El esperado documento de un Papa predeciblemente impredecible
10:00 p m| 18 mar 16 (NCR/BV).- Dentro de unas semanas, se espera que Francisco publique un nuevo documento sobre la vida familiar católica que puede tocar temas polémicos como el de los divorciados vueltos a casar y la unión entre personas del mismo sexo. El Papa propició el debate al convocar a dos Asambleas del Sínodo de los Obispos, en el 2014 y 2015, sobre el tema de la familia.
La preparación para estos encuentros de obispos de todo el mundo, incluyó consultas en las diócesis a especialistas laicos y sacerdotes y, en algunos lugares, encuestas abiertas a los fieles. Ahora, se espera que el Papa termine y publique una exhortación apostólica sobre la Asamblea sinodal -algunas especulaciones apuntan a finales de marzo. El documento debería resumir los debates y decisiones tomadas, pero al igual que con cualquier cosa que procede del predeciblemente impredecible Papa argentino, no se sabe qué línea tendrá su escritura.
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Al cierre de la Asamblea de octubre de 2015, en Roma, unos 270 obispos publicaron un extenso documento, con el propósito de asesorar al Papa. En ese documento se recomienda una significativa moderación con respecto de las prácticas de la Iglesia hacia los que se han divorciado y vuelto a casar.
Francisco en su exhortación bien podría simplemente repetir lo expresado por los obispos en el documento de 94 párrafos del pasado octubre, añadiendo detalles aquí o allá, pero sin tocar los temas polémicos muy de cerca. O podría hacer lo que hizo con las discusiones de la Asamblea sinodal del 2012 sobre “la nueva evangelización”, cuando dejó de lado las preocupaciones de los Padres sinodales y escribió su propio manifiesto, Evangelii Gaudium (“La alegría del Evangelio”).
Uno de los participantes de la Asamblea del año pasado dijo que si bien no espera que la exhortación sea un documento “bomba”, no quiere decir que tenga que ser suave o intrascendente. “Espero que el documento papal sea una combinación de desafío y estímulo típico de Bergoglio”, dijo Mark Coleridge, arzobispo de Brisbane, Australia. “Este Papa tiene una extraña habilidad para decir cosas que pueden ser punzantes, pero que finalmente sirven de impulso”.
Coleridge, que asistió a la asamblea sinodal el 2015 como uno de los dos prelados elegidos por los obispos de Australia, dijo que esperaba que Francisco pudiera alentar a las personas que están casadas o que están pensando en casarse, y al mismo tiempo “desenmascarar algunas de las mentiras y medias verdades que se han dicho acerca del matrimonio y de la familia en tiempos más recientes”.
“Si el Papa logra obtener la mezcla óptima de estímulo y desafío, será el unificador que ‘Pedro’ está destinado a ser, que nos lleva más allá de combates ideológicos y nos confirma en la fe”, dijo Coleridge. Su referencia a “combates ideológicos” se refiere a muchos de los debates que tuvieron lugar durante las cuatro semanas del Sínodo del año pasado, cuando los obispos se enfrascaron en discusiones sobre temas tales como los divorciados y vueltos a casar, el uso de anticonceptivos, y el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Algunas de las conversaciones más controvertidas se centraron en la práctica de la Iglesia hacia los católicos que se divorcian y se vuelven a casar sin obtener anulaciones de sus primeros matrimonios. La práctica actual de la Iglesia prohíbe a dichas personas de recibir la comunión.
El documento final del encuentro de octubre pasado parecía desplazar la toma de decisiones, de cómo los católicos divorciados participan en la Iglesia, hacia conversaciones privadas entre individuos y los pastores en las diócesis de todo el mundo.
Sugiriendo el uso de lo que se llama el “foro interno”, el documento precisó que los sacerdotes pueden ayudar a los católicos vueltos a casar “en la toma de conciencia de su situación ante Dios” y en decidir cómo seguir adelante. “La conversación con el sacerdote, en el foro interno, contribuye a la formación de un juicio correcto sobre lo que obstaculiza la posibilidad de una participación más plena a la vida de la Iglesia y sobre los pasos que pueden favorecerle y hacerla crecer”, señala el documento.
Richard Gaillardetz, un prominente teólogo de los EE.UU., mencionó que Francisco podría poner más “carne en esos huesos” sobre la mención del uso del foro interno en el documento final. “Creo que al menos a algunos de los obispos y a un buen número de teólogos, entre los que me incluyo, les gustaría ver la mirada papal extendida hacia aquellas parejas que admitirían el estatus sacramental de su primer matrimonio [y] lamentan la muerte existencial de esa primera relación”, dijo Gaillardetz, profesor de Teología sistemática católica en el Boston College.
