Esta presentación es más el resultado de mi curiosidad que de un conocimiento profundo sobre el tema, y por tanto esta hecha más de preguntas que de certezas. Me aproximaré primero al fenómeno del calentamiento global y sus consecuencias para nuestro país, luego presentaré algunas características de la agricultura campesina, para luego establecer las relaciones entre ambas realidades.
Cambio climático
1. Desde hace casi 30 años científicos de diversas partes del mundo han advertido cambios en el comportamiento del clima cuya más clara, o sintética, manifestación se expresa en un aumento de la temperatura media en todas partes del mundo. La discusión sobre la causa de tal fenómeno pasó de la idea de que podríamos estar atravesando por un ciclo “natural” de aumento de la temperatura, después de todo la historia del planeta registra situaciones similares en la edad media, así como otras muy frías en épocas anteriores. Poco a poco sin embargo se abrió paso a la discusión sobre la correlación primero y a la causalidad luego entre la producción de gases de efecto invernadero (GEI) y calentamiento planetario. Quedó así establecido que las causas son antrópicas y que se trata del más serio problema global.
2. Otro de los aspectos que encierra el problema de cambio climático es el ético. ¿Podemos señalar como responsable a la sociedad industrial a los países desarrollados? ¿Conocían ellos las consecuencias de su modelo? En todo caso ¿Puede individualizarse o distribuirse de alguna manera la responsabilidad? Antes de contestar hay que señalar varias cosas, la primera tiene que ver con el proceso de internacionalización primero y la globalización más adelante, y al respecto ya Adam Smith y Marx advertían de estas tendencias del capitalismo y sus consecuencias negativas sobre el entrono, bien ilustradas por escritores de la época. La idea de que con la internacionalización del comercio y de la industria sobrevendría también la de una polución generada por la actividad humana capaz de envenenar la atmósfera es sin embargo una reflexión posterior. Lo segundo que debemos agregar es sobre concepto de responsabilidad: Como señala Bonilla (2008) sobre este asunto Hans Jonas escribe su obra “El principio de Responsabilidad: Ensayo de una ética para la civilización tecnológica” en 1984 argumentando la necesidad de incluir un vector de tiempo en la reflexión sobre la ética, la humanidad en tanto reorganizadora de la naturaleza debe hacerse responsable de ella, y de las consecuencias no previstas de sus acciones en bien de las generaciones futuras, y por tanto las sociedades tienen el “deber de saber” que puede pasar. En tercer lugar tenemos algunos elementos científicos que sumar al asunto de la responsabilidad, los científicos se interesan cada vez más en la atmósfera, y del planeta como totalidad luego de las primeras imágenes del planeta vista desde el exterior, y dan la s primeras alarmas hacia fines de los setenta, pero no sino hasta 1988 que se incorpora a la agenda mundial.
3. Hay que señalar también que el sinnúmero de inferencias que están detrás de la explicación de las causas del calentamiento hace todavía dudar a unos pocos sobre el origen antrópico –la EPA de USA lo acaba de hacer – y a otros sobre la posibilidad de controlar el clima y aprovechar sus efectos positivos (explotar minas y petróleo en el ártico). En cualquier caso el hecho es que aumenta la temperatura media constantemente, y que si sigue así nos extinguiremos. Respecto de los gases invernadero, y en particular el CO2, baste decir que nuestra contribución podría ser de 0,4% (CONAM: 2007), y digo podría, porque investigaciones recientes del IMARPE (2008) revelan que nuestro mar no es un sumidero CO2, si no más bien un productor.
4. De otro lado, como suele suceder los modelos y mediciones respecto de este asunto provienen de las academias europeas y norteamericanas, y se enfocan en sus intereses. Sin embargo, nuevas predicciones y cálculos más precisos han comenzado a llegar desde otras partes del mundo incorporándose a la discusión que sobre el tema conduce el IPCC (Foro internacional sobre el cambio climático). En Latinoamérica es Brasil el país con mayor desarrollo independiente en esta materia, seguido probablemente de Chile y Argentina. En cualquier caso tanto los registros, como los modelos de interpretación son aún un problema para entender que esta ocurriendo con el clima en nuestra región, y particularmente en el Perú; pero no hay duda que en el futuro serán base para las negociaciones internacionales.
