Day: 8 julio, 2009

Amor y reconocimiento: la violencia masculina y el sentido de nuestras relaciones

Les comparto el siguiente artìculo que envió Astalo Garcìa de Hombres Nuevos de Mèxico, un amigo apasionado por la prevenciòn de la violencia masculina.

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Amor y reconocimiento: la violencia masculina y el sentido de nuestras relaciones

Por Marco Deriu

miércoles, 22 de abril de 2009

En los últimos años se ha registrado una cadena de homicidios contra las mujeres. Una investigación del Consejo de Europa hecha pública en octubre de 2005 (que ha originado un interesante debate en el periódico Liberazione) ha revelado que la violencia del compañero, marido, novio o padres es la primera causa de muerte e invalidez permanente en las mujeres de 16 a 44 años en todo el mundo, también en Europa.
Por lo que respecta a los homicidios de pareja, en Italia, por ejemplo, últimamente se registran cerca de un centenar de casos al año. A veces son simplemente maridos que matan a sus mujeres o a sus compañeras por litigios de algún tipo aunque, muy a menudo, detrás de estos homicidios contra las mujeres suele estar por medio la experiencia de la separación, del rechazo, de la decisión por parte de la ex compañera de iniciar una nueva vida. Desde este punto de vista, en las crónicas periodísticas ninguno se ha arriesgado, hasta el momento, a subrayar que estamos frente a una nueva e ineludible “cuestión masculina” que, ciertamente, está todavía pendiente de entender en su significado social y relacional.
A la hora de hacer un análisis sobre esta violencia debemos evitar refugiarnos en simplificaciones automáticas, formas manidas, restos de mentalidad pasada, antiguos legados. Es verdad que en la cultura patriarcal la violencia hacia las mujeres siempre se ha dado, pero la violencia de hoy no parece ser el resultado de hombres que consideran a las mujeres seres inferiores a someter, como podía ser en el pasado. Estamos hablando de violencia cometida por personas de todo estrato social, en todos los países europeos.
En Italia, además, se puede apreciar que la mayor parte de los homicidios domésticos se producen en el norte, en particular en Lombardía, o bien en las regiones más ricas y desarrolladas.
En realidad creo que estamos asistiendo a una transformación de las formas y de los significados de esta violencia, que todo esto nos habla del cambio de vida de las mujeres, de los hombres y de las relaciones entre hombres y mujeres. Para comprender la realidad actual debemos comenzar por ver que hoy nos encontramos en una situación nueva caracterizada por lo que el sociólogo inglés Anthony Giddens llama “relaciones puras”. Por relaciones puras se entiende relaciones no dictadas por obligaciones sociales o económicas. En el pasado, las relaciones entre hombres y mujeres se construían sobre papeles, obligaciones sociales, valores religiosos, proyectos familiares, cálculos económicos, relaciones de poder y a veces
de coerción. No se puede decir que todo esto haya desaparecido completamente, pero ciertamente hoy (gracias a los cambios culturales, a las conquistas sociales de las mujeres y a una mayor autonomía económica y social) los vínculos entre hombres y mujeres, incluyendo los familiares, se fundan, en una medida mucho más relevante, en la capacidad de comunicación y comprensión recíproca, en las relaciones de intimidad, en la confianza y en el respeto, en la disponibilidad para el diálogo y en la adecuación recíproca, en el entendimiento emocional. En otras palabras, la relación de pareja no se da de una vez por todas, sino que es fruto de un diálogo y de una contratación, de un entendimiento y de una confianza que es constantemente reafirmada.
Pero volviendo a la cuestión de la violencia. En este momento la novedad es que al lado de una violencia más de tipo “tradicional” que golpea sobre todo a las mujeres en situación de marginalidad social, hoy registramos además una violencia que parece nacer, por el contrario, de la incapacidad por parte de los hombres para aceptar y acoger una autonomía y una libertad ya presente en la vida de muchas mujeres. La violencia masculina comienza a golpear hoy a la mujer que ya no acepta ser siempre el soporte de las necesidades del hombre. Golpea a la mujer que, con razón o sin ella, abre conflictos y cuestiona al hombre, a la mujer que decide dejar a su compañero, a la mujer que busca rehacer su vida sola o con otro, a la mujer que decide llevar adelante autónomamente su embarazo.
En cualquier caso, aunque sobre esa cuestión valdría la pena abrir un razonamiento aparte, también el apego de los hijos a las madres en la separación se convierte en un elemento de conflicto y de resentimiento hacia las mujeres.
