Archivo del Autor: Flavio Figallo

Pablo Sánchez Zevallos. Poncho verde.

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Cajamarquino primero, luego ambientalista e ingeniero. Pablo era esa mezcla rara entre científico, aventurero y emprendedor preocupado por el agua, los bosques y los cerros. Célebre por su premio Rolex que mostraba orgulloso a quién pasaba por su casa. Fue, maestro, rector, fundador y animador de numerosas organizaciones, además de miembro de SEPIA e IPROGA y participante en varios de sus encuentros. Gracias a él y su idea de ponerle un poncho verde a los cerros y convertirlos en cosechadores de agua, es que podemos imaginar reparar los daños causados al ambiente por una expansión irracional de la pobreza en el campo.

He aquí algunas de sus ideas:

El proyecto poncho verde para el desarrollo de los andes peruanos

DRAFT Pro-Actively coping with Climate Change and Globalization in the Peruvian Andes

Los Páramos como fuente de Agua, Mitos, Realidades, Retos y Acciones

Manejo integral de microcuencas en Jequetepeque y Cajamarca

Plan and Reality in a peruvian village. Nerlove, S. 1979
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Ambiente, Los países en datos (PUNMA)

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El Atlas de un ambiente en transformación ilustra a través de imágenes los cambios ambientales que están experimentando los países que conforman la región de América Latina y el Caribe. Además el documento analiza casos particulares mostrando la evolución de una misma área en distintas fechas. A continuación se presentan algunos de los principales problemas detectados en los países de la región (hemos excluido al Caribe):

Argentina: La degradación de tierras y la deforestación avanzan en un país en el que más del 80% de las actividades productivas son agrícolas, ganaderas y forestales. En la actualidad, más de 60 millones de hectáreas están sujetas a procesos de erosión de suelos que van de moderados a graves. La cobertura boscosa era apenas del 10,3% del total del territorio nacional en 2006, lo cual estaría acercando el país a formar parte del listado de naciones con cobertura forestal reducida, según la definición de FAO. Casos de estudio: Glaciar Upsala, Aimogasta, Salta y Pico Truncado.

Bolivia: La minería es una de las actividades económicas más importantes y uno de los mayores agentes de deterioro ambiental del país. Las principales fuentes de contaminación por la actividad minera se relacionan con el uso del agua y con la liberación de sustancias tóxicas hacia los ríos o arroyos próximos a las zonas de operación. Casos de estudio: Trinidad, Pando y Santa Cruz.

Brasil: Las áreas susceptibles a la desertificación en el Nordeste ocupan alrededor de 1,34 millones de km2 y afectan directamente a 30 millones de personas. De este total, 180.000 km2 ya están en proceso de desertificación grave o muy grave. Gilbués (Piauí), Irauçuba (Ceará), Seridó (Paraíba/Rio Grande do Norte) y Cabrobó (Pernambuco) constituyen los cuatro Núcleos de Desertificación identificados. A pesar de la reducción de la tasa de deforestación en la Amazonía (27.772 km2/año en 2004 a 7.464 km2/año en 2009), esta zona y otras presentan valores de deforestación alarmantes. Durante el periodo comprendido entre 2002 y 2008 se deforestaron en la Amazonía brasileña 110.068 km2; en el Cerrado, 85.074 km2; en la Caatinga, 16 576 km2; y en Pantanal, 4.279 km2. Casos de estudio: Rondonia, Rio Grande do Sul, Balbina y Manaos.

Chile: Los glaciares de Chile se están derritiendo. Este país posee la mayor cantidad de glaciares en Suramérica, con una superficie aproximada de 22.000 km2, que abastecen de recursos hídricos a un 70% de la población. De una muestra de 100 glaciares, el 87% presentaba evidentes retrocesos, 7% se encontraban estables y solo 6% de ellos presentaba avances. Casos de estudio: Santiago, Glaciar O’Higgins, La Escondida y Atacama.

Colombia: La mayoría de los cuerpos de agua colombianos presenta índices de contaminación, generada principalmente por actividades humanas, como las descargas no tratadas de aguas residuales de origen doméstico e industrial y provenientes de producción agrícola (plaguicidas y fertilizantes) y ganadería. Colombia es uno de los países con mayor oferta hídrica natural del mundo. Casos de estudio por imágenes satelitales: Armero, La Amazonía y La Guajira.

Costa Rica: Este país ha experimentado tasas de crecimiento poblacional y de deforestación del Valle Central que se encuentran entre las más altas del mundo. En un plazo de 50 años, la población se quintuplicó y al mismo tiempo se talaron unos 11.000 km2 de bosque, la quinta parte de su territorio continental. La Gran Área Metropolitana, que representa solo el 4% de la superficie del país, concentra el 50% de la población. Casos de estudio por imágenes satelitales: Gran Área Metropolitana.

Ecuador: La deforestación está provocando que desaparezcan, anualmente, entre 140.000 y 300.000 hectáreas de bosque. La costa ha experimentado transformaciones de hasta un 70% de sus bosques, convirtiéndose en uno de los casos más dramáticos de extinción masiva de especies de plantas a causa de la deforestación. Casos de estudio por imágenes satelitales: Amazonía, Glaciar Cotopaxi y Golfo de Guayaquil.

