Francisco concluye histórica visita apostólica de 12 días

1:00 p.m. | 14 set 24 (LN/AYO).- Tras su visita a Indonesia y Papúa Nueva Guinea, el Papa llegó a Timor Oriental, un país con un 95% de población católica, y a Singapur, una nación muy desarrollada, para cerrar su viaje más extenso como pontífice. En Timor, que ha enfrentado dificultades políticas, el Papa reivindicó el camino hacia la paz sin corrupción. En Singapur, alertó sobre los riesgos del alto desarrollo económico. En ambos países, hizo un llamado a la justicia social: en Timor, donde el 50% vive en pobreza, y en Singapur, con indicadores de desigualdad que preocupan.

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En Timor Oriental, encarar la pobreza y las heridas a la dignidad

Cientos de miles de personas se volcaron a las calles para darle la bienvenida a Francisco, primer pontífice que pisa esta excolonia portuguesa desde que, tras ríos de sangre, logró su independencia en 2002, convirtiéndose en uno de los países más jóvenes del mundo. Cuando Juan Pablo II estuvo aquí, en 1989, Timor Oriental aún estaba bajo control de Indonesia, que ocupa la parte oriental de la isla de Timor. En esa gesta por la independencia que marcó a fuego el país, la Iglesia católica tuvo un rol fundamental, recordó Francisco en su primer discurso, que pronunció ante el muy popular presidente José Ramos-Horta, una de las grandes figuras en la lucha por la libertad de los timorenses.

Ramos-Horta debió exiliarse durante varios años (de 1975 a 1999), ganó el Premio Nobel de la Paz en 1996 y tuvo otro mandato (2007-2012) durante el cual intentaron asesinarlo. La visita del Papa fue de suma importancia para este país -con millón y medio de habitantes de los que el 96% son católicos- reflejada en la recepción por el mandatario de 74 años y el premier Xanana Gusmao. La ceremonia de bienvenida incluyó himnos y salvas, y fue seguida por miles de timorenses en pantallas gigantes alrededor del Palacio Presidencial.

En una capital revolucionada por una visita de 48 horas para la que el gobierno gastó 12 millones de dólares -algo que generó polémica-, en todos los recorridos que hizo Francisco las calles estaban abarrotadas de gente exultante, que se protegía del sol abrasador (28 grados, pero térmica muy superior por la humedad tropical), vestían remeras con su rostro y leyenda “Bem-Vindo Sua Santidade” y se veían centenares de arcos de palma adornados con flores. Las imágenes recordaban lo que se había visto en el viaje de Francisco a Filipinas de 2015.

A su turno Francisco, tras agradecer la “cordial y alegre” bienvenida recibida por las calles y bromear con los “piratas holandeses” al aludir a los tiempos coloniales portugueses, aludió al “reciente pasado doloroso” del país, en el camino de la obtención de la independencia.

VIDEO. Entusiasmo desbordante en Timor Oriental ante la llegada de Francisco

 

Con un breve paréntesis durante la Segunda Guerra Mundial, cuando fue ocupada por los japoneses, Timor Oriental fue una colonia portuguesa desde el siglo XVI hasta 1975, cuando fue invadida por Indonesia nueve días después de haber declarado su independencia. Esto causó una guerra civil entre partidarios y adversarios a la independencia (respaldados por Indonesia), que causó la muerte de entre 60 mil y 100 mil personas. Después de 24 años de guerrilla y sangrientas represiones, en agosto de 1999 fue convocado un referéndum bajo la supervisión de la ONU, en el que ganaron los defensores de la independencia. Esto desencadenó más violencia que dio lugar a una intervención de una fuerza multinacional de paz de la ONU que permitió que finalmente Timor Oriental pudiera declarar la independencia en 2002, con el líder de la guerrilla independista Xanana Gusmao como primer presidente.

“Ustedes son un pueblo sufrido, pero sabio en el sufrimiento”, dijo el Papa, saliéndose del discurso preparado, hablando en español. El Papa señaló luego los desafíos que el país enfrenta actualmente. “Pienso en el fenómeno de la emigración, que constituye siempre un indicador de un insuficiente o inadecuado uso de los recursos, así como de la dificultad de ofrecer a todos un empleo que produzca un beneficio justo y que garantice a las familias los ingresos que correspondan a sus necesidades básicas”, afirmó. “Pienso también en la pobreza presente en muchas zonas rurales, y en la consiguiente necesidad de una acción coral amplia que implique a las múltiples fuerzas y distintas responsabilidades, religiosas y sociales, para ponerle remedio y ofrecer alternativas viables a la emigración”, agregó.