Atendiendo a los datos ofrecidos en la investigación “El homicidio voluntario en Italia. Informe 2005”,1 realizado por EURES2 en colaboración con ANSA,3 los casos en los que el factor desencadenante del delito se habían debido a la decisión de separación por parte de la víctima supusieron en 2004 cerca del 31,6% de los homicidios en el espacio doméstico. Este problema concierne sobre todo a los hombres y sugiere, con bastante claridad, la realidad de una mayor fragilidad y dependencia psicológica, y de una menor autonomía, por parte de los hombres.
Por tanto, creo que el tipo de violencia que tenemos frente a nuestros ojos no es una simple reelaboración de la cultura y del poder patriarcales. Esta violencia no implica ningún rechazo a la igualdad entre los sexos, y mucho menos el prejuicio de considerar inferiores a las mujeres, al contrario, se puede lanzar la hipótesis de que señala la involuntaria admisión de la completa autonomía femenina, con un significado de inadecuación y dificultad por parte de los hombres. Esta violencia nos muestra la desesperación y la falta de reelaboración masculina frente a una libertad y una autonomía femenina, más que un poder masculino y una sumisión femenina. El delito señala, si acaso, la imposibilidad, la impracticabilidad de la sumisión femenina. Desde este punto de vista, los términos de la violencia hacia las mujeres han cambiado, están cambiando.
Llevando este razonamiento a la esfera de las relaciones, en este momento, en mi opinión, los hombres ejercen violencia sobre todo porque no aceptan la diferencia, o bien porque no aceptan la alteridad de la compañera. No aceptan que la mujer que tienen en frente no sea, simplemente, una continuación, un reflejo del propio deseo o de las propias necesidades. No aceptan que ella pueda elegir en relación con su propio deseo y que este no coincida con el de ellos, o con su idea de relación. En esta situación —y su consecuente sentido de “impotencia” hacia la autonomía y la libertad femenina— emerge toda la dependencia, la fragilidad y la inseguridad es–condida de los hombres. Todos estos aspectos no son todavía admisibles para muchos hombres, y con el recurso de la violencia se los niegan una vez más. Se podría decir que muchos hombres prefieren cancelar la alteridad antes que reconocerla y aceptar, con ello, la propia parcialidad, la propia vulnerabilidad, la propia impotencia. En este sentido, esta nueva forma de violencia masculina hacia las mujeres representa un intento de cancelar la diferencia y no la igualdad.
Lo que es difícil para los hombres, hoy, no es reconocer que las mujeres tienen igual dignidad o valor que los hombres; lo que es difícil es estar frente a una mujer y aceptar que ella es otra, distinta de nosotros. Así pues, en mi opinión, la relación verdadera puede nacer sólo en el momento en que cada hombre reconoce que la mujer que tiene delante no es su proyección o su objeto, y que ella puede ser diferente de él en muchas cosas, para bien y para mal. Sólo a partir de aquí puede comenzar una relación y un intercambio real y no violento. Por tanto, aceptar la libertad de diferir de la mujer, aceptar la propia parcialidad y limitación, así como aceptar una relación real son tres aspectos íntimamente relacionados. Desde ese punto de vista, esta violencia, de un modo o de otro, nos interpela a todos. No se trata de escurrir el bulto y distanciarse de una violencia que está fuera de nosotros,
que pertenece a “los otros”, a los “hombres violentos”, sino más bien sopesar realmente la posibilidad de que esté inscrita en la cultura común, porque la violencia, el delito, es solamente uno de los posibles desenlaces. El dato común a todos no es el episodio final de la violencia, sino lo que la precede: la concepción de la pareja, del amor, de la relación. Aquello que nos parece normal porque no se manifiesta bajo formas de violencia explícita y criminal, pero que, probablemente, está en el origen del problema.
Lo que nosotros, hombres, podemos hacer es comenzar a hablar de nuestras formas de relación, de cómo somos en las relaciones, de cómo construimos las relaciones, de cómo las negamos, de cómo tenemos miedo de ellas. Debemos preguntarnos en qué medida somos capaces de acoger la libertad y el libre deseo de las mujeres en nuestra relaciones y en nuestro modo de amar.