El Salvador: La contaminación del aire, suelo y agua es uno de los principales problemas en un país donde solo en su área urbana se generan 3.187 toneladas diarias de desechos sólidos y el 95% de las aguas residuales se descarga sin tratamiento en los cuerpos de agua. El 90% del agua presenta altos niveles de contaminación química y biológica. Casos de estudio por imágenes satelitales: Cerrón Grande y San Salvador.

Guatemala: La deforestación es uno de los principales problemas ambientales del país. El porcentaje de la superficie cubierta por bosques ha disminuido de 43,8% en 1990 a 36,3% en 2005. Además, las enfermedades causadas por contaminación de las aguas continúan siendo un problema de salud importante. Casos de estudio por imágenes satelitales: Frontera Guatemala-Belice, Lago Atitlán y laguna Lachuá.

Guayana: El 77% de la población de este país vive en un radio de 100 km de la costa, que ocupa alrededor del 7% del área total. Gran parte de la cobertura forestal costera se ha perdido debido a la minería, la agricultura y los asentamientos humanos. Caso de estudio por imágenes satelitales: Omai.

Honduras: Menos del 10% de la demanda de agua (unos 1900 millones de m3/año) se suple con aguas subterráneas y el resto con recursos superficiales. Acuíferos situados a 150 metros sustentan muchas comunidades, especialmente en el sector urbano, y están al borde de la sobreexplotación y del deterioro de la calidad por efectos de la contaminación doméstica e industrial. Caso de estudio por imágenes satelitales: Golfo de Fonseca.

México: El aumento de la población, patrones de consumo y urbanización y la sobreexplotación y distribución de los recursos están ocasionado fuertes presiones sobre la calidad y disponibilidad de recurso hídrico en el país. Debido al crecimiento de la población, la disponibilidad per cápita de agua se ha reducido drásticamente, de 17.742 m3 en 1950 a un estimado de solamente 4.210 m3 en 2010. Casos de estudio por imágenes satelitales: Zona metropolitana del Valle de México, Lago Chapala, Cancún y Selva Maya.

Nicaragua: En 17 años, Nicaragua perdió el 27% de su bosque. La expansión de la frontera agrícola, la ganadería extensiva, la explotación selectiva de maderas de alto valor comercial, la obtención de leña como recurso energético y la minería son las principales causas de la deforestación del país. Actualmente, la tasa de deforestación anual es de 75.000 hectáreas. Casos de estudio por imágenes satelitales: Tipitapa y Nueva Guinea.

Panamá: Más de 130.000 hectáreas han sido concesionadas en Panamá para la exploración y explotación de minería metálica y unas 187.000 para minería no metálica. Algunas de estas concesiones se encuentran en áreas ambiental y socialmente vulnerables y pueden poner en riesgo la biodiversidad, el agua y los bosques y la calidad de vida de los habitantes de estas zonas. Casos de estudio por imágenes satelitales: Bahía de Parita y Darién.

Paraguay: La sobreexplotación de la tierra destinada a la agricultura más allá de las posibilidades de regeneración natural ha mermado la productividad agrícola de los suelos y ha aumentado considerablemente la vulnerabilidad de los ecosistemas rurales. Entre un cuarto y un tercio del territorio del país son actualmente regiones semiáridas, con altos riesgos de desertificación en la región Occidental. Casos de estudio por imágenes satelitales: San Pedro, Ciudad del Este, El Chaco y central hidroeléctrica Yacyretá.

Perú: Se estima que la población de peces marinos en Perú está siendo sobreexplotada en un 30% y desde la década de los ‘90, se ha observado un fuerte aumento en la captura de las distintas especies y una drástica caída en la biomasa de las mismas. El mar peruano es uno de los más abundantes en recursos de la Cuenca del Pacífico y del mundo. Perú es el segundo país en mayores capturas de pesca después de China. Casos de estudio por imágenes satelitales: Pucallpa, Cerro de Pasco, Lima y Madre de Dios.

Surinam: El comercio ilegal o excesivo de especies silvestres es un problema creciente en un país donde este tipo de comercio constituye una importante fuente de ingresos, impuestos y empleos. Surinam comercia psitácidos (loros, guacamayos, pericos, reptiles (iguanas y tortugas) y anfibios (ranas exóticas) con las Guayanas y Europa, principalmente. Casos de estudio por imágenes satelitales: Moengo y Paramaribo.

Trinidad y Tobago: La producción de petróleo y gas natural del país líder en este tipo de industria del Caribe (el 40% del PIB y el 80% de las exportaciones provienen de este sector económico) está generando una gran cantidad de desechos tóxicos y una elevada contaminación ambiental: estas dos islas poseen el promedio de emisiones de CO2 per cápita más alto de ALC, con 27,88 toneladas (2006). Caso de estudio por imágenes satelitales: Point Lisas.

