Religiones reunidas en el Vaticano para impulsar “Objetivos de Desarrollo Sostenible”
1:00 p m| 20 mar 19 (VATN/FDR).- Las religiones tienen un rol importante para que la comunidad internacional consiga alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por Naciones Unidas de cara a 2020. Partiendo del dato de que el 80% de la población mundial se declara seguidor de alguna fe, el Vaticano convocó a representantes del cristianismo, el islam, el judaísmo, el budismo, el taoísmo y las creencias indígenas a participar en una conferencia titulada: “Religiones y los ODS: escuchando el llanto de la tierra y de los pobres”.
En la presentación del evento, el p. Augusto Zampini, teólogo del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, comentó sobre la complejidad que implica conseguir los ODS: “hay que cambiar muchas cosas, el proceso de producir, comerciar, consumir y desechar, además de replantear nuestra relación con la naturaleza e interconectar todo… las religiones y sus valores pueden ofrecer motivación y ser el camino para comenzar un proceso de cambio”. El papa Francisco también dirigió un discurso a los participantes.
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Necesidad de cambio e interconexión
El padre Augusto Zampini, Teólogo y coordinador de “Fe y Desarrollo” del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, además de moderador de la cuarta sesión de la Conferencia dedicada a “Iniciativas Interreligiosas por un mundo sustentable”, explicó a Vatican News:
“Implementar los objetivos de desarrollo sustentable no es fácil porque implica que tenemos que cambiar muchas cosas: el modo de producir, el modo de comerciar, el modo de consumir, de desechar; tenemos que cambiar nuestras relaciones con la naturaleza y entre nosotros, y tenemos que interconectar todo esto. ¿Cómo hacemos para producir más alimento pero sin destruir el planeta, para producir más energía para desarrollarnos pero en modo sustentable, para cambiar el modo de la energía pero sin descuidar a los trabajadores?”
“Es muy difícil hacerlo sin una motivación profunda para un cambio y sin una mirada a largo plazo” prosigue el padre Zampini. Pero, agrega, “si me lo dicen mis valores, mi religión, puede ser el camino para comenzar un proceso de cambio”.
En segundo lugar, señala el padre Augusto Zampini, “en este momento, los dirigentes de empresa, los políticos, tienen un mandato limitado y entonces se ven restringidos para proponer un cambio a largo plazo. Las religiones en cambio, tienen una mirada a larguísimo plazo: porque trabajan por la vida eterna, por la trascendencia. Estas dos contribuciones, tanto la mirada a largo plazo como una profunda meditación para cambiar radicalmente son dos elementos que pueden contribuir mucho a la implementación de los objetivos de desarrollo sustentable. Dicho de otra manera: sin estos dos elementos es casi imposible cumplirlos”.
¿Cuáles son los cinco puntos en los que se centraron los trabajos del congreso?
“El proceso de desarrollo de los objetivos de desarrollo sustentable es un proceso que se hizo desde las bases para arriba y con la ventaja de la inclusión, a diferencia de los objetivos del milenio que fueron redactados por intelectuales en Naciones Unidas, con la desventaja de que son 17 objetivos, 169 sub-objetivos y es muy difícil hablar de todos ellos en una conferencia de tres días.
Entonces en el preámbulo de la Agenda 2030, se habla de cinco ‘P’, Personas, Planeta, Prosperidad, Paz y Partnership (asociaciones). Estas cinco ‘P’ están en sintonía con casi todas las religiones del mundo y nos ayudan a resumir todos estos mega-objetivos para poder dialogar. Porque además, los objetivos están ‘interconectados’, lo dice Naciones Unidas y lo dice también el Papa: todo está interconectado y no se puede combatir pobreza sin combatir el cambio climático y así sucesivamente”.
Búsqueda de soluciones
“Estas cinco ‘P’ ayudan a imaginar una conexión porque no se puede hablar de personas sin planeta o de personas sin prosperidad o sin paz o sin trabajo conjunto. No es sólo una estructura de la Conferencia sino que sirve para desarrollar nuestra imaginación y proponer cambios concretos”.