Creo que es preciso, por tanto, madurar todos más a la hora de interrogarnos sobre nuestras relaciones afectivas, hombres y mujeres juntos, pues, bajo mi punto de vista, el problema nace de que las personas tienden a vivir las relaciones de amor como “relaciones simbióticas”, en las que hay implícitamente una coincidencia del otro con sí, y de sí con sí. No está admitido “diferir”, ni fuera de sí ni consigo. La situación de simbiosis se da cuando dos seres viven una relación tan estrecha e integradora que cancela el sentimiento y la experiencia de la diferencia. La consecuencia de ello es una situación protectora y defensiva, a menudo también una sensación de seguridad mayor hacia la vida y el mundo. El precio, sin embargo, es la renuncia al conocimiento de la otra persona y de sí, el deterioro de partes importantes de ambos. Creo que Lea Melandri se refiere a este tipo de situaciones cuando habla de un “sueño de comunión”. En mi opinión, también estas relaciones simbióticas o de fusión pueden ser vistas como la reelaboración o la continuación de la relación prenatal e infantil del hijo con la madre. El otro sujeto es percibido como necesario para la propia nutrición y supervivencia.
Así, la otra persona no es apreciada en su autonomía, en su alteridad sino como apéndice de sí. El deseo de otros no existe si no como obligada prolongación del propio. En estos términos, la relación puede ser complementaria, cuando uno de los dos sujetos —en general la mujer— renuncia a sí para satisfacer al otro, o simétrica, cuando se produce una dinámica de conformismo recíproco. En ambos casos se registra, al menos hasta cierto punto, una situación de complicidad entre las dos partes. Cada uno está gratificado por la propia posición y por el papel que tiene en las discusiones con el otro. La percepción interior y emocional es la de estar satisfechos. No hay ni puede haber una percepción fuerte del negativo, de la fractura, de la herida, de la ausencia, de la carencia, del vacío. En esta ilusión de transparencia y de plenitud se pone en marcha la eliminación del misterio del otro/
de la otra. No se es consciente de la existencia del mundo interior de la persona que amamos, de posibles deseos, aspiraciones, necesidades autónomas y no sospechadas. Al mismo tiempo, esta falta de reconocimiento de la otra persona coincide también con la pérdida de una percepción real de sí mismos.
En estas condiciones, la experiencia del abandono, del fin de la relación, puede convertirse en algo perturbador e intolerable, porque al acabar la relación simbiótica puede hacerse añicos también el sentido de sí y el sentido de la realidad. En este punto, antes que reconocer la propia dependencia, y replantearse el propio sentido de sí y la propia idea de relación, prefieren refugiarse en la violencia.
El carácter no sólo de impotencia sino también la no aceptación de estas situaciones emerge en los numerosos casos conocidos de homicidio/suicidio, sobretodo entre los hombres. Estos casos muestran que no sólo hay rabia contra la propia ex pareja, sino también el desplome de una relación consigo mismos que, al mismo tiempo, supone admitir la incapacidad de salir de un cierto marco de sentido.
El año pasado, la Comunidad Diótima propuso como tema el trabajo del negativo, de la fuerza del negativo. Valdría la pena declinar este tema también en las experiencias de las relaciones afectivas entre hombres y mujeres. Si hay un aprendizaje en el amor, este pasa también por la aceptación e integración del negativo. Se aprende a conocer y a conocerse atravesando experiencias de cada género. Unas veces son encuentros, arrebatos, alegrías, dones, repartos, satisfacciones. Otras veces son, por el contrario, desilusiones, abandonos, traiciones, heridas, incomprensiones y misterios insondables. Según mi experiencia, también estas últimas vivencias dolorosas y negativas han sido pasajes fundamentales y constitutivos porque me han puesto en frente la experiencia del límite, de mi parcialidad, del reconocimiento de otras personas. Tales experiencias nos resquebrajan la ilusión de control sobre nuestra vida, sobre las relaciones, sobre las personas. Nos desmontan la excusa de poder disponer a placer de cada
cosa. Nos permiten disolver la imagen de una relación sin vacíos y sin distancia que nos habíamos construido. Nos obligan, en resumidas cuentas, a admitir un umbral de no comprensión, más allá del cual se debe aceptar a la otra persona por cómo se presenta o por cómo se niega a nosotros, sin buscar otras explicaciones.
Todas estas vivencias no son experiencias por sí mismas sino etapas de una maduración, necesarias para aprender a amar, para ser capaces de entrelazar el propio deseo con el de otra persona, sin ahogar ninguno de los dos.
Construir una civilización de las relaciones entre hombres y mujeres significa, entonces, aprender recíprocamente a coincidir y a separarse, a establecer acuerdos en la proximidad y en la distancia, porque ambas cosas — siempre y en cada momento— son, juntas, condiciones del amor.