Uruguay: Desde que en 1987 se promoviera por ley el cultivo forestal, se ha producido la sustitución de campo natural, destinado a la ganadería, por plantaciones industriales de pinos y eucaliptos, principalmente. Entre 1990 y 2004, la superficie de plantaciones forestales se incrementó en un 1.600%, afectando fuertemente los ecosistemas de pastizales naturales. Caso de estudio por imágenes satelitales: Tacuarembó.

República Bolivariana de Venezuela: Este país rico en minerales (hierro, bauxita, oro, carbón, diamantes y magnesio) y petróleo está viendo como las explotaciones mineras provocan impactos en la contaminación de suelos y del aire, degradaciones del paisaje, pérdida de suelo y deforestación. Petróleos de Venezuela y la Corporación Venezolana de Guayana reportan anualmente unas emisiones de desechos anuales estimadas en 600.000 toneladas. De este total, el 50% son emitidos por la industria petrolera, petroquímica y minera de hierro y aluminio. Caso de estudio por imágenes satelitales: Lago Maracaibo.

Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
Oficina Regional para América Latina y el Caribe
Unidad de Comunicaciones e Información Pública
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Atlas ambiental de América Latina 2010 (PNUMA)

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Las Naciones Unidas acaban de presentar el documento, América Latina y el Caribe – Atlas de un ambiente en transformación recopila más de 200 imágenes que muestran los principales problemas ambientales de la región, que nos muestra las 10 mayores catástrofes de Latinoamérica, ocho de las cuales son creación de nuestros pueblos, y dos como consecuencia del cambio climático.
En nuestro sub continente lo peor es el crecimiento de las ciudades y sus efectos en el entorno, la falta de ordenamiento territorial y sus efectos sobre los suelos, ríos y lagos, la deforestación y las perlas de la destrucción provocada por la irracionalidad de la gran minería.
Somos responsables de las siguientes 10 catástrofes documentadas y fotografiadas en este documento:

1. Crecimiento urbano – Manaos, Brasil
2. Crecimiento urbano – San Salvador, El Salvador
3. Cambio climático – Glaciares Upsala, Argentina y O?Higgins, Chile
4. Explotación minera – Cerro de Pasco, Perú
5. Avance de la frontera agrícola – El Chaco, Paraguay
6. Desastre natural, inundación – Trinidad, Bolivia
7. Cambio de uso del suelo – Tipitapa, Nicaragua
8. Contaminación del agua – Lago Atitlán, Guatemala
9. Sedimentación por deforestación – Lac Peligre, Haití
10. Desarrollo costero – Union Island, San Vicente y las Granadinas

El estado ambiental de la región: principales hallazgos

1. El crecimiento de las ciudades: La ausencia de una adecuada planeación urbana y territorial ha generado importantes problemas en las ciudades de la región. Las ciudades latinoamericanas son las más compactas del mundo, tienen los centros urbanos de mayor densidad y presentan retos importantes como la gestión de residuos sólidos o el tratamiento de las aguas residuales.
2. Degradación de la tierra: Aunque la región todavía cuenta con zonas de exuberante vegetación y es una de las reservas de biocapacidad del mundo, la degradación de la tierra, incluida la desertificación, la erosión de los suelos y las costas son evidentes a lo largo y ancho del continente. La desertificación actualmente afecta a más de 600 millones de hectáreas en biomas áridos, semiáridos y subhúmedos en la región.
3. Profundos cambios en la agricultura: Las tierras destinadas a uso agrícola aumentaron a un ritmo del 0.13% anual entre 2003 y 2005, ocasionando la pérdida de bosques y otros hábitats. Este cambio está acompañado de otro más profundo: los principales cultivos alimenticios, como la papa, la yuca, el arroz y el trigo, registran una disminución por habitante, al tiempo que se incrementan los cultivos para uso industrial, combustible y forraje.
4. Minería: América Latina es la región del mundo con la mayor porción (23%) de presupuestos destinados a exploración por parte de las principales empresas mineras. Más de 10.000 millones de dólares se invierten en actividades mineras cada año en la región; alrededor del 20% se destina a Chile.
5. Agua dulce: La región concentra más de 30% de toda el agua dulce disponible en el planeta y casi 40% del total de sus recursos hídricos son renovables. La presión debida al uso agrícola se ha incrementado de manera constante desde mediados de la década de 1990, y la superficie total irrigada se duplicó entre 1961 y 1990.
6. Glaciares: Según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (PICC), la mayoría de los glaciares tropicales en la región se habrá derretido entre 2020 y 2030. Los glaciares sudamericanos son de importancia vital como fuente de recursos hídricos para usos domésticos, agrícolas e industriales.
7. Urbanización costera: Un gran porcentaje de la población y de las actividades económicas se concentran en las zonas costeras de la región. El turismo, la expansión urbana no planificada, las aguas residuales urbanas e industriales, y la acuicultura son algunos de los factores que explican la degradación de los ecosistemas costeros como manglares, humedales y arrecifes de coral.
8. Bosques: La deforestación está muy extendida y en algunos lugares es rampante. Según la FAO, América Latina y el Caribe perdió cada año alrededor de 43.500 km2 de bosques entre 2000 y 2005. Esta cifra equivale a perder anualmente un área que supera la superficie de Suiza. La peor parte de la deforestación se registra en Sudamérica, en especial en la Amazonía brasileña, si bien esfuerzos recientes han disminuido la tasa anual de deforestación en este ecosistema.
9. Desastres naturales: El número de personas afectadas por las inundaciones, las sequías y otros episodios hidrometeorológicos se ha incrementado en la región desde el año 2000. Entre 1995 y 2006, aproximadamente 20 millones de personas se vieron afectadas por estos eventos, sobre todo los de carácter climático, como los huracanes.

