Entre el siglo XVII y el Siglo XVIII

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Para el siglo XVII, el gobierno virreinal tuvo que afrontar varios problemas referentes a la defensa del territorio provenientes, especialmente, de naciones extranjeras. El inicio de la colonización del territorio americano del norte, por parte de Inglaterra en 1620, significó un problema para la Corona española debido a la necesidad que tuvieron de crear nuevos espacios para proteger sus fronteras. Por otro lado, la Guerra de los Treinta años supuso un fuerte gasto para el Imperio Español, llevando al fin de la Unión Ibérica y al surgimiento de Holanda como una potencia marítima.

Al iniciar el siglo XVIII, España buscaba un nuevo Rey. La dinastía de los Habsburgo agonizaba en la persona del enfermizo y débil monarca, Carlos II, y todo venía anunciando el ocaso del esta Monarquía que había dominado medio orbe desde los días de Carlos I de España, V de Alemania. Carlos II, muy distinto al primero, por razón de sangre y por avenirse mal su austeridad con la desenvoltura de las costumbres de la corte francesa, se inclinó por el segundo hijo del Emperador Leopoldo II de Austria para que lo suceda en el trono; no obstante, cuando su enfermedad lo llevó más cerca a la tumba, extendió su testamento y en él designaba para sucederle en todos sus dominios al nieto de Luis XVI, el Delfín de Francia, Felipe de Borbón.

Felipe V, un joven de 17 años, entró en Madrid en un día lluvioso de febrero de 1701. Sus nuevos súbditos, superaron sus reservas y dirigieron sus miradas hacia él para convertir la causa de los Borbones en una causa española. A ellos, no les gustaba el círculo de franceses que rodeaban al nuevo monarca, pero mostraron respeto al Rey. De este modo, Felipe V inició su reinado sin contar con una oposición abierta.

La Guerra de sucesión, larga y sumamente violenta, que se inició primero en Italia y luego continuó en España, no llegó a tener repercusiones muy notables en América, salvo la mayor hostilidad de parte de ingleses y holandeses, enemigos de la Monarquía. Así, el cambio dinástico se realizó en América sin brusquedad y la vida colonial prosiguió su ritmo de siempre, sin que se introdujera reformar alguna. Con la nueva monarquía, una nueva era se daba inicio para el Imperio Español.

Fuentes consultadas:

Lynch, John. La España del siglo XVIII. Barcelona: Crítica, 2010

Vargas Ugarte, Rubén. Historia General del Perú. Tomo IV. Lima: Editor Carlos Milla Batres, 1966

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