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ANTIGÉNESIS

Ojalá puedan verlo mediante http://www.youtube.com/watch?v=wC902EfLNe4&feature=related.

ANTIGÉNESIS.

Cuando el hombre acabó con el cielo y con la tierra, la tierra era bella y fértil, la luz brillaba en las montañas y en los mares el espíritu de Dios llenaba el universo.

El hombre dijo: “Que posea yo todo el poder en el cielo y en la tierra”.

Vio que el poder era bueno, puso el nombre de Grandes Jefes a los que tenían el poder, llamó desgraciados a los que buscaban la reconciliación, así fue el sexto día antes del fin.

El hombre dijo: Que haya gran división entre los pueblos, que se pongan de un lado las naciones a mi favor del otro las que están contra mí, hubo buenos y malos, así fue el quinto día antes del fin.

El hombre dijo: Reunamos nuestras fortunas, todo en un lugar, y creemos instrumentos para defendernos, la televisión para controlar el espíritu de los hombres, los uniformes para dominar las almas de los hombres. Y así fue. El mundo quedó dividido en dos bloques, en guerra. El hombre vio que tenía que ser así. Y así fue el cuarto día antes del fin.

El hombre dijo: “Que haya una censura para distinguir nuestra verdad de la de los demás”.

El hombre creó dos grandes instituciones de censura, una para ocultar la verdad en el extranjero y otra para defenderse de la verdad dentro de casa. El hombre lo vio y lo encontró normal. Así fue el tercer día antes del final.

El hombre dijo: “Fabriquemos armas que puedan destruir grandes multitudes, millares y centenares de millones a distancia”. El hombre creó los submarinos nucleares que surcan los mares y los misiles que cruzan el firmamento. El hombre lo vio y se enorgulleció. Entonces los bendijo diciéndoles: “Sed numerosos y grandes sobre la tierra, llenad las aguas del mar y los espacios celestes, multiplicaos”.

Así fue el segundo día antes del fin.

El hombre dijo: “Hagamos a Dios a nuestra imagen y semejanza, que actúe como actuamos nosotros, que piense como pensamos nosotros, que mate como nosotros matamos”. El hombre creó un Dios a su medida y lo bendijo diciendo: “Muéstrate a nosotros y pon tierra a nuestros pies: no te faltará nada si haces siempre nuestra propia voluntad. Y así fue. El hombre vio todo lo que había hecho y estaba muy satisfecho de ello.

Así fue el día antes del fin. De pronto se produjo un gran terremoto en toda la superficie de la tierra, y el hombre y todo lo que había hecho dejaron de existir.

Así acabó el hombre con el cielo y con la tierra. La tierra volvió a ser un mundo vacío y sin orden, toda la superficie del océano se cubrió de oscuridad, y el espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas.

Fuente: http://www.youtube.com/watch?v=wC902EfLNe4&feature=related (más…)

La huelga sexual en Kenia es inútil

Cuántas de estas actitudes machitas descritas en el siguiente artículo también se da en nuesro país, claro el contexto y lugar es diferente, pero insisto hay actitudes machistas practicada por hombre y mujeres, más áún reforzadas en casa. Ojo no solo las actitudes machistas están presentes sino también muchos antivalores como la corrupción, divisionismo, etc. y frente a ello no quedamos con las brazos cruzados, los medios de comunicación a veces denuncian, pero de gente que piensa distinto que sus patrones que son los dueños de la radio, tv, periódico, etc. Disfruten el artículo publicado por Radio Nederland.
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La huelga sexual en Kenia es inútil

Koert Lindijer

07-05-2009

Organizaciones de mujeres en Kenia han convocado a una huelga sexual de siete días de duración. El objetivo no es castigar a los hombres, sino llamar la atención ante la dramática situación política que ha paralizado casi totalmente al país.
Las opiniones están divididas. Algunos apoyan la huelga como una acción pacífica e inocente: “Gandhi en el dormitorio”, mas otros la ven como la violación del derecho al sexo en el matrimonio. Sin embargo, todos coinciden en afirmar que la acción ha atraído bastante atención, algo positivo considerando que todo el mundo critica los juegos de poder entre los políticos kenianos que estaban precisamente en el blanco de la protesta.