América Latina y el Caribe es una región de una gran riqueza natural ambiental que, sin embargo, se está viendo deteriorada. Como muestra el Atlas de un ambiente en transformación, los problemas más importantes que la región enfrenta son la urbanización acelerada y sin planificación adecuada, el cambio climático, la deforestación, el cambio de uso del suelo, la pérdida de biodiversidad y la degradación de las áreas costeras.
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COP 16 Síntesis Oficial

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Synthesis of UNFCCC Climate Change Conference in Cancun, Mexico
29 November – 10 December 2010
Overall Summary
Governments met in Cancun, Mexico, from 29th November until 10th December 2010, for the 16th Conference of the Parties (COP16) under the UN Framework Convention on Climate Change, and the 6th Meeting of the Parties to the Kyoto Protocol (CMP6). As a result of extensive negotiations, the COP and CMP adopted the Cancun Agreement—a set of decisions that will eventually lead to a new post-Kyoto regime and a new treaty. The Cancun decisions set in place the working groups and committees to develop the details of the institutional mechanisms that were established in Cancun to deal with adaptation, mitigation, financing, technology transfer, REDD+ and capacity building.
A major part of the success in Cancun can be attributed to the Mexican Government. Their tireless efforts before and during the meeting, as well as their diplomatic skills, consultations, and respect for transparency, made this conference the COP where the corner was turned and the negotiations within the UN framework were again seen as providing useful outcomes.
The Negotiation Process
Following the Copenhagen summit in December 2009, many governments expressed a loss of faith and trust in the multilateral climate negotiations. Through extensive consultations during 2010, the Government of Mexico was able to effectively rebuild the confidence of nearly all governments and the Cancun summit has been widely hailed by governments as generating a new momentum in the negotiations process. Under the leadership of the Government of Mexico, parties felt the negotiations were conducted in an inclusive, transparent, and trust-building way. In particular, the involvement of Ministers in Cancun managed to balance political guidance with transparency. Ministers were requested to convene in working groups on specific issues open to all delegations. These groups then reported their progress to the formal negotiating sessions allowing Mexico to compile them into a party-driven decision text that was adopted.
In the final adoption process, however, the COP President—HE Patricia Espinosa, Minister of Foreign Affairs, Mexico—was met with opposition from one member state, which expressed strong concerns over environmental integrity and the outlook for the Kyoto Protocol. Previously under the UNFCCC, the customary understanding of “consensus decision-making” has been that if one country does not agree with one item, no decisions were adopted and negotiations continued. However, the COP has never formally accepted firm rules or procedure for decision-making. In Cancun, despite strong objection from one party, the COP—under the leadership of Minister Espinosa—adopted the Cancun decisions, and so overturned for the common operational procedure in the UN system that decisions can only be taken by consensus. Although the COP did formally note opposition, the decisions were adopted on the understanding that one country could not “veto” a deal that is supported by all other governments. Cancun therefore sets a new precedent for international climate negotiations—one in which opposition from one party is not necessarily able to derail negotiations. The consequences of this precedent will become clear in the future, no doubt through discussions about what constitutes majority consensus.
The session concluded at around 6am on Saturday 11th December. Almost all governments expressed a renewed energy to build on Cancun and continue working in the same spirit together next year towards COP17/CMP7 in Durban, South Africa. It is important to note in this regard the active role and participation of China and India in the negotiations in Cancun, as well as the collaborative positions of the US, BASIC countries and Venezuela. Indeed, in his closing remarks, Indian Environment Minister Ramesh, supported by a standing ovation, proclaimed “we have restored the confidence of the international community in this process and in multilateralism. This Cancun outcome gives us the confidence to look ahead and take on climate change together.”
The Outcome
The Cancun outcome is made up of a “balanced package of decisions” under the two-track Bali Road Map. Although not a treaty, the decisions are formal agreements under the COP and CMP, and many governments from across regional groupings hailed this package as laying the foundation for a post-2012 climate regime. The decisions cover both the Convention and the Kyoto Protocol negotiating tracks. Under the Convention is a comprehensive set of decisions, including all parties, which set up a wide variety of new instruments, mechanisms, and processes under the UNFCCC. The agreement reaffirms that negotiations will continue on with the goal of codifying a new treaty in the future. Decisions taken under the Kyoto Protocol complement this by agreeing to continue work, with a view to a second commitment period under the Kyoto Protocol for relevant parties in 2013. To note is that the commitments declared thus far in both tracks fall short of ensuring that the temperature rise remains below 2 C by 2050.
Importantly from a development policy perspective, the Cancun package affirms “that addressing climate change requires a paradigm shift towards building a low-carbon society that offers substantial opportunities and ensures continued high growth and sustainable development.” Indeed, the entire agreement is infused by statements that stress the importance of sustainable development and poverty eradication. This is a welcome development for the UN/DP. Indeed, many sentences resemble UNDP discussion papers and messages.
