Por: Farah Hallal Muñoz
Noche extensa
La noche es más extensa y desmedida
en este instante
cuando mi cabeza es un círculo
a ojos vendados,
cuando mis horas se forman en capullos
y sigo una curva inevitable.
Puntos negros forman la espera
de lo que no se espera.
Punto.
Todo pensamiento es un pájaro atado,
una sombra nocturna que habla sola.
*
Ten piedad de mí, oh Dios,
hazme traviesa,
que comulgue en mí toda malicia,
hazme despiadada
para hacer gemir a tus ángeles descalzos,
hazme terrible, dura, inmisericorde,
hazme condenada como la hora que espero,
hazme perforada, como noche clavada por estrellas,
conviérteme pronto en tierra sin cultivo.
Ten piedad, oh Dios,
hazme maldita,
hazme capaz de matar esta hora espesa,
mutiladora, perniciosa, vengativa.
Ten piedad, oh Dios,
mírame ahora,
rogando por piedad: hazme perversa
para que pueda matar esto que mata
y pueda quemar en el infierno
todas mis pasiones. (fragmento de Ten piedad)
Fuente: http://blog.pucp.edu.pe/item/86081