Dejar el pasado atrás; no aferrarse a algo, ni repetir patrones que hacen daño.
*No perder el sentido, ni cerrarse a una relación futura. De cada persona depende en gran medida que funcionen las cosas.
*Guarda lo bueno, haz un balance autocrítico, apóyate en ello y cierra el capítulo. No todo es negativo. Reflexiona sobre lo perdido, así como lo ganado.
Decidí separarme ¿y ahora?
Una ruptura puede ser superada; sin embargo, algunas personas requieren apoyo profesional. Se debe aprender de la experiencia para no caer de nuevo en una relación semejante.
La forma ideal de separarse es de común acuerdo. La comunicación y los limites los debe establecer la pareja de manera armónica. No siempre se puede llegar a esta situación, pues la ira, los miedos, la inseguridad y la dependencia o co-dependencia suelen complicar este tipo de procesos.
“El poder reconocer que las cosas no andan bien ya es por sí mismo un buen paso. Cada persona sabe y conoce su situación; ser sincero con uno mismo resulta crucial. Hay que preguntarse: ¿Qué quiero?
El miedo al cambio tiene una parte sana y natural, pues el temor a lo desconocido es algo que pone a los sujetos atentos. Por otro lado, si la aprensión invade, lo mejor es pedir ayuda.
“La responsabilidad para poner límites en una relación es individual. El momento justo es cuando se piensa y siente “ya no me siento feliz ni a gusto en esta relación”, finaliza el sexólogo.
Fuente: http://de10.com.mx

Puntuación: 0 / Votos: 0