On specific operational issues, there are few references in the package to any organizations, including the UN. The World Bank is named as the interim trustee of the Green Climate Fund and a new independent secretariat will be set up to govern the new fund. Details of the delivery of finance will be determined in 2011. The Group of 77 and China have always argued that the fund warrants a new organization, while a number of developed countries have always argued that the fund should be under the purview of the World Bank. 2011 will therefore be a crucial year for the UN to define its role in the climate regime as details of the institutional issues on the fund—and indeed many other operational issues—are elaborated.
Detailed analysis of the Cancun package can be found in the sections below with special emphasis on the adopted text that is relevant to UNDP.
UNDP in Cancun
Overall, this was a good COP for UNDP, with high visibility and an active delegation. In addition to supporting delegations’ requests for technical assistance and discussion on various elements of the negotiations, UNDP delegates were involved in identifying the policy and programming implications of the parties’ positions and decisions taken as they evolved. UNDP also participated in a number of successful outreach activities, including bilateral discussions and over 50 side events.
UNDP Administrator Helen Clark headed the delegation on the 7th and 8th of December. The Administrator participated in the One-UN high-level side event that showcased the UN’s collective work on climate change as well as in a number of other side events. She conducted numerous high-level bilateral meetings and press briefings. The Administrator participated in a joint press conference with the Prime Minister of Grenada (on behalf of the Alliance of Small Island States), Denmark’s Minister for Climate, Energy and Gender Equality, and World Bank President Robert Zoellick to announce a new US$14.5 million partnership for supporting renewable energy in small island developing states.
UNDP’s participation in side events was extensive, often serving as a host, panelist or participant in events addressing capacity building, gender, migration, REDD+ and CDM. A summary of UNDP’s engagement with these events will be forthcoming.
Technical Analysis of Outcomes
Mitigation
The Cancun package does not present clear definitions on the second commitment period to the Kyoto Protocol. However, in Cancun, governments committed to working toward this and to avoiding a gap between the first and second commitment periods. The Kyoto Protocol decision does, however, note the mitigation pledges to be submitted under the Cancun decision under the Convention, and reaffirms that the Kyoto mechanisms (e.g. Clean Development Mechanism, Joint Implementation, Adaptation Fund) remain active and available to Kyoto parties.
Under the Cancun decision on long-term cooperative action, a new regime for mitigation actions and reporting has been created. This outline of this new regime is detailed in the agreement and will be further developed in 2011. This has many implications for development policy and UNDP programming, including:
• Developed countries will submit detailed information on their pledges and proposed actions to the Secretariat. These actions will be subject to international monitoring, reporting and verification (MRV), subject to the development of new guidelines in 2011. Initially these submissions will be comprised of those already communicated to the Secretariat since Copenhagen.
• As per the Bali Action Plan, developing countries will also now undertake mitigation actions under the UNFCCC process.
• The Cancun Agreement “encourages governments to prepare low-carbon development strategies in the context of sustainable development”. Moreover, “developing countries will undertake nationally appropriate mitigation actions (NAMAs) in the context of sustainable development”. At this stage, the agreement contains no details on what will constitute a NAMA; however, it requests the UNFCCC Secretariat to organize a workshop as soon as possible to understand the variety of NAMA definitions, as well as the relationship between strategies and NAMAs.
• Decides that developed country parties will provide financial, technological and capacity building support for preparation of NAMAs and enhanced reporting, probably through the new fund (see below).
• The agreement invites developing parties to voluntarily submit information on their NAMAs to the Secretariat, as was done by many developing countries after Copenhagen. Initially the Secretariat will compile this information into a document; however, the agreement also creates a “registry” to be managed by the Secretariat that will house this information.

• The registry will list NAMAs seeking international support, support available from parties, and support provided for NAMAs. In a separate section, domestic unsupported NAMAs will be listed. The Secretariat will regularly update the registry.
• For NAMAs that receive international support, international measurement, reporting and verification of actions will take place. Guidelines and modalities for this will be elaborated in 2011.
• For those NAMAs that are not internationally supported, developing countries will undertake domestic MRV and report their actions through new, enhanced national communications every four years. In addition, countries will be required to submit biennial reports that include GHG inventories and information on mitigation actions, needs and support received. These biennial reports will then be subject to International Consultation and Analysis (ICA) by experts in consultation with the country concerned. Again, guidelines will be developed for domestic MRV and new national communication/biennial report methodologies in 2011. Financial support for these activities will continue to be provided under the Convention funds.

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Shaka Zulu Cop 17

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Ethekwini en Kwazulu-natal, es el nombre Zulú de Durban, ciudad en la que el próximo año el mundo estará a la expectativa de la capacidad de los políticos para enfrentar la realidad del cambio climático. Allí se realizará la COP 17, la última antes de la muerte del tratado de Kyoto.

