A Bolsonaro le preocupa una nueva insurgencia de “izquierda”: La Iglesia católica
6:00 p m| 12 abr 19 (AM).- Aunque faltan todavía más de seis meses para que se inicie la Asamblea del Sínodo de obispos sobre la Región Panamazónica, ya es factor de una tensión en aumento entre la Iglesia católica y el gobierno del presidente Jair Bolsonaro. El periódico “O Estado de S. Paulo” informó que el gobierno cree que la reunión de obispos promoverá una “agenda de izquierda”. Según el diario, los ministros militares “ven a la Iglesia como un oponente potencial” y pretenden “neutralizar” eventuales críticas al gobierno durante la Asamblea del Sínodo. Voceros de la Iglesia en Brasil responden que la Asamblea del Sínodo “está enfocada en los desafíos locales para la evangelización, no es una invención ideológica del momento”.
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El Sínodo sobre el tema “Amazonia: Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral” fue anunciado por primera vez por el papa Francisco en 2017 y tendrá lugar en Roma en octubre. En la reunión participarán representantes de nueve países de la región amazónica: Brasil, Bolivia, Perú, Venezuela, Colombia, Ecuador, Guyana Francesa, Guyana y Surinam.
Según “O Estado de S. Paulo”, el gobierno de Bolsonaro teme que los líderes “de izquierda” de la Iglesia llenen el vacío creado por la debilitada izquierda política brasileña, que perdió el apoyo popular y la fuerza institucional tras las elecciones presidenciales del año pasado.
Documentos internos preparados por funcionarios de la agencia de inteligencia nacional y por comandantes militares brasileños, estarían enfocados en las reuniones entre obispos y el papa Francisco, que se coordinan para preparar la Asamblea.
El general Augusto Heleno, ministro en jefe del Gabinete de Seguridad y uno de los asesores más cercanos del Sr. Bolsonaro, dijo al periódico que, de hecho, existe una gran preocupación. “Desde hace mucho tiempo hay influencia de la Iglesia y de las ONGs en la Amazonia”, dijo el general, según el reporte. En su opinión, el trabajo del gobierno es “fortalecer la soberanía brasileña y evitar que los intereses extranjeros prevalezcan en la región”.
ENLACE: Los militares, el Amazonas y el Sínodo del Papa
Una fuente eclesiástica en Brasil comentó a America Magazine que algunos miembros de las fuerzas armadas no llevan bien la influencia y popularidad de la Iglesia católica en la Amazonía.
Cuando los periodistas preguntaron sobre la exactitud de la información en el diario, el ministerio declaró en un comunicado de prensa que “la Iglesia católica no es objeto de ningún tipo de acción” por parte de la inteligencia nacional. Confirma, sin embargo, que el propio ministro está preocupado “por algunos puntos de la agenda del Sínodo sobre la Amazonía” por cuestiones de “soberanía nacional”.
El comunicado continuó: “Reiteramos el entendimiento de la Oficina de Seguridad Nacional de que le corresponde a Brasil cuidar de la Amazonía brasileña”. Hay informes de que diferentes ministerios harán seguimiento de la reunión episcopal, así como las embajadas de Brasil en el Vaticano y en Italia.
En lo que es visto como una respuesta indirecta a las noticias del dossier del gobierno sobre el Sínodo, el obispo Leonardo Steiner, secretario general de la Conferencia Episcopal brasileña, grabó un breve video para los medios sociales, describiendo la Asamblea del Sínodo para la región panamazónica como “una celebración de la Iglesia y para la Iglesia”.
El Vaticano se negó a comentar el asunto. El secretario general del Sínodo de los Obispos, el cardenal Lorenzo Baldisseri, respondió a America Magazine por correo electrónico: “La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, a través de su secretario general, Mons. Leonardo Steiner, ya ha dado las aclaraciones necesarias”.
En Brasil, las referencias al “clero progresista”, a los “obispos rojos” o a los religiosos y religiosas de “izquierda” se utilizan generalmente para desacreditar a los católicos que participan en una variedad de movimientos de justicia social. Sacerdotes, religiosos y laicos de todo el país trabajan con pequeños agricultores, trabajadores sin tierra, migrantes, indígenas y pobres a través de grupos como la Comissão Pastoral da Terra y el Indigenist Missionary Council. Mientras que algunos activistas están directamente involucrados en la política, otros adoptan un enfoque no partidista.
Sacerdotes y religiosos formaron parte de los miembros fundadores del Partido de los Trabajadores de Brasil (conocido por su abreviatura, P.T.) en los años ochenta, años en los que el país estuvo gobernado por una dictadura militar represiva. Debilitado a través de los años por la corrupción sistémica, el P.T. perdió el apoyo de muchos católicos que trabajan por la justicia social. El Sr. Bolsonaro, un líder del populismo de derecha, derrotó al P.T. en las elecciones presidenciales del año pasado.