Machista
Kenia es considerada por algunos como un país machista, donde las mujeres no pueden expresar su opinión y los hombres toman las decisiones. Para el hombre, el sexo es un derecho y para la mujer un deber. El derecho a la herencia está generalmente reservado al hombre.
El sexo no es un tema de conversación, es una práctica de la que no se habla. Una pequeña encuesta sobre el éxito de la huelga reporta principalmente risas disimuladas. Los hombres comentan que la acción ha causado divorcios porque se considera inaceptable que la esposa se niegue al sexo. Este tipo de opiniones manifestaba indignados maridos en programas de entrevistas, como Ghetto Radio.

Prostitutas
Una visita a la calle Koinange en Nairobi, la zona oficiosa de luz roja en la capital keniana, pone de manifiesto que las trabajadoras sexuales han hecho buenos negocios la semana pasada. Evidentemente, algunos hombres han apelado a este recurso ante la negativa de sus esposas.
La huelga sexual también es motivo de chistes baratos, como el que se refiere al anciano presidente Kibaki, que no tiene fuerzas ni para gobernar, menos aún para el sexo. O su rival Rail Odinga, cuya esposa se adhirió a la huelga, sin que a él le afecte mucho, ya que tiene suficientes amantes para satisfacer sus necesidades sexuales. Un poco de jolgorio y de humor sobre la acción de las mujeres bien le puede servir a Kenia en estos oscuros tiempos. Pero, ¿cuál era, en realidad, el motivo de esta huelga?

Impasse
Las diez organizaciones de mujeres que respaldaron la huelga se quejan de que la coalición gubernamental nunca ha concretado las reformas prometidas. En Kenia existe una frágil situación de impasse político. Los titulares de los periódicos en estos días informan que ambos rivales – el presidente Kibaki y el primer ministro Odinga – se reencontraron después de dos semanas de alejamiento. Aparentemente, ya no se efectúan consultas entre los dos máximos exponentes del poder en el país.
A principios del año pasado, como consecuencia de las controvertidas elecciones presidenciales y los posteriores masivos actos de violencia, Kenia se balanceaba al borde del precipicio. Bajo la presión internacional se constituyó un Gobierno de coalición entre el partido de Kibaki y el de Odinga.

Corrupción
Pese a que actualmente el partido de oposición de Odinga forma parte del Gobierno, no tiene ningún poder. La continua lucha de poder ha paralizado la administración nacional, con un Gobierno que apenas actúa y una constante discordia entre los socios de coalición. Las reformas, por ejemplo en la desigual repartición de la tierra, la corrupción judicial y la policía, brillan por su ausencia. Apenas se han tomado algunos pasos hacia una nueva constitución. Estas reformas se precisan para prevenir una nueva explosión social como la que se registró el año pasado.
El mediador internacional, Kofi Annan, reiteró su preocupación por la falta de respeto que los líderes kenianos muestran por los acuerdos contraídos. El año pasado, durante su mediación, subrayó en varias ocasiones que la violencia política puso al descubierto la desigualdad social, la gigantesca brecha entre los estratos pobres y los sectores acaudalados de Kenia.

División
Sin las reformas no se pueden eliminar las causas profundas de la violencia del año pasado. El pueblo keniano lo sabe, y, por ello, las encuestas de opinión reflejan una imagen muy negativa del Gobierno. Pero la clase política no parece enterarse de este sentimiento general y la división entre la élite política y la población parece más grande que nunca.
Y ése es, quizá, el mayor problema de Kenia. Mientras la bomba de tiempo social está a punto de estallar y crece el descontento, los políticos se hacen los desentendidos. Eso no habrá cambiado mucho, con apenas una semana de obligada abstinencia sexual.
FUENTE:
http://www.informarn.nl/informes/africa/act090507-huelga-sexual
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Lámina solar para energía verde y barata