Durban es hoy un importante puerto en el Índico, luego se ser parte del imperio Zulu. Es además una de las ciudades más importantes de Sudáfrica.

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En un año no será posible que Obama convenza a sus opositores de enfrentar positivamente este tema. Los republicanos, en general están convencidos de que el cambio climático es un mito, un cuento chino, una conspiración contra el modo de vida norteamericano. Es más están convencidos de sus capacidades tecnológicas para enfrentar este reto si es que fuera cierto. Como señalaba Schelling, no esperen nada de los estados unidos de Norteamérica, ellos se preocuparán por ellos mismos, si quieren enfrentar seriamente este problema comiencen por hacer algo en su propia casa. Suena injusto, y hasta cínico, pero es cierto.

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Esperemos que para entonces las experiencias en el manejo de los recursos para la adaptación, el manejo de grandes bisques, y las tecnologías verdes hayan madurado un poco más, lo suficiente como para hacernos cargo del futuro que otros han abandonado.
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COP 16 Una cumbre sin mayor novedad (El Comercio)

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Aunque suene a exiguo consuelo, lo mejor de la Cumbre de Cambio Climático que se realizó en Cancún es que no se retrocedió ni se cuestionó la idoneidad del proceso de negociaciones
El Comercio. Por: Augusto Townsend Enviado especial
Domingo 12 de Diciembre del 2010

CANCÚN. La Cumbre de Cambio Climático de Cancún cumplió plenamente con las expectativas, porque las que había apuntaban a que no iba a pasar mucho. Y así fue: solo se tuvieron tímidas mejoras en aspectos particulares. Lo que se prorrogó no fue el Protocolo de Kioto (pocos esperaban que ello sucediera) sino la indignación de las diversas ONG ambientalistas que se dieron cita en el enclave turístico mexicano, para alzar nuevamente su voz de protesta por la inacción de los gobiernos en torno a este problema. Por lo pronto, la posibilidad de alcanzar un tratado en materia climática, que sea a la vez omnicomprensivo y vinculante, sigue siendo elusiva.

LOS BUENOS Y LOS MALOS
El año pasado, en la Cumbre de Copenhague, Dinamarca, el Gobierno Chino fue sindicado como el villano que impidió que los resultados fuesen más ambiciosos. Como es natural en este tipo de encuentros, las delegaciones adquieren una personalidad propia y la prensa se ve tentada a separarlas por bandos: los buenos y los malos. Esta vez, el más malo de todos –según se apresuraron en concluir los medios– fue Japón.

El Gobierno Japonés declaró desde un inicio de las negociaciones que no apoyaría una extensión del Protocolo de Kioto, posición que secundaron Rusia y Canadá en términos más contundentes que los originalmente expresados por aquel. De hecho, el principal negociador ruso dijo que una ampliación no sería “científica, económica ni políticamente eficiente”.

La posición japonesa, aunque impopular a estas alturas, tiene asidero. El Protocolo de Kioto es el único instrumento vinculante que existe para controlar las emisiones de CO2, pero comprende a países que justifican solo el 30% de aquellas y deja afuera a los dos más contaminantes: China y EE.UU. (en ese orden). No es, por tanto, la solución al problema, aunque –es cierto– peor sería no tener nada. A la gran mayoría de los países en desarrollo lo que le preocupa es justamente esta hipótesis: que los países menos ávidos a comprometerse se traigan abajo el Protocolo de Kioto y nada lo reemplace.

DESENCUENTROS
Como se pudo ver otra vez en Cancún, China y EE.UU. siguen enfrascados en una pelea para no perder competitividad uno frente al otro. Washington sigue pensando en cómo exportarle más a Beijing en lugar de ver invadido su mercado por sus productos que son más baratos, no solo por el menor costo laboral y la subvaluación del yuan, sino por tener el gigante oriental una regulación ambiental más flexible.

China, en tanto, ha logrado aplacar las necesidades de su desbordada población gracias a un modelo exportador que se basa en esa mayor competividad artificialmente impulsada. En esa medida, sigue escudándose detrás de sus compañeros del bloque Basic (Brasil, India y Sudáfrica) para no perder la condición negociadora de ‘país en desarrollo’, pese a ser ya la segunda mayor economía del planeta y la más contaminante.

China rechaza –pese a haber propuestas de la India en ese sentido– cualquier sistema de monitoreo, reporte y verificación (MRV) internacional que permita saber cuánto viene haciendo en materia de reducción de sus emisiones, pues lo considera una violación de su soberanía. EE.UU., en respuesta, se escuda en ello y dice que no negociará su posición hasta que su competidor acceda a ser monitoreado. Como ello no ocurre, las discusiones sobre los temas más relevantes no se desentrampan.

Quizá ese sea el objetivo velado de ambos: diferir los acuerdos mientras se avanza en la agenda nacional –y se supera la turbulencia que todavía agobia a la economía global– para estar en condiciones de apoderarse a futuro del mercado de las tecnologías limpias, que posiblemente se convierta en el más importante de este siglo. Ello, mientras el mundo se convierte en testigo de excepción del potencial devastador del cambio climático.

