Publicado el : 3 Febrero 2010 – 11:08 de la mañana
| Por Marijke van den Berg
Arnold Hoek sabía que una empresa de alquiler de motocicletas solex era un mercado inexplorado, pero ningún banco quería dar un préstamo al hombre de 57 años que vivía de una pensión de invalidez. Sin embargo, Hoek pudo hacer realidad su sueño cuando obtuvo un microcrédito.
Antes de recibir el préstamo, Hoek no sabía que un crédito de ese tipo era otorgado en Holanda, aunque considera lógico que no solamente sean concedidos a personas de países en desarrollo. “Yo comprendo perfectamente la historia de un campesino que gracias a un microcrédito puede comprar una vaca e independizarse porque, en esencia, yo estoy en la misma situación.”
Hoek comenzó con un crédito de casi 29.000 euros, de los cuales paga un interés mensual de 7,05 por ciento.
Hasta hace poco, debido a una afección cardiaca, Hoek dependía de una pensión de invalidez. Cada cierto tiempo ganaba dinero extra haciendo clases de dibujo, pero no era suficiente. Hoek considera difícil la existencia si se tiene que vivir de la ayuda ajena. Él no quiere ser dependiente.
Es por eso que elaboró una propuesta de negocio para el alquiler de motocicletas sólex y se presentó con ella a diversos bancos. A pesar que su plan fue recibido positivamente en muchos casos, no recibió un préstamo, ya que a causa de su difícil situación financiera y a la ausencia de una garantía, no era un cliente atractivo para los bancos.
Una organización del Ministerio de Economía, Senternovem, ofreció una solución y se presentó como garante. Ahora, Arnold Hoek pudo obtener su crédito en el Rabobank y así realizar su sueño: su propia empresa de alquiler de motocicletas.