El director ejecutivo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Achim Steiner, instó a los pueblos del mundo a movilizarse y exigir a sus gobiernos un compromiso ambiental global, porque “se acorta el tiempo” de la humanidad, debido al desafío del cambio climático.
Steiner, de nacionalidad alemana, formuló sus declaraciones en la capital panameña, donde se entrevistó con líderes ambientalistas. En Panamá analizó planes medioambientales y observó las áreas en las que funcionarán las oficinas regionales del PNUMA, en procura de una mejor proyección del organismo en Latinoamérica y el Caribe.
“Pienso que en 30 años vamos a tener la oportunidad de hacer un cambio, respecto a las economías bajas en carbono, pero el precio de la transición va a ser mucho más alto si para el próximo diciembre no llegamos a un acuerdo sobre el futuro del Protocolo de Kioto en Copenhague, Dinamarca”, indicó el funcionario a la agencia de noticias dpa.
El Protocolo de Kioto del Convenio Marco sobre Cambio Climático de Naciones Unidas fue concretado en 1997. Entró en vigor el 16 de febrero de 2005, después de que 55 naciones generadoras del 55 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero lo ratificaron. En la actualidad quedan 166 países que no han dado ese paso.
Naciones Unidas estimó en 2003 que en diez años las emisiones de gases contaminantes, sobre todo de dióxido de carbono (CO2), aumentarán en los países industrializados en un 17 por ciento, pese a los acuerdos oficiales para reducirlos. Los mayores mecanismos de prevención asumidos provienen de Noruega y Costa Rica.
“Uno de los errores que confrontamos, es que hemos reaccionado tarde”, admitió sin embargo Steiner. Reconoció que existen soluciones tecnológicas desarrolladas en países como China e India, pero advirtió la “falta de voluntad política” para ponerlas en práctica y acometer el reto ambiental.
Comentó que en Alemania el sector de energía renovable generará en los próximos diez años más trabajo que la industria automotriz, lo que confirma la posibilidad impulsar grandes economías con criterios ecológicos sustentables.
Steiner se refirió a la energía nuclear como cualquier otro tipo de desarrollo, pero aclaró que cada país tiene la opción de utilizarla o rechazarla. Aclaró que su uso, para enfrentar la crisis ambiental, implicaría la construcción de 3.000 a 4.000 plantas nucleares en el mundo, en adición a las 400 que están activas.
Asimismo, señaló que induce a la cautela el almacenamiento y la disposición de los desechos radiactivos, los costos de la operación y las amenazas terroristas, que han generado debates políticos en la esfera internacional, sobre las ventajas, desventajas y beneficios, respecto a los desafíos ambientales.
Steiner subrayó que el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha descrito el cambio climático como el “mayor de todos los retos”, debido a las predicciones que apuntan al derretimiento de los glaciares en Sudamérica, lo que a su vez tendrá consecuencias sobre la vida y el manejo hidrológico en la Amazonia.