DESARTICULADOS
La UE sigue teniendo en este debate una posición principista pero poco efectiva: ya ha puesto sus compromisos sobre la mesa y se ha quedado sin un as bajo la manga. La Alianza de Pequeños Estados Insulares trae a la discusión la voz de quienes están más amenazados pero que, a la vez, tienen menos cartas que jugar para inclinar las negociaciones hacia sus intereses.

Latinoamérica sigue siendo un conjunto desarticulado: Brasil, comportándose como un jugador de peso en pared con sus colegas del Basic, pero compartiendo su obstinación (no accede a que se monitoree su trabajo en materia de control de la deforestación); Bolivia acusando a los países desarrollados de ‘ecocidio’, aunque principalmente para buscar el aplauso de las graderías; el Perú hablando aún en voz baja, pese a ser uno de los tres países más vulnerables al cambio climático, según el Tyndall Center; por citar algunos casos.

Pero las cartas no están echadas. Aun cuando uno tenga que relajar la exigencia al evaluar los resultados de esta cumbre, siempre consuela –mínimamente, es verdad– el saber que pudo ser peor. El entrampamiento de las negociaciones pudo llevar a que se cuestione la idoneidad de la ONU para conducir este proceso, como se hizo en Copenhague.

El mérito de haber evitado esto último radica en la solvencia del Gobierno Mexicano y, en especial, de su ministra de Relaciones Exteriores, Patricia Espinoza, quien fungió de presidenta de la cumbre. La muñeca diplomática mostrada por el anfitrión fue digna de elogio (de hecho, recibió una ovación de pie). Incluso, cuando se deslizó el rumor de que había un “texto escondido” que se quería imponer al caballazo a los países en desarrollo (como pasó en Copenhague), Espinoza salió rauda a aclarar que el texto sí existía, pero que había sido repartido a todas las delegaciones, salvaguardando la transparencia y la confianza en el proceso.

Sudáfrica podría –debería– traer consigo logros más significativos a finales del próximo año, en la Cumbre de Durban. Esperemos ver una mayor voluntad de compromiso, que sea consecuencia de un escenario económico más favorable antes que de una mayor incidencia de estragos climáticos. Sigue leyendo

COP 16 Final sin pena ni gloria

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Un viejo mito maya narra el combate fratricida entre Kisich y Tizic por el amor de la bella Nicte Ha. Al final de un feroz encuentro ambos mueren. Nicte Ha queda sola y desconsolada. Los dioses conmovidos por los sucesos, convierten a los hermanos en árboles y a ella en una flor que crecerán juntas por la eternidad. Kisich se convierte así en Chacahs es el árbol símbolo de Cancún y de la COP 16 y tiene el poder de curar el veneno producido por su hermano Tizic.

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Finalizada la conferencia podemos decir que México hizo todo el esfuerzo, pero tampoco esta vez hubo victorias que celebrar y son pocas las flores de la esperanza para Sudáfrica 2011, lugar al que tendrá que volar esta vez la mariposa monarca, el otro símbolo de la conferencia.

Pese a que los diplomáticos parecían contentos con lo logrado, nosotros los ciudadanos del planeta no tenemos mucho de que sonreír. Cinco grandes temas se trataron:

1. El relativo a darle vida a un nuevo acuerdo que sustituya el de Kyoto. No se logró. Lo bueno fue que ninguno de los firmantes se apartó anticipadamente como podía haber ocurrido. Lo feo fue lo que ocurrió con Bolivia, que intentó desesperadamente y sin éxito incluir sus puntos de vista en los acuerdos, en particular los referidos a los derechos de los indígenas.

2. Reconocer que los compromisos presentados hasta ahora no alcanzan para estabilizar el clima; es un punto que ha quedado claro, pero parece haber sido insuficiente para doblegar los intereses de los viejos estados dirigen el mundo según sus propios pareceres. Según las estimaciones de los expertos, las metas propuestas hasta la fecha no son suficientes para lograr el objetivo de que el calentamiento no ascienda más de dos grados. Lo acordado tan sólo supondría alrededor del 60 por ciento de esa meta.

3. Comprometer a los países ricos a movilizar 100.000 millones de dólares a partir de 2020. Asunto sobre el que todos dicen que sí, pero que no tiene claro el cómo. Se logró que sobreviva la idea de Copenhague de disponer de 30 mil millones para proyectos inmediatos contra el cambio climático, pero no especifican cuáles serán las vías a seguir para nutrir al Fondo Verde en el futuro. Respecto de su ejecución se estipula que el Banco Mundial jugará un rol fundamental, al mismo tiempo que se hizo un llamado a los países industrializados a ser más transparentes en este punto.

4. Un pacto para reducir la deforestación. Al final de la convención está claro que se fortalecerán los mercados de carbono. El punto principal será la protección y no la reforestación. Esto presenta varios problemas. De una parte se consideran solo los bosques nacionales (hay algunas pocas excepciones), de modo que puede darse el caso de una sobre explotación de los bosques en manos de particulares; y de otro que se desconozcan los derechos de los pueblos indígenas sobre muchas partes de sus territorios hoy considerados como parte de los bosques nacionales.