5. Los modelos actuales señalan que será esta zona del planeta, la de los andes y la cuenca amazónica, una de las más afectadas por los cambios climáticos, y se alude al estrés hídrico y la desertificación. Las evidencias de desglaciación confirman la tendencia, sin embargo existen otros fenómenos en la región y en el hemisferio sur que complican las predicciones. El fenómeno del Niño y la oscilación sur (ENSO) es uno de ellos, la corriente de Humboldt, la transversalidad de la cordillera de los andes, la magnitud de la selva amazónica, la masa oceánica del hemisferio sur y las características del polo sur son otras.
6. Sobre la información climática nacional y regional nuestro conocimiento es aún bastante precario, ello tiene que ver no solo con la insuficiencia de nuestra infraestructura tecnológica (número de estaciones meteorológicas, no contamos con un satélite nacional) sino también con el hecho de que no se ha hecho una síntesis del saber acumulado, y con la falta de capacidad de cooperación e intercambio de información científica entre las instituciones responsables. (Situación que esperamos se resuelva con la creación del Ministerio del Ambiente).
7. De acuerdo con los meteorólogos, el fenómeno ENSO es responsable de las variaciones interanuales y la oscilación decadal del pacífico (ODP) parece válida para ciclos más largos. Los Niños se corresponden con escalas de tiempo de uno a dos años, y las ODP son del orden de 12 a 20 años (Icochea y Olivera: 2006)
8. De las 7 cuencas estudiadas para la región amazónica que comprende desde la selva del Cuzco por el sur, hasta la unión del Huallaga con el Ucayali en el norte, todas (Requena, Chazuta, Puerto Inca, Maldonadillo, Tambo, Mejorada, Pisac), salvo dos de ellas (Pisac y Mejorada), las demás tienen una alta probabilidad en el descenso de sus caudales para el periodo 2008-2099. La cuenca del Chatuza y Mejorada incrementarían su caudal. El mismo estudio señala que la cuenca de Pisac sería la menos vulnerable, mientras la de Puerto Inca sufriría ascensos de caudal de hasta 200% en los meses de agosto y septiembre.
9. En suma, no sabemos casi nada respecto de este problema y ni cómo afectará a cada una de nuestras tantas zonas de vida. ¿Qué decir entonces? Creo que lo podemos hacer es tratar de ordenar nuestras ideas sobré cómo observar el problema para estimar a mayor detalle nuestra vulnerabilidad, y al mismo tiempo pensar en lo que hay que hacer para adaptarnos, siendo conscientes que ello demanda un esfuerzo multidisciplinario e interinstitucional.
10. En cualquier caso nuestra tarea principal no será la de aportar a la disminución de GEI, sino la de mitigar sus efectos y adaptarnos. Sobre el tema de la adaptación hay dos aspectos importantes que considerar: las alternativas tecnológicas y el capital social sobre las que éstas deben organizarse. Los estadounidenses han inventado una nueva disciplina para adaptarse a los efectos el CC, la llaman geoingeniería. Los que han visto viaje a las estrellas, la guerra de las galaxias, Galáctica, o leen ciencia ficción, pueden imaginar las posibilidades de terraformación de otros planetas (1) como ejemplo de lo que se puede hacer. Paralelamente Jared Diamond (2006), en su libro Colapso, reseña innumerables experiencias de sociedades que sin éxito enfrenaron problemas ecológicos que las llevaron a su desaparición.