Sobre el desarrollo de los trabajos el padre Zampini explica que “especialistas hablaron sobre estos temas y al final de la Conferencia se realizó un trabajo de equipo sobre los temas de estas ‘P’ y luego los cinco grupos de trabajo se ‘interconectaron’ para proponer un mapa hacia la asamblea de Naciones Unidas este año, donde se discutirá esto, y hacia el 2020 en China, donde se discutirá el tema de la diversidad y también el trabajo”.
¿Cómo las religiones pueden contribuir con las naciones, cómo hacemos para ayudar a nuestros gobernantes, nuestros municipios etc. para cumplir nuestros objetivos? “Desarrollando nuestra imaginación y proponiendo un cambio profundo en base a un diálogo con otras creencias” explica el teólogo del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral.
¿Cómo se enlazan los objetivos a alcanzar con el arte que estará presente en esta conferencia?
“El arte tiene la capacidad de desarrollar la imaginación, conectar diversos mundos y transformar. Cuánto nos ha cambiado algún libro, alguna obra de teatro… En esta conferencia no se ha querido traer gente para que hable de desarrollo sino que si queremos ‘compromiso’, y a través del arte, podremos no sólo incentivar sino encontrar la imaginación para cambiar las cosas. No se puede proponer soluciones viejas a problemas nuevos. Y el arte nos puede ayudar”.
ENLACE: Videos de las intervenciones (en Inglés)
Desatar el potencial de los creyentes para lograr la transformación que el mundo necesita
“Hoy, después de cuatro años de la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, debemos darnos cuenta aún más claramente de la importancia de acelerar y adaptar nuestras acciones para responder adecuadamente tanto al clamor de la tierra como al clamor de los pobres”. Lo señaló el el cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, durante la presentación de la Conferencia.
“La respuesta a esos clamores, y al complejo problema del desarrollo sostenible, tiene que ser multidimensional y abordar múltiples niveles de la sociedad. Para ello, debemos acudir a las diversas riquezas culturales de los diferentes pueblos, al arte y a la poesía, a la vida interior y a la espiritualidad. Si de verdad queremos construir una ecología que nos permita sanar todo lo que hemos destruido, entonces ninguna rama de las ciencias y ninguna forma de sabiduría puede ser dejada de lado, tampoco la religión con su propio lenguaje”, indicó el purpurado, citando la Encíclica Laudato Si del Papa Francisco.
“Se considera que ocho de cada diez personas declaran que profesan una creencia u otra: una creencia en Dios u otro ser, y que pertenecen a algún grupo religioso. Esto representa un inmenso potencial para desatar el poder del amor a la hora de liderar la transformación que la palabra necesita para responder al sufrimiento de la tierra y de los miles de millones de personas que no tienen acceso a una alimentación adecuada, a una vivienda decente, a un trabajo seguro y digno, y que son también los más afectados por el cambio climático”, subrayó el prefecto del dicasterio vaticano, evidenciando que “las religiones también son actores clave en términos de desarrollo”.
“Hemos jugado un papel crucial en la educación, piedra angular de la sociedad civil, durante siglos, en algunos casos milenios. Seguimos al frente o apoyamos el 50% de todas las escuelas y en el África subsahariana, según UNICEF, el 64% de todas las escuelas. Las personas religiosas representan también la cuarta comunidad de inversión más grande, con alrededor del 12% de la inversión de capital total en todo el mundo, y gestionan alrededor de un tercio de todas las estructuras médicas del planeta”, recordó el cardenal, quien explicó que la Conferencia “trata de cómo las voces religiosas pueden contribuir a la conversación a nivel mundial y de las Naciones Unidas sobre el desarrollo humano y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
“Por lo tanto, no hemos organizando una conferencia simplemente para discutir temas relacionados con el desarrollo. Se trata más bien de ayudarse mutuamente para fomentar una conversión ecológica e integral que pueda transformar el mundo. Y tenemos que hacerlo con urgencia. ¡Un clamor pide una respuesta inmediata y urgente!”, puntualizó el prefecto del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral.
Francisco: la injusticia que hace llorar a los pobres y a la tierra no es invencible
Tras saludar a los Cardenales y Obispos, a los queridos líderes de las tradiciones religiosas del mundo, junto a los Representantes de las Organizaciones Internacionales, y demás presentes el Pontífice les ofreció en su Discurso una serie de ideas en un amplio discurso en el que comenzó destacando que “cuando hablamos de sostenibilidad, no podemos pasar por alto la importancia de incluir y escuchar todas las voces, especialmente las que normalmente están marginadas por este tipo de debate, como las de los pobres, los migrantes, los pueblos indígenas y los jóvenes”.
