Líderes israelíes y palestinos presentan su plan de paz al Papa
4:00 p.m. | 6 nov 24 (CX/TT).- El alto al fuego inmediato, liberación e intercambio de rehenes y la reanudación del diálogo hacia la solución de dos Estados -separados y en paz- con cesiones territoriales mutuas. Esas son las ideas generales del plan de paz que el Papa ha escuchado con detalle en el encuentro con el ex primer ministro de Israel, Ehud Olmert, y el exministro de Asuntos Exteriores de Palestina, Nasser al Kidwa. Ambos líderes, figuras y voces protagonistas en el intento de alcanzar la paz en esa región.
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El ex primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el ex ministro de Asuntos Exteriores palestino, Nasser Al-Kidwa, se reunieron con el Papa en el Vaticano para hablar de la actual guerra en Gaza y de un posible camino hacia la paz. Olmert fue Primer Ministro entre 2006 y 2009, y antes fue ministro del gabinete y alcalde de Jerusalén. Lideró a Israel cuando se firmó el alto el fuego para poner fin a la guerra del Líbano en 2006, y se le considera uno de los principales protagonistas en el actual intento de crear dos Estados separados con el Presidente palestino Mahmoud Abbas.
Por su parte, Al-Kidwa fue ministro de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina de 2005 a 2006. En la reunión les acompañó Gershon Baskin, columnista israelí (The Jerusalem Post) y activista social y político que ha investigado en profundidad el conflicto palestino-israelí y el convulso proceso de paz. También estuvo presente Samer Sinijlawi, natural de Jerusalén, que ha pasado los últimos 30 años como activista político tratando de tender puentes entre Israel y Palestina.
En una entrevista concedida a L’Osservatore Romano, medio oficial de información de la Santa Sede, Olmert dijo que la conversación con el Papa había sido “un encuentro importante y emotivo”. Luego agregó que, “el Santo Padre mostró un extraordinario interés por los esfuerzos de paz en Oriente Medio”, dijo al explicar que dedicó un buen rato a conversar con ellos. “Sigue a diario cada evolución del conflicto y está en contacto con los cristianos de Gaza todos los días“, añadió Olmert.
Calificando la reunión de “honor”, Olmert también señaló que Francisco ha estado atento al mensaje que quieren enviar y a su plan de paz. Este plan, dijo, contempla que la guerra en Gaza tiene que detenerse, que los rehenes tienen que ser devueltos a sus familias, que Israel tiene que retirarse completamente de Gaza, y que Israel y los palestinos deben embarcarse inmediatamente en negociaciones para una paz global sobre la solución de dos Estados.
Olmert sugirió que se llegara a un acuerdo especial sobre el estatus de la Ciudad Vieja de Jerusalén, que la pondría bajo la jurisdicción de un fideicomiso formado por cinco naciones, incluidas Palestina e Israel, que permitiría el acceso a personas de todas las religiones, “libre para todos los creyentes, cristianos, judíos y musulmanes, y puedan practicar su fe en la ciudad de Jerusalén”.
Al-Kidwa, sobrino del famoso líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) Yaser Arafat y conocido por sus esfuerzos en favor de la paz, también participó de la entrevista difundida por L’Osservatore Romano: “Presentamos al Santo Padre nuestra propuesta de paz para Gaza”. Confirmó lo mencionado por Olmert: “plan incluye un alto el fuego inmediato y la reanudación de las negociaciones para la creación de dos Estados separados y en paz entre sí”.
“La prioridad para nuestra misión es poner fin a la guerra y lograr la paz entre los dos pueblos en forma de dos Estados que convivan sobre la base de las fronteras de 1967, con un intercambio acordado”, afirmó. Al-Kidwa dijo estar de acuerdo con la propuesta de Olmert de que Israel se anexione sólo una pequeña porción de Cisjordania, y pidió “poner fin a la guerra inmediatamente en la Franja de Gaza”. El ex ministro palestino también señaló que la liberación de los rehenes israelíes que aún están en manos de Hamás podría ir acompañada de la liberación simultánea de un número acordado de los 11.400 detenidos palestinos en centros de detención y prisiones de Cisjordania.