11. Mientras tanto los investigadores del Centre for Social and Economic Research on the Global Environment (CSERGE) estudian las reacciones sociales frente a las posibles transformaciones climáticas, y llegan a la conclusión de que en general las decisiones que toman los gobiernos frente a éstos problemas suelen ignorar a las poblaciones dispersas, alejadas y pobres, lo que en nuestro caso puede traducirse en que ignoraremos la suerte de los pequeños agricultores, campesinos y comunidades nativas, o en el mejor de los casos haremos poco por ellos, de modo que podemos esperar aumento de la migración y de los conflictos sociales en los espacios urbanos, los que a su vez verán afectados sus servicios básicos.
12. Como evidencia de la hipótesis anterior podemos tomar el debate en torno al asunto del agua para Lima tendremos una idea de la forma en la que enfrentaremos los problemas: desalinización versus manejo de la napa freática, reciclaje de las aguas servidas, o las tres, además de canon por agua a las comunidades de la sierra central. Otro ejemplo puede observarse en la competencia por este recurso entre los veraneantes del sur y los agricultores y habitantes de los pueblos de las cuencas de Chilca, Mala y Omas.
13. Las soluciones tecnológicas que se proponen frente a los problemas ecológicos son numerosas y de todo calibre, requieren de un mayor análisis sobre sus efectos en el mediano y largo plazo si lo que deseamos es una mayor sostenibilidad. Manejo de aguas subterráneas, reforestación a gran escala, recuperación de redes hídricas, lluvia artificial, selección genética para mayor adaptación de cultivos, para no hablar de sombrillas atmosféricas, o incremento de la capacidad de los océanos para procesar el CO2 (2). En nuestro medio hay también muestras precolombinas de los estados hidráulicos –según la vieja calificación de Wittfogel- relacionadas con la conservación de agua de lluvia, manejo de bofedales, pequeñas represas, sistemas de infiltración y recuperación de la napa freática, control de heladas, captación de humedad ambiental, manejo de suelos, etc.
14. Por lo que sabemos hasta ahora los Niño serán mas frecuentes, la temperatura media del aire aumentará, los cambios en la temperatura del mar parece ir a contrasentido, las lluvias se harán más intensas hacia el norte del paralelo 12° (a la altura de Lima) y disminuirán hacia el sur. En consecuencia se advierte una tendencia a la tropicalización al norte y el surgimiento de una tundra fría hacia el sur este. En el caso del sur este los efectos se amortiguan hacia la vertiente oriental donde se concentra más humedad.
15. El aumento de las temperaturas y la disminución de las lluvias en las zonas altoandinas sugieren un proceso de desertificación en curso (Avalos: 2009). De acuerdo con el modelo japonés TL959L60 MRI/JMA, trabajado por Avalos, muestran un aumento de la temperatura superior a los 2 °C por encima de los 3800 msnm. Asimismo, las lluvias se reducirían entre 10 y 30%. Es importante señalar que estas cifras están por debajo de las calculadas a partir de modelos globales que señalan incremento de las temperaturas de entre 4 y 6 °C.
Sobre el comportamiento del campesinado frente al cambo climático.
1. Los biólogos Edgar Lehr (Alemán) y Alessandro Catenazzi (Peruano) descubrieron en el 2007 una nueva especie de rana a 3 mil metros que vive en las hojarascas protegida por la humedad. Se trata de la Noblella pygmaea. Esta pequeña criatura de un centímetro, que hoy vive en Kosñipata esta amenazada por un hongo ecuatorial “Batrachochytrium dendrobatidis”, conocido asesino de otras especies de ranas. Curiosamente pasa con ella lo que parece pasó con las huestes de Huayna Cápac cuando como resultado de su campaña militar en la hoy provincia de Manabí en el Ecuador, y ayudado por el periodo de calentamiento de la época, son atacados y diezmados por una epidemia de Bartonelosis. (Pachas: 2000; ) ¿Pasará lo mismo con la agricultura campesina?