De ahí que haya manifestado su complacencia al ver a una variedad de participantes en esta Conferencia, que han traído consigo “una variedad de voces, opiniones y propuestas que pueden contribuir a nuevos caminos de desarrollo constructivo”. Por esta razón les dijo que “es importante que la aplicación de los objetivos de Desarrollo Sostenible siga su verdadera naturaleza original, que pretende ser inclusiva y participativa”.
En cuanto a la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobados por más de 190 naciones en septiembre de 2015, el Papa dijo que fueron “un gran paso adelante para el diálogo global”, en el signo de una necesaria “nueva solidaridad universal”, tal como él mismo lo ha escrito en su Encíclica “Laudato si”.
Desarrollo integral
El Pontífice también afirmó que “proponer un diálogo sobre el desarrollo inclusivo y sostenible también requiere reconocer que el desarrollo es un concepto complejo, a menudo instrumentalizado”. Sí porque cuando hablamos de desarrollo, “siempre debemos dejar claro: ¿desarrollo de qué? ¿Desarrollo para quién?”. Y también porque durante demasiado tiempo, “la idea convencional de desarrollo se ha limitado casi por completo al crecimiento económico”, que ha “conducido al sistema económico moderno por un camino peligroso, que ha evaluado el progreso sólo en términos de crecimiento material, para el cual estamos casi obligados a explotar irracionalmente tanto a la naturaleza como a los seres humanos”.
Tras aludir a su predecesor San Pablo VI, quien había dicho que hablar de desarrollo humano significa referirse a todas las personas y no sólo a unas pocas, sino a toda la persona humana y no sólo a la dimensión material, tal como puede leerse en su Encíclica Populorum progressio, Francisco afirmó que “un debate fructífero sobre el desarrollo debería ofrecer modelos viables de integración social y conversión ecológica, porque no podemos desarrollarnos como seres humanos fomentando las crecientes desigualdades y la degradación del medio ambiente”.
Asimismo, aludiendo a la Encíclica Caritas in veritate de Benedicto XVI Francisco dijo que “todos debemos comprometernos a promover y aplicar los objetivos de desarrollo que se basan en nuestros valores religiosos y éticos más profundos. El desarrollo humano no es sólo una cuestión económica o una cuestión de expertos, sino que es ante todo una vocación, una llamada que requiere una respuesta libre y responsable.
Por otra parte, el Santo Padre manifestó las respuestas que espera que surjan de esa Conferencia: “respuestas concretas al grito de la tierra y al grito de los pobres. Compromisos concretos para promover el desarrollo real de forma sostenible a través de procesos abiertos a la participación de las personas. Propuestas concretas para facilitar el desarrollo de los necesitados, haciendo uso de lo que el Papa Benedicto XVI ha reconocido como ‘la posibilidad de una gran redistribución de la riqueza a nivel planetario como nunca antes se había hecho’. Políticas económicas concretas que estén centradas en la persona y que puedan promover un mercado y una sociedad más humanos. Medidas económicas concretas que toman en serio nuestro hogar común. Compromisos éticos, civiles y políticos concretos para desarrollar junto a nuestra hermana tierra, y no a pesar de ella”.
Todo está conectado
También manifestó su satisfacción al escuchar que los participantes en esta Conferencia están “dispuestos a escuchar las voces religiosas cuando discuten la implementación de los objetivos de Desarrollo Sostenible”. Y reafirmó que todos los que participan en este diálogo sobre esta compleja cuestión “están llamados a salir de su especialización y encontrar respuestas comunes a los gritos de la tierra y de los pobres”. A la vez que destacó que, en el caso de las personas religiosas, es necesario “abrir los tesoros de nuestras mejores tradiciones a un diálogo verdadero y respetuoso sobre cómo construir el futuro de nuestro planeta”.
Asimismo recordó que San Juan Pablo II se había referido a la necesidad de “alentar y sostener la conversión ecológica” ya en el año 2001. Por lo que “las religiones tienen un papel clave que desempeñar”. Y agregó que “para una transición adecuada hacia un futuro sostenible, hay que reconocer los propios errores, pecados, vicios o negligencias, arrepentirse de corazón, cambiar desde dentro, reconciliarse con los demás, con la creación y con el Creador”.