Según Francisco Borba Ribeiro Neto, coordinador del Centro de Fe y Cultura de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo y comentarista sobre temas religiosos en los medios de comunicación brasileños, el gobierno de Bolsonaro ve a la “izquierda” como su principal enemigo.
“De hecho, hay muchos católicos con posiciones izquierdistas, como también los hay de la derecha”, dijo el Sr. Ribeiro Neto. Pero rechazó la idea de que el Sínodo sobre la Amazonía tenga una agenda política. Sus objetivos, dijo, “están anclados en la doctrina social de la Iglesia”.
“Un Sínodo sobre la Amazonía está enfocado en los desafíos locales para la evangelización. No es una invención ideológica del momento, sino el reconocimiento de la necesidad de una acción evangelizadora bien reflexionada y consciente”, dijo.
Preservar a los “pueblos de la selva” no es una misión exclusiva de la Iglesia católica ni una cuestión de “agenda izquierdista”, añadió. Ribeiro Neto señaló que gran parte de la población de la región “está excluida de los procesos de desarrollo humano y socioeconómico debido a la pobreza y al aislamiento geográfico impuesto por la selva”.
“Hay un consenso tecno-científico, más que ideológico, de que la ocupación de los bosques tropicales no debe hacerse con los mismos parámetros que la ocupación de las zonas templadas”, dijo el profesor Neto. “El reconocimiento de los derechos humanos y la dignidad de todas las poblaciones, independientemente de su situación económica y social o de su origen étnico, también es aceptado en todo el mundo como condición para la coexistencia democrática y la paz. El problema es que el gobierno de Bolsonaro se ha puesto, ideológicamente, en oposición a estos consensos”.
El presidente de la Red Eclesial Panamazónica y consejero cercano del papa Francisco en la Amazonía, cardenal Cláudio Hummes, también declaró en un video que no es la intención de la Iglesia “promover una nueva nación” en la Amazonía.
ENLACE: Cardeal Hummes: “Igreja não quer promover na Amazônia uma nova nação”
Dijo a America Magazine que para proteger a los “pequeños” -los pobres y los marginados- la Iglesia debe dialogar con todos los actores que tienen intereses en la Amazonía: empresas internacionales, científicos, militares, gobiernos nacionales y locales, aunque a veces sean hostiles al mensaje de la Iglesia.
“Siempre debemos intentar el camino del diálogo. Algunos [desacuerdos] serán irreductibles, pero perseguiremos una cultura del encuentro. La Iglesia no desea construir una nueva Amazonia. Si alguien lo ve de otra manera, hablaremos con ellos”, dijo el cardenal.
En una conferencia a seminaristas en la Pontificia Universidad Católica de São Paulo, el Cardenal Hummes recordó que la encíclica “Laudato Si” del papa Francisco es más que una explicación de por qué la iglesia debe involucrarse en temas ambientales. “Formaremos una red porque no podemos actuar por nuestra cuenta. Sólo con la ayuda de Dios podemos unir fuerzas para cuidar nuestro hogar común”, dijo el cardenal.
El cardenal Hummes apoya la idea del papa Francisco de que “el dinero es el principal obstáculo en el camino hacia el Reino de Dios”. El arzobispo emérito de São Paulo y ex prefecto de la Congregación para el Clero ha sido un amigo cercano del Papa desde que Jorge Mario Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires.
“Debemos encontrar nuevos modelos de desarrollo que respeten la Amazonía. Actualmente es un objetivo del colonialismo: La gente y organizaciones vienen y quieren imponer sus modelos sin pedir permiso a las poblaciones locales ni respetar sus orígenes y tradiciones. Hasta la Iglesia lo ha hecho”, admitió.
Para el cardenal, el objetivo principal de esta Asamblea del Sínodo es claro: encontrar nuevos caminos para la Iglesia en la Amazonía. Esto incluye posicionarla en un contexto global de asuntos ambientales y “rescatar la posibilidad de salvar el planeta”.
“El cuidado de la Tierra es una misión que Dios nos entregó. Es una misión de la Iglesia, y esta no puede desatenderla, no sólo en la Amazonía, sino también en otros lugares, por ejemplo, en la Cuenca del Congo”, dijo el Cardenal Hummes. El Sínodo también trata de superar un “paradigma tecnocrático”, dijo, y de promover una “ecología integral”. “Somos un fruto de este planeta, creado por Dios. Y Dios encarnó en Jesucristo e hizo permanente esta interconexión”, dijo el Cardenal Hummes. “Todo está interconectado en nuestra casa común”.
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Fuente:
Texto de Filipe Domingues, corresponsal de America Magazine en São Paulo