5. El compromiso de recorte de emisiones voluntarias. Sobre este tema abundan los buenos deseos como las piedras del infierno. Se habla de reducciones de GEI entre 25 al 40% por debajo de los niveles de 1990, para el año 2020. Se considera que continúen los mecanismos de flexibilidad (MDL) para los países ricos presentes en ese protocolo, aún luego del eventual final del protocolo de Kyoto.

Finalmente, los países industrializados que suscribieron Kyoto así como Estados Unidos fijarán en una lista sus objetivos nacionales de reducción de gases de efecto invernadero. Los países en vías de desarrollo los reducirán teniendo en cuenta su crecimiento económico y en base a compromisos voluntarios, que estarán fijados en una segunda lista. Sigue leyendo

Cop 16, Cancun esta que arde

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Fuentes: milenio.com. El Universal

Pablo Solon se retiró de una reunión informal en la que se trataban asuntos relacionados sobre pueblos indígenas en la que participaban menos de 50 países, señalando que el tema debe tratarse con todos.

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La posición boliviana, considerada como vocera de los miembros de la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA, integrada por Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Venezuela y otras tres islas del Caribe) ha sido considerada como tendenciosa, ya que sus miembros saben de los diferentes tipos de reuniones y sistemas con antelación.

El presidente Correa de Ecuador añadió leña al fuego, adelantando que no podía culparse a los países de ALBA por el fracaso de las conversaciones y añadió “Podemos tener las mejores intenciones y declaraciones, pero si siguen primando los intereses de ciertos países que, a su vez, están dominados por los intereses del gran capital, la gente no estará primero”.

Por otro lado, los gobiernos de Brasil y Reino Unido, a pedido de la presidente de la conferencia, han iniciado un sondeo para tratar de impulsar un segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, y procuran que Japón no se convierta en un obstáculo, o en todo caso procurar que el efecto de su decisión sea mínimo.
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Cop16: Kyoto o no Kyoto

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Posiciones encontradas. Mientras unos rebajan sus expectativas para lograr algún acuerdo, otros endurecen sus posiciones aún a riesgo de una postergación de las negociaciones. Los europeos, presos de sus propios acuerdos están estancados, la inversión en reducir emisiones paga la irresponsabilidad de los otros, entre ellos la de su jefe, los Estados Unidos. Bolivianos (junto con el Alba) y Japoneses por razones distintas coinciden en sus exigencias respecto de acuerdos más firmes, los primeros aumentando los compromisos de reducción de emisiones; y los otros exigiendo que los más grandes (USA y China) y más cochinos ayuden a la limpieza de la atmósfera. Los gringos pueden gastar 5 mil millones de dólares por mes en una guerra, pero están atados de manos para combatir el calentamiento global. Los Chinos quieren tiempo, exoneraciones y ser la gran fábrica del mundo, no importa si el gato es sucio limpio, lo que importa es que sea el mío.

Las siguientes frases tomadas de El Mundo (1)de España y Oncetv, reflejan estos temperamentos.

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La secretaria de Estado de Cambio Climático española, Teresa Ribera, consideró hoy que sería “muy triste” que el principal obstáculo para el éxito de la cumbre de Cancún se encuentre “precisamente en los países latinoamericanos”.

“Se trata de una transformación sustancial, brutal, de la economía y de las relaciones entre países”, ha apuntado.

En este contexto, Ribera pidió a Bolivia reflexionar sobre su actitud, que definió como “muy alejada y distante” del resto de los actores de la cumbre de Cancún, lo que “dificulta” los posibles consensos.

El jefe de la delegación de Bolivia y embajador ante la ONU, Pablo Solón, calificó hoy de “preocupante” la situación de las negociaciones a sólo cinco días de su cierre y exigió poner “cifras” a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

“¿Y hablar ya de 300 mil muertos no es hablar ya de una situación de genocidio? Hablar de un millón por cambio climático, de eso estamos hablando. Resulta que los que defienden la vida ahora somos los bloqueadores”, mencionó Pablo Solón, delegado de Bolivia.

La posición boliviana y del G77, formado por las naciones en vías de desarrollo, exige que los países industrializados recorten sus emisiones contaminantes en una horquilla que va del 50 al 40%.

Japón, Canadá y Rusia han tenido una postura dura en Cancún. En particular Japón ha subrayado que no aprobará una prolongación del Protocolo de Kyoto si Estados Unidos y China no están incluidos.

El Protocolo de Kyoto, único acuerdo vinculante para reducir emisiones, nunca ratificado por Estados Unidos, vence en 2012.

Todd Stern, representante de Obama, prefiere un escenario en el que se acuerde algo de dinero en ayuda a países “afectados”, políticas que faciliten la transferencia de tecnología, y formatos institucionales controlados por organismos internacionales para el control de éstas actividades. Algo así como la ley del oro: el que tiene el oro pone las reglas.
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