Al-Kidwa comentó que la delegación también abordó la “importante cuestión para toda la humanidad” relativa al estatus de Jerusalén y cómo se gobernaría. “Dimos el paso de presentar a Su Santidad la propuesta que hicimos juntos a este respecto, y creo que bendecirá el plan, y bendecirá nuestras acciones y eso definitivamente va a marcar una gran diferencia”, dijo.
La guerra en Gaza estalló tras un ataque a Israel perpetrado por militantes de Hamás el 7 de octubre de 2023 que se cobró unas 1.200 vidas y durante el cual unas 250 personas fueron tomadas como rehenes, muchas de las cuales han sido liberadas o han muerto desde entonces; sin embargo, unas 93 siguen sin ser liberadas. La respuesta militar de Israel desembocó en una guerra a gran escala en Gaza que ha dejado hasta la fecha más de 42.000 muertos —el 2% de la población de Gaza—, de los cuales más de 11.000 son niños, y que ahora se ha extendido a un conflicto regional más amplio en el que participan Irán y Líbano (cuyo saldo son dos millones de personas sin hogar y una ola de destrucción y caos).
El papa Francisco hace constantes llamados a la paz, y sus principales colaboradores han abogado por una solución de dos Estados para el conflicto. Por otro lado, no es la primera vez que mandatarios de ambos países recurren al Vaticano como intercesor, buscando la esperanza de la paz en el encuentro entre religiones. Hace diez años, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, y el entonces presidente israelí, Shimon Peres, escenificaban junto al Papa un gesto de unidad interreligiosa frente a la violencia, huyendo de las “falsas retóricas” que se olvidan, encubren y favorecen las desigualdades y las injusticias, tal y como declarara Pablo VI en su primera Jornada Mundial por la Paz, en el año 1968.
Desde entonces, la Iglesia no se ha cansado de repetir que la paz no es solo la ausencia de guerra. Y que, para lograrla, hay que tener voluntad de crear las condiciones para ella. Un año después de la terrible matanza y secuestro de más de un millar de israelíes, la cifra de muertes ha hecho perder cualquier atisbo de esa “causa justa” a la que se aferra el líder israelí, como si estuviera batallando una suerte de lucha contra el mal, mientras sume al país en una euforia belicista ni siquiera apaciguada por las movilizaciones de la población.
Es en ella en quien tienen puesta su confianza estos negociadores de paz: en una sociedad civil que escuche a quienes creen que la violencia no tiene la última palabra. También, como dijo el Papa en Asís, pueden las religiones indicar la salida. No sería la primera vez.
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Entrevista completa en L’Osservatore Romano
“Ha sido un encuentro importante y emotivo. El Santo Padre mostró un extraordinario interés por los esfuerzos de paz en Oriente Medio”. Ehud Olmert, de 78 años, ex primer ministro del Estado de Israel, se ha reunió con el papa Francisco, junto con el ex ministro de Asuntos Exteriores del Estado palestino, Nasser Al-Kidva, y una delegación de activistas por la paz. “El Papa nos dedicó una atención extraordinaria durante más de media hora, explicándonos que sigue a diario cada evolución del conflicto y que está en contacto con los cristianos de Gaza todos los días”.
“Presentamos al Santo Padre nuestra propuesta de paz para Gaza, que contempla un alto el fuego inmediato, la liberación de los rehenes israelíes que aún están en manos de Hamás junto con la liberación simultánea de un número acordado de detenidos palestinos en cárceles israelíes, y la reanudación de las negociaciones para el establecimiento de dos Estados separados y en paz entre sí”, explica el ex ministro palestino Al-Kidva, conocido en Palestina no sólo por sus posiciones favorables a la paz, sino también por ser sobrino del líder histórico de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yaser Arafat.
Señor Olmert, ¿cómo pueden crearse hoy dos Estados con la presencia de asentamientos ilegales cada vez más grandes de colonos israelíes?
