El estigma de ser colombiano

RCN Colombia

25-05-2009

En abril del 2002, las Naciones Unidas aprobaron una resolución ante la grave situación de millones de emigrantes, debido, entre otras cosas, a que no viven en sus estados de origen y a las dificultades que tropiezan a causa de las diferencias de idioma, costumbres y cultura, así como las dificultades económicas y sociales, y los obstáculos para el regreso a sus países, sobre todo para quienes no poseen documentos o que se encuentran en una situación irregular.

Estigma de ser colombiano
Con esta resolución se pretendía que todas las naciones crearan condiciones para promover mayor armonía, tolerancia y respeto entre los inmigrantes y el resto de la sociedad en los países en que residen, con miras a eliminar las manifestaciones de racismo, xenofobia y otras formas de discriminación y trato inhumano contra los inmigrantes, especialmente mujeres y niños.
Sin embargo, aunque muchos países han adoptado medidas y han creado condiciones favorables para los inmigrantes, la situación de éstos se deterioró por la crisis económica de los últimos años y los cambios geopolíticos,
particularmente en América Latina, donde se han creado bloques de izquierda y de derecha que han polarizado la región.
Colombia es un caso excepcional debido a los conflictos internos que por más de un siglo la han agobiado. Primero por circunstancias sociales y políticas, y posteriormente, en las últimas seis décadas, por la presencia de la guerrilla, el narcotráfico y paramilitares. Esta situación originó, inicialmente, el desplazamiento interno de campesinos e indígenas, y luego el desplazamiento de nacionales hacia las fronteras y fuera de ellas, con lo que Colombia se convierte en un país con miles de refugiados en el exterior, cuya cifra, según las más recientes estadísticas, supera los 4 millones.
Estigmatización
Los colombianos, con muy pocas excepciones, han sufrido, y todavía soportan, la discriminación y la estigmatización por el sólo hecho de su nacionalidad, ya que frecuentemente son catalogados como narcotraficantes, guerrilleros o paramilitares, o comparados con ellos, como nos lo cuenta Óscar Gómez Díez, director de la Fundación Esperanza, que trabaja por los derechos de los emigrantes.
“En muchos países receptores de emigrantes, hay una actitud xenófoba y excluyente en general. Los colombianos arrastran con el estigma del narcotráfico y la violencia. Esa situación genera un estigma frente al colombiano en muchos países”, sostuvo.
“Hay otros tipos de discriminación que se están dando. Por ejemplo, en Ecuador, pese a que existe un acuerdo de libre movilidad, el Gobierno ecuatoriano ha impuesto una medida restrictiva a los colombianos, como el pasado judicial. Esto limita su libre circulación y se constituye en una política discriminatoria. Es una medida exclusiva contra los colombianos”, anotó el director de Fundación Esperanza. Al mismo tiempo, subraya que “en el caso de España, la situación abarca a todos los latinoamericanos. Hay una denominación despectiva y despreciativa. Hay muchos temores de los españoles que creen que todo colombiano es narcotraficante, ladrón, agresivo y violento”.
Buenos trabajadores
“Hay un estigma muy fuerte… que se constituye en una barrera para conseguir empleo y sostenibilidad. Sin embargo, es preciso reconocer que muchos empresarios españoles y europeos prefieren a los colombianos porque reconocen que son muy buenos trabajadores”, destacó.
Aunque es cierto, como lo dice el director de la Fundación Esperanza, que los colombianos son apetecidos para trabajar en el exterior, muchos se enfrentan a la discriminación, al maltrato y, en algunos casos, son tratados como esclavos. Esto sucedió con un grupo de 40 colombianos que viajó a España contratados por la empresa Sagardi, dedicada a la hotelería y la gastronomía en varias ciudades españolas.
Los colombianos llegaron a la ‘madre patria’, gracias a un convenio avalado por el estatal Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), de Colombia; la Embajada de España y la Asociación Iberoamericana para la Cooperación, el Desarrollo y los Derechos Humanos, AICODE, una ONG española. Sin embargo, se les trató como esclavos y se vulneró todos sus derechos laborales.
Maleta de ilusiones
“Viajamos a Barcelona con un contrato, supuestamente a un año, y a nuestra llegada nos enteramos que nos iban a sacar, con el argumento de que no pasa el período de prueba, y no le respetan el salario”, narra Óscar, uno de los colombianos que vivió esa dramática situación. “Estamos buscando trabajo, pero la discriminación se siente”, afirmó.
Por su parte, Royanilda, de 34 años, oriunda del departamento de Santander, señaló que era por “el perfil que nos sacaban… Estoy aquí sola. Toca empezar de cero. De lo poco que nos quedó de sueldo estamos esperando a ver quién nos recibe. Estamos solos y desamparados… porque no se respetó el contrato”, subrayó. “Nos sentimos utilizados. Uno viene con una meta. Uno no se puede devolver así como así… Ya tengo una hija y una deuda de siete millones de pesos en Colombia. A uno lo traen con engaños, porque le dicen a una cosa y le salen con otra”, expresó.
Entre tanto, Diana, de 26 años, natural de Cartagena, reveló que “uno llega con sus ilusiones y sus maletas… y lo trasladan a un hotel horrible, en la peor parte de Barcelona. No nos daban comida… Me tenían todo el tiempo en la ‘pica’ -lavar platos-, y me ponían a lavar los baños y a planchar manteles”, recordó. “Un día, el empresario me llamó y me dijo a la media noche: Diana no pasaste la prueba; no cumpliste el perfil… Me daban la comida de días anteriores… Es un engaño total. La idea (ahora) es conseguir algo porque no sabemos qué hacer”, anotó.
“El fin del sueño americano”
Pero también, en otros países, como en Estados Unidos, los colombianos, y en general los latinoamericanos, son discriminados y se enfrentan a una dura realidad, como lo explica desde Carolina del Norte, la periodista Mónica Rodríguez.
“Yo diría que el sueño americano existió hace algunos años para muchos inmigrantes. Pero, creo que ya se acabó. Se ha acabado el trabajo… Y si la persona llega sin documentos, la lucha es más dura… En medio de la crisis dicen, primero el trabajo es para los nacionales estadounidenses y segundo para los inmigrantes”, precisó.
“Discriminación la hay hacia los inmigrantes, por el idioma o por el color, y hay una confusión por las raíces… Es muy difícil. La situación ha cambiado mucho, y debe haber una nueva ley de migración en Estados Unidos”, concluyó la comunicadora colombiana.
La situación económica y la crisis financiera mundial, pero también el amor por la tierra, están llevando a millones de emigrantes y a miles de colombianos, por supuesto, a regresar a su lugar de origen, porque como ellos mismos lo dicen, es mejor vivir en su país, pobres, y no como esclavos y humillados en una nación ajena

Fuente: http://www.informarn.nl/americas/colombia/act090525-colombia-estigma

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