Qué puede cambiar en la Iglesia con palabras del Papa sobre la unión civil
1:00 p.m. | 4 nov 20 (NCR).- El apoyo de Francisco a la cobertura legal de parejas homosexuales abre un nuevo capítulo en la discusión de la Iglesia católica sobre temas LGBTQ. En muchos países, esta comunidad es víctima de diversos tipos de violencia, es criminalizada, y discriminada en diversos ámbitos, y no son pocos los casos que eso ocurre con el silencio cómplice -incluso aval- de representantes locales de la Iglesia. Aunque el comentario del Papa fue a título personal y no en el marco de una enseñanza oficial de la Iglesia, es probable que tenga un impacto notable en los líderes eclesiales y en la sociedad secular.
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Cuando un Papa habla, incluso no doctrinalmente, envía olas que tienen un efecto en la forma en que la norma y el ministerio pastoral se desarrolla en todos los niveles de la Iglesia. Las últimas palabras de Francisco son más que una ola, son un maremoto. He aquí algunas ejemplos concretos en que la vida de la Iglesia podría cambiar:
En más de 70 países de todo el mundo, las parejas del mismo sexo han sido criminalizadas y, si son descubiertas, pueden enfrentarse a castigos extremos, incluyendo la flagelación, largas penas de prisión e incluso la pena de muerte. Vergonzosamente, muchas de esas leyes han sido aprobadas con el apoyo de obispos y políticos católicos. Estos líderes ahora tienen declaraciones explícitas del Papa que señalan que estas parejas no merecen castigo, sino protección legal. ¿Cambiará esto la cruel homofobia que subyace en el apoyo a tales leyes?
Sin embargo, en algunos países los obispos católicos sí se han pronunciado en contra de tales leyes. ¿Qué efecto tiene en ellos las declaraciones del Papa? Es probable que se sientan motivados con su ejemplo y hablen con más fuerza y frecuencia.
Hay católicos a los que se les ha negado la comunión por su apoyo a la protección legal para parejas gay. Los obispos han emitido normativas diocesanas que apoyan la prohibición de la comunión, especialmente contra políticos católicos. En un caso, incluso se le dijo que había sido excomulgado por apoyar tales derechos. Mientras que estas prácticas eran vergonzosas y erróneas antes de los recientes comentarios del Papa, ¿cómo las apoyarían obispos y pastores ahora que el propio Francisco sería un potencial candidato para la negación de la comunión?
En la última década, más de 100 personas han perdido sus empleos en instituciones eclesiásticas, ya sea porque han apoyado el reconocimiento y las protecciones legales para parejas homosexuales, o porque se han valido ellos mismos y sus cónyuges de ese reconocimiento y esas protecciones. Y esa cifra solamente es de los casos que se han hecho públicos en los EE.UU. Existen muchos más que han pasado desapercibidos o ignorados por los medios. Ahora el Papa ha declarado su apoyo a estas parejas. ¿Cómo afectará eso a la normativa y a la práctica en los casos futuros? ¿Qué pasará con las cláusulas morales que las diócesis han añadido a los contratos de empleo diciendo que la oposición a las relaciones del mismo sexo es necesaria para el trabajo de la Iglesia?
La Corte Suprema de EE.UU. pronto escuchará los argumentos en el caso de Fulton contra la ciudad de Filadelfia. En el centro de esta disputa está una agencia católica de adopción que afirma, en base a las instrucciones de su fe, que tiene el derecho de negarse a colocar niños con parejas gais y lesbianas, aún cuando están legalmente casadas. ¿Cómo defenderá la agencia, y otras organizaciones similares, tal posición ahora que el Papa ha expuesto claramente que estas parejas merecen respeto, protección legal y el derecho a ser una familia? ¿Cómo percibirán los jueces de la Corte Suprema los argumentos de la demandante de que su oposición a estas parejas se basa en principios católicos cuando el propio Francisco está instando a los católicos a apoyar a estas mismas parejas?
En Alemania, Austria y Suiza, obispos, teólogos y sacerdotes han pedido a la Iglesia que reconozca y bendiga a las parejas del mismo sexo desde hace varios años. En Alemania, la iniciativa de encuentro y diálogo entre el clero y laicos conocida como “camino sinodal”, está encaminada para hacer una recomendación oficial a las diócesis a favor de las parejas homosexuales. La declaración del Papa puede influir en estas discusiones y tal vez allanar el camino para un precedente notable de apoyo a tales parejas dentro de la Iglesia.
En varios casos conocidos, a hijos de parejas de gais y lesbianas se les ha negado la admisión a escuelas católicas por la relación de sus padres. Al menos un colegio sugirió que los padres firmen un documento para sus hijos en el que reconozcan que su relación está censurada por la Iglesia. ¿El apoyo del Papa pondrá fin a este tipo de políticas discriminatorias y pastoralmente dañinas en los colegios católicos?
A nivel pastoral, ¿qué van a hacer las parroquias católicas en cuanto a su ministerio con las parejas homosexuales? Una situación pastoral particularmente molesta han sido las normativas que niegan los funerales a las personas en uniones del mismo sexo. Durante demasiado tiempo, incluso cuando las personas LGBTQ son bienvenidas en las parroquias, han sido excluidas de los ministerios que se han establecido para las parejas y familias heterosexuales: preparación para el matrimonio, grupos de duelo, actividades familiares.
Las palabras del Papa pueden marcar el comienzo de una era de bienvenida para parejas homosexuales en la vida parroquial. Si bien no tienen la fuerza de la doctrina, pueden ser una fuerza importante en términos de la práctica de la Iglesia. El cambio en la doctrina de la iglesia siempre es precedido por un cambio en la práctica. Se espera que ese sencillo comentario de Francisco haga que la práctica de la Iglesia cambie de una manera nueva y poderosa.
ENLACE. La polémica sobre el Papa y la convivencia civil para homosexuales
Fuente:
“How things in the church may change after Pope Francis’ civil union comments” de Francis DeBernardo, publicado en el National Catholic Reporter.