Lámina solar para energía verde y barata

Thijs Westerbeek van Eerten

08-05-2009

La energía solar verdaderamente barata será una realidad gracias a un invento holandés. Dentro de tres años, la energía proveniente de una ‘lámina solar’ de plástico será más asequible que la que proviene del enchufe, incluso en un país con tan poco sol como Holanda. La instalación de una lámina solar flexible de plástico – la próxima generación del conocido panel solar – es tan simple, que un aficionado al bricolaje puede hacerlo sin problemas.
Hace unos diez años, a los investigadores de la multinacional holandesa Akzo Nobel y de la Universidad de Utrecht se les ocurrió la idea de crear una célula solar económica y flexible. Los inventores se centraron en una lámina de plástico. Tras prolongados investigación y desarrollo, el catedrático Ruud Schropp, de la Universidad de Utrecht, se anima a afirmar que “la energía proveniente de esta lámina solar competirá en el futuro inmediato con la de la red eléctrica. A pesar del bajo precio que actualmente tiene el petróleo, esta energía verde podrá ser una realidad en el 2012, en países como España e Italia e incluso Holanda, en el 2015.”

El principio del funcionamiento del panel solar flexible es el mismo que el de los conocidos paneles solares azules brillantes que, entretanto, ya forman parte del paisaje callejero. La luz solar cae sobre el panel y pone en movimiento los electrones en una pequeña capa de silicio, tras lo cual surge la energía eléctrica. La lámina solar trabaja de la misma manera pero, después todo cambia, tal como lo explica el Dr. Schropp.
Según el experto, “la clave es que nosotros utilizamos mucho menos material en la producción, es decir menos cantidad del oneroso silicio y menos vidrio, pues no empleamos este material, y trabajamos con temperaturas bajas. Resumiendo, empleamos menos material y menos energía, lo que convierte nuestra película solar en un método rentable.”
En estos momentos la ‘rentabilidad energética’ de una lámina solar es de un 6 por ciento. Es decir que el 6 por ciento de la luz solar que entra se convierte también en electricidad. Los paneles ‘duros’ consiguen un 12 por ciento, pero esto es sólo una contradicción aparente.
Precio
La capa de silicio en la lámina solar de plástico es cientos de veces más fina que la de los paneles fotovoltaicos actuales. Ello representa una gran diferencia en el precio final, no sólo porque fabricar plástico es más barato que producir vidrio, sino porque tampoco se necesita una construcción cara en el tejado que soporte el considerable peso de los paneles. En consecuencia, ya no existen pretextos para no revestir todo el tejado con la lámina solar. Puede ser que la rentabilidad del revestimiento celular solar sea la mitad si se compara con los actuales paneles fotovoltaicos pero, si se puede aplicar cuatro veces más, también se extraerá el doble de corriente. Sobre todo para las naciones en desarrollo la lámina solar de Utrecht representará un verdadero avance.
El Dr. Schropp aclara que la lámina se puede entregar como producto semiacabado, más simple de aplicar que los paneles tradicionales por su poco peso. “Y considerando que se dan los últimos retoques en el lugar mismo de emplazamiento porque se corta a la medida, se conecta e instala en los tejados, paredes y en todo tipo de elemento de construcción, se puede decir que el éxito está garantizado,” concluye.
Producción en rollos
Actualmente está en marcha, en la ciudad de Arnhem, un proyecto piloto en la empresa Helianthos, especialmente constituida para producir de forma continua rollos con la nueva lámina solar. Esa fábrica comenzará sus actividades en el transcurso del 2010, y poco después la lámina solar estará a la venta en los negocios del ramo para los aficionados al bricolaje. La instalación es tan simple ,que no se necesita ser ducho en estas tareas para hacerlo.
Pago adelantado
La única diferencia que, respecto al sistema actual, notará el consumidor que opte por esta energía verde es el momento de pagar. Ahora, primero se saca corriente del enchufe y después se recibe la cuenta de la electricidad. En cambio, con la lámina solar, primero se invierte en ese revestimiento y después la corriente es gratis.
“En realidad,” agrega el catedrático, “se está comprando por anticipado la electricidad para los próximos veinte años. Y si bien eso es siempre un pequeño obstáculo económico, el consumidor recupera esa inversión.”
Ésa es justamente la esencia de este relato, la amortización de la inversión. La energía verde procedente de láminas solares será dentro de un par años más barata que la electricidad que sale del enchufe, algo que no ocurre con los actuales paneles solares.

FUENTE: RADIO NEDERLAND DE HOLANDA (más…)