Prevemos una anexión por parte de Israel de una porción de territorio a convenir igual al 4% de Cisjordania de Palestina, a cambio de un territorio de igual tamaño hoy dentro de las fronteras de Israel. Un territorio que se entregaría a los palestinos y que permitiría un corredor de conexión entre Cisjordania y Gaza.
Señor Al-Kidva, ¿qué solución para Gaza?
Israel debe retirar completamente su ejército de Gaza y permitir la creación de una entidad palestina que la administre. Contemplamos, como solución temporal y provisional, un Consejo de Comisarios compuesto por tecnócratas y profesionales de reconocida valía y no por representantes políticos. Este consejo debería estar adscrito al Consejo de Ministros de la Autoridad Palestina, que debería prepararse finalmente para la celebración de elecciones generales en los territorios palestinos en un plazo de 24/36 meses.
Sr. Olmert, ¿bastaría, en su opinión, este ejercicio de buena voluntad por ambas partes para garantizar una pacificación inmediata?
No. También pensamos que es necesario desplegar en Gaza una “Presencia de Seguridad Árabe Temporal” (TASP), que al mismo tiempo que la retirada de las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF) podría estabilizar la situación. Esta fuerza árabe de interposición debería servir de enlace con las fuerzas de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y recibir orientación del Consejo de Comisarios. Su principal cometido debería ser impedir nuevos posibles ataques a Israel desde Gaza.
Señor Al-Kidva, ¿cómo podría la solución de los dos Estados garantizar un futuro pacífico?
Mediante la obligación de que el Estado de Palestina sea un Estado no militarizado, salvo para sus necesidades de policía interna.
Eso dejaría al Sr. Olmert con el problema central abierto: el estatuto de Jerusalén.
Este es el punto en el que el papa Francisco, en nuestra reunión de hoy, se ha mostrado más interesado. Nosotros pensamos en un estatuto especial para Jerusalén, que debería ser gestionada por un fideicomiso de cinco Estados (entre los cuales obviamente Israel y Palestina) que tendrían plena autoridad sobre cada parte de la ciudad, según las reglas indicadas repetidamente por el Consejo de Seguridad de la ONU, y con un papel especial atribuido al Reino de Jordania, como ya ocurre hoy para la Explanada de las Mezquitas. En cualquier caso, pensamos que la Ciudad Vieja debería estar fuera del control político y dedicada a las tres religiones monoteístas que la consideran un lugar sagrado de oración.
¿Y qué hay de las pretensiones de ambas partes de tener Jerusalén como capital de su Estado?
Olmert: Jerusalén puede ser la capital de Israel en las partes que ya eran Israel antes del 5 de junio de 1967, además de los barrios judíos construidos después del 67, que formarían parte de ese 4,4% que he mencionado antes.
Al-Kidva: y Al Quds, la capital de Palestina, incluiría todos los barrios árabes que no formaban parte de Israel antes de la guerra del 67.
Una última pregunta, señor Olmert. Este plan tan bien articulado corre el riesgo de quedarse en una ilusión. Está en total contradicción con las intenciones del actual gobierno israelí.
Quienes me conocen saben lo que pienso del gobierno dirigido por Netanyahu, y subordinado al fanatismo extremista de Ben Gvir y Smotrich. Pero me consuela el hecho de que el 70% de los israelíes están cansados de esta coalición, del enorme daño que ha causado y sigue causando a Israel. Israel es una democracia fuerte y, democráticamente, superará a este gobierno.
¿Con qué alternativas?
La sociedad civil que lleva dos años manifestándose masivamente contra Netanyahu podrá expresar un nuevo liderazgo que hoy ni siquiera podemos imaginar. Porque, repito, Israel es un país democráticamente vivo y sólido.
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Otras voces que urgen la paz para Oriente Medio
En una reciente homilía, el patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, recordó la canonización de los mártires de Damasco y señaló que esta no consiste en “solo la celebración de figuras del pasado (…) es también una oportunidad para reflexionar”. Afirmó que los cristianos que actualmente sufren en Oriente Medio, una región “invadida por el odio, por el fanatismo religioso, por el deseo de venganza y de represalia, que son causa de violencia brutal”, también enfrentan una forma de martirio. “Aunque nos resulte difícil cambiar el mundo de la política, también es cierto que el mundo de la política no nos cambiará a nosotros”, afirmó el patriarca. “No permitiremos que la lógica de la violencia tenga la última palabra, ni sea la única voz en Oriente Medio”.
