Abusos sexuales eran cometidos cuando la mamá de la menor salía a trabajar. Sujeto fue acusado por su propio hijo de cinco años.
Abusó de su hija y pasaría hoy a un penal de Lima. (USI)
Nunca cumplió su rol de padre y, por el contrario, se convirtió en un desalmado violador de su propia hija, una criatura de ocho años que sufrió las peores vejaciones sexuales.
Javier Solís Hidalgo, de 35 años, un vendedor de zapatillas, fue capturado el lunes en la noche por la Policía, luego de comprobarse que violó, contranatura y varias veces, a su hija S.M.M. (de ocho años). Los agentes de la comisaría de Surco que detuvieron al sujeto no descartan que también haya ultrajado a su otra hija, Z.S.M., de apenas dos años de edad.
La denuncia contra Solís Hidalgo la realizó su conviviente y madre de las niñas, Yaqueline Merino Troncos, de 34 años, quien manifestó que fue su otro hijo, de cinco años, quien le confesó que su papá siempre abusaba de sus dos hermanitas.
“El papá violaba a la niña desde 2009, según la denuncia. Para detenerlo, primero se le practicó a la menor un examen de medicina legal que arrojó positivo”, indicó el comandante Jorge Ariste.
Los resultados del mismo señalan que la menor no presenta signos de desfloración, pero sí de actos contranatura. Además, se supo que el padre de familia violaba a su hija cuando la mamá salía a trabajar, y en presencia de sus otros dos niños, en su vivienda, en Surco. Yaqueline Merino se desempeña lavando ropa y haciendo limpieza en algunas casas.
PASÓ A FISCALÍA. Tras una paciente labor de Inteligencia, se detuvo a Javier Solís en el interior del campo ferial La Rica Miel, ubicado en la cuadra 14 de la avenida Bausate y Meza, en La Victoria, donde laboraba como comerciante.
No opuso resistencia al ser aprehendido, pero negó los cargos. El hombre fue puesto a disposición del Ministerio Público y se espera que sea encarcelado en las próximas horas. La Fiscalía de Familia realiza las investigaciones para comprobar si la menor de dos años también sufrió los abusos sexuales de su progenitor.
Fuente: Perú21