El Papa Bergoglio afirmó asimismo que si se quiere dar una base sólida a toda esta labor, hay que recordar que la Agenda 2030 de las Naciones Unidas propone integrar todos los objetivos a través de las cinco “P”, es decir: personas, planeta, prosperidad, paz y asociación, tal como esta misma Conferencia ha orientado sus labores
Los pueblos indígenas
El papa Francisco no olvidó el tema del principio básico de todas las religiones que es el amor al prójimo y el cuidado de la creación. Por eso destacó un grupo especial de personas religiosas, el de los pueblos indígenas, que aunque sólo representan el 5% de la población mundial, cuidan de casi el 22% de la superficie de la tierra.
“Viviendo en áreas como el Amazonas y el Ártico ayudan a proteger alrededor del 80% de la biodiversidad del planeta”. Y según la UNESCO: “Los pueblos indígenas son custodios y especialistas de culturas únicas y de relaciones con el medio ambiente natural. Representan una amplia gama de diversidad lingüística y cultural en el centro de nuestra humanidad común”.
A lo que añadió que, “en un mundo fuertemente secularizado, estas poblaciones recuerdan a todos lo sagrado de nuestra tierra”. Por todas estas razones – prosiguió – “su voz y sus preocupaciones deben estar en el centro de la aplicación de la Agenda 2030 y en el centro de la búsqueda de nuevas formas de avanzar hacia un futuro sostenible”. Y les comunicó que también de esto hablará con sus hermanos Obispos en el Sínodo de la Región Pan-amazónica a finales de octubre de este año.
Conclusiones
Al final, Francisco recordó que “hoy, tres años y medio después de la adopción de los objetivos del Desarrollo Sostenible, debemos comprender aún más claramente la importancia de acelerar y adaptar nuestras acciones para responder adecuadamente tanto al grito de la tierra como al grito de los pobres”.
“Si realmente queremos desarrollar una ecología capaz de remediar el daño que hemos hecho, no se debe dejar de lado ninguna rama de la ciencia ni ninguna forma de sabiduría, y esto incluye las religiones y lenguas que les son propias.
Y se despidió con su más sincero agradecimiento por sus esfuerzos en el cuidado de nuestro hogar común, al servicio de la promoción de un futuro sostenible inclusivo. A la vez que los animó a seguir luchando por el cambio que requieren las circunstancias actuales, porque la injusticia que hace llorar a la tierra y a los pobres no es invencible.
ENLACE: Discurso completo del papa Francisco a los participantes de la conferencia
Declaraciones de otros participantes de la conferencia
Iván Vera representante de las Naciones Unidas, ex secretario de energía del organismo, intervino en la conferencia Internacional hablando sobre la energía, producción y consumo energético. Es venezolano. y nos habló de su ponencia, sobre la importancia de la energía sostenible en el mundo. También, recordó las palabras del Papa cuando dijo, que la prosperidad se está midiendo basados en el producto interno bruto, y realmente no es un indicador apropiado, puesto que la prosperidad se debe medir en base a los aspectos de salud y sanidad entre otros.
Líderes religiosos y comunidades indígenas juntos en defensa de la tierra
Humberto Martín Shikiya, argentino director de la Organización CREAS – Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio, en la conferencia internacional participó como representante de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas considera que esta conferencia es un hito importante, porque compromete a todas las religiones a redoblar esfuerzos en función no sólo de cuidar nuestra Casa Común, sino también a convertirnos radicalmente buscando la justicia para todos.
ENLACE: Audios con las declaraciones completas en Vatican News
Humberto Ortíz de la Conferencia Episcopal Peruana, como asistente del presidente de la Conferencia, Monseñor Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, además está representando a Caritas de América Latina y el Caribe. Ortíz explica cómo aunar esfuerzos entre las religiones y las comunidades indígenas ante la próxima Agenda del 2030. Este fue el tema de Mons. Cabrejos en una reciente exposición en el Vaticano.
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Fuentes:
Vatican News / FarodiRoma
Felicito al Papa Francisco por esta iniciativa…juntos todos los creyentes podremos influir en algo…