Por: Ruben Hernandez
Pobre Señora, pobre familia y pobre Guatemala por haber sufrido el desgobierno del asesino confeso Alfonso Portillo el cual, solamente está recibiendo una dósis de su propia medicina, al haberle importado poco pasarse por las patas el estado de derecho, condenando inocentes por el caso de la muerte del obispo Gerardi, el ahora dice que hay ¿conspiraciónes? en su lamentable caso, en Pulse aquí para ver precisamente hay 1 documental de 2 partes que irónicamente se llama “Conspiración en Guatemala” que lo retrata de cuerpo entero. Pobre tipo.