miércoles 17 de febrero de 2010

Elena Luz González Bazán (especial para ARGENPRESS.info)

Los distintos tipos de violencia contra la mujer, en nuestro país, crecen.

En el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se registra un aumento de la violencia familiar. Un 11 por ciento, a nivel nacional, es la cifra alarmante, de muertes de mujeres a manos de sus esposos o parejas.

Cada 36 horas una mujer es violentada por su pareja y sucumbe.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires

En el curso del año pasado, 2009, se registraron y atendieron 7.225 casos de mujeres víctimas de violencia doméstica.

El crecimiento de las muertes de mujeres a manos de sus parejas o maridos, aumentó un 11 por ciento entre el 2008 y 2009, según datos de la Asociación Civil Casa del Encuentro.

En dicho informe sostienen: “La violencia ejercida hacia las mujeres no son hechos aislados, sino producto de una construcción social, cultural, que apoya la violencia hacia las mujeres”.

Estas declaraciones pertenecen a Fabiana Tuñez, coordinadora de la Casa del Encuentro, que hizo al diario La Nación.

Fabiana Tuñez responsabiliza a los medios de comunicación por su mensaje más que nefasto ya que: “se trata a la mujer como un objeto de consumo”.

La coordinadora aclaró que, al no existir cifras oficiales de los casos de violencia contra las mujeres, “no existen estadísticas oficiales sobre femicidios, por lo cual no existen políticas que proyecten acciones contra este delito”.

Estos datos corresponden a relevamientos realizados por las agencias de noticias y en más de 40 diarios de circulación nacional debido a que no existen datos oficiales.

“El aumento de la violencia significa que no existen suficientes políticas públicas que tiendan a prevenir y a sancionar la violencia de género”, sintetizó la responsable de la Casa del Encuentro.

En 2009, la asociación recibió 120 denuncias de maltrato por mes. En enero se registraron más de 90.

Tuñez destacó que si bien se ha sancionado una ley contra la violencia hacia la mujer, ésta aún no fue reglamentada. “No existen estadísticas oficiales sobre la muerte de mujeres, por lo cual no existen políticas que proyecten acciones contra este delito. El Estado debe responder de forma urgente y necesaria. Estamos hablando de más de un Cromagnon por año en violencia hacia las mujeres”.

En este contexto, la pareja suele ser la más castigada. “Es la que se tiene más a mano, es el lugar que más se debería cuidar y paradójicamente es lo que más se descuida. Pero alguien no se vuelve violento de la noche a la mañana, hay personalidades violentas. El golpeador es alguien que apela al golpe porque no tiene otros recursos, se queda sin argumentos y entonces llega a la violencia física”, describió la psicoanalista Lila Isacovich, docente universitaria.

Por su lado, Tuñez hace notar sobre lo que se denomina el ciclo de violencia que se gesta en los hombres violentos. “En general, el perfil del varón golpeador tiene que ver con una personalidad que considera a la mujer como un objeto de pertenencia, como una cosa. Es uno de los principales factores que desencadenan los diferentes ciclos de la violencia¨.

Pero así como existe un perfil del golpeador, según Tuñez, no hay un perfil de víctima. “Toda mujer puede sufrir maltrato. Todo este ciclo de violencia genera una sensación de miedo, de pérdida de autoestima, se van minando sus derechos, empieza a considerar que todo lo que hace está mal y se culpabiliza por las acciones del golpeador. Hay una tendencia a decir que es su culpa, y cuanto más cede, más se acelera la violencia, porque el objetivo del golpeador es dominar”, concluyó.

“Socialmente se revictimiza a la víctima, siempre. Cuando la mujer llega a la instancia de la denuncia es porque ya no puede más”, dijo Túñez.

“Estamos hablando de un genocidio de mujeres. Los niveles de inseguridad en el que vive el género femenino tienen más que ver con el ambiente afectivo familiar”, detalló la especialista.

“Cuando la mujer llega a la denuncia es porque ya no puede más”

En el caso de la Dirección General de la Mujer de la ciudad de Buenos Aires atendió los 7.225 casos de violencia familiar durante el año pasado en los siete centros que tiene la ciudad. Además, se alojaron 280 mujeres con sus hijos en refugios del gobierno de la ciudad ante situaciones en que estaba en riesgo la vida de la víctima y se derivaron más de 400 casos a la OVD (Oficina de Violencia Doméstica).

El registro de mujeres asesinadas

Son 231 casos de mujeres que murieron de manera violenta.

Las formas de violencia son: apuñaladas, baleadas o golpeadas.

El asesinato por incineración ocupa el sexto lugar, y nos retrotrae al caso reciente del baterista de la banda Callejeros, Eduardo Vázquez, acusado de intentar prender fuego a su mujer, aunque en las últimas horas se afirma que esto no sería así…

Entre estas formas de asesinato la mayoría fue apuñalada, le siguen la muerte por armas de fuego y los golpes.