2. Algo más de 8 de cada 10 productores agropecuarios tiene menos de 5 hectáreas. La mayor parte de ellas dispersas en varios lotes y en diferentes pisos ecológicos. Aproximadamente la mitad de la superficie agropecuaria esta en manos de organizaciones campesinas y de trabajadores (principalmente comunidades campesinas y nativas). No contamos con una tipología de productores que permita organizar la información para establecer de mejor manera la relación con el cambio climático. Como señala Golte, el objeto “comunidad” esconde un conjunto de diferencias que deben ser estudiadas, y asimismo hablar por otro lado de pequeños agricultores independientes es también un exceso en la medida que están inmersos en una intrincada red de relaciones y organizaciones que aseguran la realización de las actividades productivas.
3. Las comunidades campesinas que ocupan el 39% de la superficie agropecuaria (14 millones de has.), se caracteriza por tener acceso a recursos de baja productividad ubicados por lo general en zonas de pendiente en la que desarrollan una agricultura policíclica combinada con actividad ganadera. Dicho de otro modo se trata de un modelo de producción de alto riesgo cuya producción de excedentes es incierta y depende más de factores externos que internos.
4. En términos de ocupación del espacio las comunidades campesinas han aumentado sus territorios como efecto de la Reforma Agraria, la toma de tierras, la ocupación de nuevos espacios (principalmente en la vertiente oriental), el abandono de los propietarios privados, y han aumentado su número debido a las políticas populistas (3), y a la fragmentación de las comunidades “madre” en comunidades más pequeñas que pugnan por privilegios en la asignación de recursos públicos y privados.
5. En las últimas dos décadas las comunidades se han visto afectadas por el “asedio interno” de sus propios miembros que presionan sobre los recursos en su propio beneficio, y por un “asedio externo” debido al contexto político y económico poco favorable a la propiedad comunal (4).
6. Las unidades y organizaciones campesinas son, como lo han mostrado a través de la historia, altamente resilentes, tienen una gran capacidad para adaptarse sin grandes modificaciones internas a los cambios sociales, económicos y ambientales. Earls (1998) y Musso han explicado este asunto haciendo mención del concepto de acoplamiento estructural definido por Maturana (2009) como “una relación dinámica de constante congruencia estructural” (5).
7. La producción y reproducción de estas organizaciones se sostiene gracias a lo que según Earls (1998) puede denominarse ingeniería microambiental, concepto que resume la habilidad de los agricultores andinos para aprovechar las diferencian microclimáticas propias del espacio en el que se desarrollan.
Sin embargo, de acuerdo con las tendencias de cambio climático deberán enfrentar en el futuro un desplazamiento de los cultivos hacia el norte y el oriente, y hacia las partes altas. ¿Qué pasará con las comunidades y campesinos de la vertiente occidental al su de Lima? ¿Cómo se adaptarán las del norte al aumento de la temperatura y de la humedad?
8. La agricultura campesina, en términos macro, ha perdido gran parte del sustrato cultural sobre el que se asienta su reproducción. Así por efectos demográficos ha perdido su capacidad para mantener la productividad de las tierras basada en la rotación y la abundancia de pastos. Esto ha redundado en una pérdida de capacidad de los suelos, disminución de bosques, erosión, modificación de las cadenas tróficas, y en general afectando los ecosistemas. En términos productivos esta expansión ha ido acompañada por una la introducción de semillas, fertilizantes, pesticidas u otras técnicas de gestión agropecuarias, cuyos balances en términos de productividad no parecen ser conocidos. Estos cambios, junto con la expansión de los medios de comunicación, la escuela, la pérdida de las lenguas nativas, etc. han producido una erosión cultural que no ha sido estimada.
Se han recogido algunas evidencias que podrían mostrar que este cambio llevará a un óptimo productivo, para luego degradarse rápidamente. Por ejemplo, el mayor calor permitirá la expansión de los cultivos de la canasta campesina (6) llevándolas a altitudes mayores que las actuales; sin embargo nuevas plagas y enfermedades también prosperarán con el aumento de la humedad.