“Estas personas quieren reconocer la presencia y actividad del Espíritu en su nueva situación conyugal y desean recurrir al alimento y curación espiritual de la vida sacramental en la Iglesia”, dijo.
La Asamblea del 2015 también se caracterizó por el enfoque dado a las preocupaciones de la vida familiar en todo el continente africano. Muchos prelados africanos que asistieron disertaron elocuentemente sobre las situaciones difíciles de violencia o pobreza que enfrentan allí las iglesias locales.
Un sacerdote observador de África dijo que esperaba que la exhortación pueda “desarrollar un marco” para alinear el matrimonio y la vida familiar en el continente, más cercano a la enseñanza de la Iglesia, pero que no vaya a “sucumbir a la tentación facilista de bautizarlo todo”.
“Necesita una agudeza crítica, porque hay mucho en el matrimonio y la vida familiar que clama por reconsideración y redención”, dijo el jesuita Agbonkhianmeghe Orobator. Se refirió específicamente a la violencia de género, la poligamia y el matrimonio de niñas como cuestiones urgentes en África.
“Espero que la exhortación preste atención a los contextos complicados de África y subraye la importancia crítica de invertir en condiciones y medios que impulsen a las personas a ser mejores testigos del Evangelio de la familia y practicantes eficaces de la espiritualidad familiar”, dijo Orobator, un teólogo moral y profesor principal de la Universidad Hekima en Nairobi, Kenia.
Otra cuestión que Francisco puede abordar en la exhortación es su llamado por una Iglesia que sea más “sinodal”, o en donde se dé una mejor descentralización del gobierno. En un discurso en la Asamblea del 2015, con motivo del 50 aniversario de las reuniones sinodales, Francisco clamó por una Iglesia donde todo el mundo -desde el Papa de abajo- escucha el uno al otro y trabaja en conjunto para discernir la voluntad de Dios. Citando Evangelii Gaudium, el Papa dijo que había una “necesidad de proceder a una sana descentralización” de las estructuras de la Iglesia.
Coleridge expresó su deseo de que la próxima exhortación también pueda extenderse en el entendimiento del Papa acerca de colegialidad sinodal y, sobre todo, “de lo que quería decir cuando habló de ‘una sana descentralización’, que delega algunas decisiones a los obispos o a sus conferencias, sobre todo en cuestiones con alta carga cultural, que dependen de la región”.
El italiano Massimo Faggioli, historiador en temas de la Iglesia, dijo que un signo a observar en el compromiso del Papa respecto a la descentralización, es si él cita en su exhortación sólo al documento final del 2015, o si finalmente considera también los debates que tuvieron lugar durante las semanas de reuniones en las Asambleas de ambos años.
“Si Francisco considera y cita también los debates, sería importante, porque el proceso sinodal se está tomando en serio”, dijo Faggioli, profesor asociado en la Universidad de St. Thomas en St. Paul, Minnesota.
Gaillardetz también expresó la esperanza de que la exhortación de Francisco se dirija de manera positiva hacia personas lesbianas, homosexuales, bisexuales y transexuales.
El teólogo mencionó que el reporte de la Asamblea del 2015 no resultó tan abierto hacia las personas homosexuales como lo fue un informe provisional publicado en la primera etapa de este encuentro, en el 2014, y que tenía una sección titulada “Acogiendo a las personas homosexuales”.
“Espero que el Papa recobre el avance que vimos en la primera etapa de la asamblea sinodal (2014) y se afirme el carácter de gracia de muchas relaciones entre personas del mismo sexo, que son comprometidas y estables”, dijo.
En general, Gaillardetz dijo que espera que el Papa “siga su instinto pastoral”.
“Lo abundante que ha dicho la enseñanza católica moderna sobre el matrimonio y la familia transita en un lenguaje altamente idealizado y a menudo tristemente distanciado de la existencia humana ordinaria”, dijo Gaillardetz.
Durante una rueda de prensa en el vuelo papal a Roma después de su visita a México en febrero, Francisco dijo que esperaba tener la exhortación publicada antes de Pascua, el 27 de marzo.
Fuente:
Texto de Joshua J. McElwee. Publicado en National Catholic Reporter.