Durante el I Taller de Diseño de Estrategias Financieras Integradas contra la Desertificación y Sequía (DEFI), se destacó el papel del biocomercio como un mecanismo innovador de financiamiento y un modelo de gestión de la biodiversidad en los países de la Comunidad Andina, dado que poseen un interesante potencial al concentrar el 25% de la biodiversidad mundial y una gran cantidad de especies endémicas.
En el Perú, el biocomercio constituye una alternativa a las prácticas agrícolas inadecuadas pues genera rentabilidad, desarrollo productivo, pero con respeto al sostenimiento ambiental. Nuestro país es uno de los doce países con mayor biodiversidad en el planeta, por lo que esta herramienta de gestión ofrece oportunidades a las comunidades campesinas, que ya padecen los impactos de la erosión de tierras agrícolas.
A la clausura del evento coordinado por el Mecanismo Mundial (MM), órgano subsidiario de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULCD), asistió la Viceministra de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales, Vanessa Vereau Ladd, como una muestra del compromiso del Ministerio del Ambiente con el liderazgo nacional en el desarrollo de estrategias de adaptación al cambio climático y degradación de tierras.
Cabe destacar que el evento, que congregó a más de 40 funcionarios y agentes claves de los países miembros de la Comunidad Andina (CAN), logró posicionar el tema de la desertificación dentro de los marcos de las políticas de desarrollo regional y contribuyó a la construcción de capacidades para un uso más eficiente y dirigido de los recursos financieros.
Al respecto, Alejandro Kilpatrick, Coordinador para América Latina y el Caribe del Mecanismo Mundial de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (MM/CNULCD), señaló que los aportes y experiencias multinacionales vertidos en el taller serán de gran importancia para la definición de una estrategia de fortalecimiento de actores locales con miras a combatir no sólo la desertificación sino, también, el cambio climático y para promover el manejo sostenible de las tierras a través de alternativas como el biocomercio.
“Cada vez es más necesario promover una integración total de los temas del manejo sostenible de la tierra, dentro de los ciclos programáticos y presupuestales a nivel nacional. Ya dimos el primer paso, consolidar la voluntad que la lucha contra la desertificación y sequía se debata al mismo nivel que la lucha contra el cambio climático y que se adquieran las herramientas necesarias para la generación de recursos en el manejo sostenible de las tierras”, puntualizó Kilpatrick.