El tema de la violencia

La psicóloga Lila Isacovich, de la Fundación Buenos Aires, asevera que no se trata de un aumento específico de la violencia hacia la mujer, sino de un “aumento de la violencia generalizado”, que repercute en la Argentina y en otros países. “La gente está más estresada, más presionada y esto repercute en las relaciones y en los vínculos”, explicó a un matutino.

Así como suben las cifras de violencia familiar, aumentan las muertes de mujeres. La comparación entre el mes de enero del 2009 y enero del 2010 nos deja con cifras más que claras: un 40 por ciento más de violencia familiar comparando uno y otro enero.

“Primero aparecen los celos, la descalificación, el control y finalmente el maltrato; después llega el perdón, que se conoce como el ciclo de la meseta, en el que el varón promete que no se va a volver a repetir; y luego ese ciclo violento vuelve a comenzar y se suman los golpes”, así lo resume

Isacovich quien afirma que la violencia del hombre hacia la mujer se genera por un rasgo de la personalidad del varón.

En el caso de la provincia de Buenos Aires

En el año 2009, 15.000 mujeres llamaron al teléfono gratuito del Programa de Atención a Mujeres Víctimas de la Violencia (0800-555-0137) y 66 mujeres fueron asesinadas por sus parejas en el mismo distrito.

Aunque la violencia doméstica se da en cualquier clase social y momento, sostienen las estadísticas, casi el 40 por ciento de las llamadas recibidas al Programa de Atención a Mujeres Víctimas de la Violencia en la provincia de Buenos Aires corresponde a hogares integrados por efectivos de fuerzas de seguridad. Otro dato es que la violencia doméstica se incrementa durante el período vacacional.

Reflexionemos

Indudablemente varios pueden ser los factores que generan este tipo de violencia, donde la mujer es golpeada, quemada, apuñalada o baleada, formas violentas que ejercen los hombres y que la llevan hasta la muerte de las mujeres.

Pero este tipo de violencia no está alejada, ni separada de los niveles de violencia que existen en la sociedad. Además de un modelo de mujer alejada de la realidad, porque no sólo es para la televisión sino esencialmente para una gran rueda comercial asentada en la demostración morbosa de las formas femeninas, la mediocridad de los programas que miran hombres y mujeres donde se hace culto a estas formas, el erotismo morboso y el baile rayano en lo ramplón. La violencia familiar, no está desunida de otras formas aberrantes de violencia como: la prostitución y desaparición de mujeres para la trata, entre otras formas de violencia. En el mundo 4.500.000 de mujeres desaparecen en manos de la trata para la prostitución utilizando la represión para que trabajen para las redes de trata. Un negocio que además de redondo, conforma uno de los cuatro grandes negocios mundiales, junto a la venta de armas, el juego y la droga. Un testimonio de esta trata son varias mujeres, entre ellas Andrea López, obrera textil, desaparecida el 10 de febrero del 2004.

Volviendo al tipo de mujer que muestra la televisión, son estereotipos alejados de la realidad, donde nos podemos encontrar con miles de mujeres que intentan parecer lo que no son.

Por otro lado, la violencia hacia la mujer es presentada como un drama pasional, estos dramas pasionales forman parte de un nivel violento en el que se está inmerso.

Otras cifras alarmantes las muestran la Oficina de Violencia Doméstica (OVD), que depende de la Corte Suprema de Justicia, en dicha repartición pública se recibieron 526 denuncias que comparadas con las 375 del mismo período del 2009, representan un 82 por ciento más de casos que son denunciados por las mujeres. Y uno debe preguntarse ¿Cuántos son los casos que no se denuncian?

Por su lado, la ministra de Desarrollo Social porteña, María Eugenia Vidal, dijo relacionado con el caso del baterista de Callejeros: “Este tipo de casos ayuda a que otras mujeres se animen a denunciar y tomen conciencia de que la violencia doméstica es un camino que puede terminar con su vida. Lo que vemos es que hay mayor visibilidad del tema, las mujeres están más informadas sobre el problema y son más conscientes de sus derechos, pero todavía falta mucho por hacer”.

Sí que falta mucho por hacer, lo fundamental es la aparición de las cientos de jóvenes mujeres que han caído en la trata de personas para la prostitución.

Eso es lo fundamental, pero no es fácil, hay una enorme red de apañamientos y ocultamiento que no permite que estas mujeres vuelvan al seno de su hogar y sus vidas.

Los estados, tanto nacional como provinciales y algunas municipalidades son responsables de esta situación a través del silencio y complicidad. Debemos insistir, que no existen políticas para proteger a la mujer en forma integral: en los lugares de trabajo, el hogar o simplemente en la calle. Esta es la explicación para que no colaboren en la búsqueda y rescate de las mujeres desaparecidas, por el contrario, hay una cadena de impunidad múltiple, compleja y perversa. En la política de Derechos Humanos de la Nación no existe un vector que atienda este tema. Cuestión que debería enmarcarse también en la política de los Derechos Humanos.

Fuente: Argenpress

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