El arzobispo Atallah Hanna, del Patriarcado Ortodoxo Griego de Jerusalén, describió la semana pasada las condiciones en Gaza como “un desastre sin precedentes en la historia moderna”. Pidió “una rápida movilización para salvar a la gente en el norte de Gaza, porque los que no han muerto por los proyectiles y los cohetes están expuestos a morir de hambre y sed”. Hizo un llamado a las Iglesias a nivel internacional: “Levanten su voz exigiendo el fin de la guerra en Gaza y Líbano”. El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha insistido en su condena de una “continua y masiva” pérdida de vidas en Gaza.
“Gaza es la encarnación en el mundo real del infierno en la tierra para el millón de niños que la habitan”, afirmó un portavoz de UNICEF, que denunció que los hospitales se enfrentan a una escasez crítica de combustible y suministros médicos. “Los hospitales han sido dañados por los ataques y se han quedado sin electricidad, mientras que los heridos se han quedado sin atención”, denunció en las redes sociales Philippe Lazzarini, director de la Agencia de Naciones Unidas para la Ayuda Humanitaria. “Negar y convertir en arma la ayuda humanitaria para conseguir fines militares es una señal de lo decaída que está la brújula moral (…) nadie debería suplicar ayudar o ser ayudado”, escribió.
Las autoridades sanitarias de Gaza han registrado al menos 42.603 muertos y 99.795 heridos desde que comenzó la guerra en octubre de 2023, según las autoridades dirigidas por Hamás. En Líbano, los continuos ataques aéreos israelíes en todo el país “siguen matando y hiriendo a civiles y desplazando a un número cada vez mayor de familias”, según la última actualización de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA). La magnitud de los desplazamientos ha desbordado los refugios disponibles. “Hasta el fin de semana se habían abierto en el Líbano casi 1.100 refugios colectivos que acogían a unas 192.000 personas desplazadas. Más de 900 de ellos están ya a plena capacidad”, dijo la OCHA.
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El 16 de octubre, los líderes cristianos y musulmanes del Líbano hicieron un llamamiento conjunto: “Que Dios dé esperanza a nuestro pueblo para resistir esta catástrofe”. Se reunieron en una cumbre extraordinaria convocada por el Patriarcado de Bkerké. Estuvieron presentes el Patriarca maronita Béchara Boutros Raï y el nuncio apostólico en Líbano, el arzobispo Paolo Borgia. La “brutal agresión israelí contra el Líbano (…) socava la dignidad y el orgullo de todos los libaneses y del pueblo libanés”, afirmaron en un comunicado.
Los líderes pidieron estabilidad política en el Líbano e instaron al Consejo de Seguridad de la ONU “a reunirse inmediatamente y sin demora para tomar la decisión de imponer un alto el fuego y poner fin a esta masacre humanitaria del Líbano”. Agradecieron a las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU en el sur del Líbano “los esfuerzos y sacrificios que realizan para proteger las fronteras meridionales del Líbano y a la población de esta región”, así como “su persistencia en sus posiciones a pesar del injustificado acoso y las advertencias israelíes destinadas a erradicar a todos los testigos de las brutales masacres que están cometiendo contra nuestra patria”.
La declaración también agradecía a la población libanesa su generosa acogida a los desplazados. Alrededor de la mitad de las escuelas públicas libanesas, incluidas las católicas, se han convertido en refugios para desplazados, especialmente en el sur y en el valle de la Bekaa. El ACNUR informó de que más de 420.000 personas han cruzado a Siria, y casi 17.000 buscaban refugio en Irak.
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Fuentes
Crux Now / The Tablet / El País / Vatican News / Alfa y Omega / Videos: Vatican News – Canal 26 – France 24 – Rome Reports / Foto: Vatican Media