9. Los cambios en la cedula de cultivos traerán como consecuencia cambios en la organización del trabajo afectando las actividades familiares y comunales. Se pondrá en tensión la estructura actual por un aumento en la demanda de mano de obra para asegurar las condiciones generales de reproducción. Para no hablar de los efectos sobre el calendario religioso y las migraciones.
10. A pesar de todo ello la teoría del capital social, aún en discusión al interior de las ciencias sociales, colocaría a las organizaciones campesinas entre las que tienen mayores capacidades para enfrentar los riesgos climáticos y adaptarse. Hay una fuerte interacción entre sus miembros que hace posible el trabajo colectivo, la ayuda mutua, la reciprocidad, etc. que se apoyan en normas que han persistido por siglos; a lo que se suman las redes sociales que han construido y que, en algunos casos, trascienden fronteras, de modo que es posible contar con sistemas de vasos comunicantes entre el campo y la ciudad que permitan establecer nuevos equilibrios entre estos dos mundos.
11. Nos queda a nosotros el reto de hacer posible una relación positiva entre las capacidades de las organizaciones campesinas para enfrentar el cambio climático, los espacios de desarrollo del conocimiento, y las políticas públicas.
Notas:
(1) De acuerdo con (Canalda y Navarro: 2000) El primero en usar el término fue Jack Williamson en 1942, más tarde Kim Stanley Robinson usar la idea en su trilogía sobre Marte. Finalmente, Carl Sagan también especuló sobre la idea de hacer habitable el planeta Venus, que en realidad era una idea de 1930 desarrollada por Stapleton en “La última y primera humanidad” Ed. Minotauro, 2003. Visitada el 13 de abril de 2009
(2) Un reciente experimento en el Índico, basado en la “inoculación de hierro” para incrementar el fitoplancton no ha dado resultado. En: http://www.lohafex.com/ Visitada el 13 de abril de 2009
(3) INEI, ORSTOM (1998) “Hubo en 10 años (de 1980 a 1990) un increíble aumento del número de comunidades campesinas, a partir de la conversión de antiguos grupos campesinos, de grupos informales y de la separación de los anexos. El gobierno de A. García (1985-1990), dentro de su óptica populista, jugó un papel importante en el masivo reconocimiento legal de las comunidades. No obstante, el proceso fue continuo: en el censo agropecuario de 1972, fueron registradas 1 344 comunidades campesinas, 3 030 en 1980, 3 672 en 1987, 4 811 en 1991, 4 976 en 1992 y 5 680 en el censo de 1994, es decir el 6.4% de crecimiento anual.” Consultado el 14 de abril de 2009. En: III Censo Nacional Agropecuario 1994, CENAGRO en mapas. INEI-ORSTOM 1998. Consultado el 14 de abril de 2009.
(4) Earls, J “… la estructura de muchas comunidades — quizá la mayoría — parece estar en pésima condición. La gran mayoría de los estudios antropológicos, económicos y sociológicos coinciden en que las comunidades van progresivamente perdiendo la organización andina.” En: Aportes del conocimiento y la tecnología andinos en el contexto de la aldea global. Dpto de CC.SS. PUCP 1998.
(5) “La estructura de los sistemas vivientes y la estructura del medio cambian juntos en forma congruente. Operacionalmente, el medio no preexiste a los sistemas vivientes que operan en él, pero surge con ellos, y cambia con ellos en una relación dinámica de constante congruencia estructural, o adaptación, que yo califico de acoplamiento estructural. De modo que los sistemas vivientes no se adaptan al medio, sino que existen en él en la conservación de adaptación mientras la forma de realización de su vida, es decir, la forma de su acoplamiento estructural, pueda estar en cambio continuo.” Curso de Formación General Naturaleza biológica de los seres humanos. H. Maturana, Jorge Mpodozis, Juan CArlos Letelier
(6) De acuerdo con el Ministerio de Agricultura los cultivos más sensibles al CC son Maíz amiláceo (+), papa (+), maíz amarillo duro (+), cebada grano (+), arroz (+), plátano, trigo, frijol seco (+), y Haba.
Bibliografía
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