Pese a que tiene yacimientos petrolíferos y gas offshore, hasta ahora no han sido explotados por falta de planificación y recursos financieros para construir las infraestructuras necesarias. Y se estima que cerca de la mitad de la población de casi 1 millón y medio de habitantes vive debajo el umbral de la pobreza. Algo agravado por una fuerte desocupación (superior al 50%), que afecta sobre todo a los jóvenes, que representan el 65% de los timorenses menores de 30 años. En este contexto social explosivo, la Iglesia católica es más que respetada por su rol en el campo de la educación, la salud y la asistencia a los más necesitados.

El Papa lamentó también las “plagas sociales como el abuso en el consumo de bebidas alcohólicas entre los jóvenes y su incorporación a las bandas que, envalentonadas por su conocimiento de las artes marciales, en lugar de utilizarlo al servicio de los indefensos, se aprovechan de él para exhibir el poder efímero y dañino de la violencia”. Y finalmente pidió que “no se olvide a tantos niños y adolescentes heridos en su dignidad; todos estamos llamados a actuar con responsabilidad para prevenir todo tipo de abuso y garantizar un crecimiento sereno a nuestros jóvenes”.

Esta frase fue interpretada por algunos vaticanistas como una elíptica referencia al escándalo de abusos a menores protagonizado por el obispo Carlos Filipe Belo, otra figura aquí considerada un héroe de la independencia y que obtuvo el premio Nobel de la Paz junto a Ramos-Horta en 1996. Ximenes Belo dejó hace ya dos décadas el país y se encuentra ahora recluido en un monasterio de Portugal, tras ser sancionado hace un par de años -en forma demasiado leve- por el Vaticano. Belo es amigo de Ramos Horta, y sigue respetado en general por la opinión pública que quedó bajo shock cuando un medio holandés hace dos años destapó sus abusos.

Sin embargo, no hubo un abordaje o mención directa del Papa respecto a ese caso, tal como lo exigió el grupo estadounidense Bishop Accountability (que defiende a las víctimas de pedofilia) en una carta al cardenal estadounidense Sean O’Malley, presidente de la Pontificia Comisión para la Tutela de Menores. “No lo sé, a la gente no le interesa el tema, todos ven a Belo como un padre de la patria”, comentó a La Nación, Filomeno Martins, periodista local de la agencia Tatoli.

LEER. Timor Oriental: una historia de colonización, ocupación e independencia

VIDEO. Francisco no elude la cuestión de los abusos en Timor Oriental

 

“Atentos a esos cocodrilos que quieren cambiarles la cultura, la historia”

En su segunda jornada en Timor Oriental, Francisco hizo historia al presidir una misa al aire libre ante 600 mil personas, casi la mitad de la población de este país. En medio de un parque (explanada de Tasitolu) rodeado de áridas colinas muy cercanas a una playa de arena blanca, donde ya había celebrado misa Juan Pablo II en 1989, era interminable la alfombra de paraguas amarillos y blancos (colores del Vaticano) bajo la que una multitud se protegía de un sol abrasador.

Lo primero que hizo al Papa -que fue agasajado por indígenas en trajes tradicionales que le tocaron y danzaron-, fue saludar a un grupo de enfermos, a quienes acarició, besó y abrazó. Durante el sermón, pese a las 600 mil personas presentes, reinaba un silencio impactante. “Pidamos juntos, en esta Eucaristía, como hombres y mujeres, como Iglesia y como sociedad, saber reflejar en el mundo la luz potente y tierna del amor, de ese Dios que, como rezamos en el salmo responsorial, levanta del polvo al desvalido, alza al pobre de su miseria, para hacerlo sentar entre los nobles”, exhortó.

“Estuve pensando mucho qué es lo mejor que tiene Timor: ¿el sándalo o la pesca? No, no es lo mejor. Lo mejor es su pueblo”, dijo, desatando gritos de aprobación entre la masa. “No puedo olvidar ese pueblo al costado del camino, con los niños, ¡cuántos chicos tiene este pueblo!”, exclamó, aún asombrado por el fervor visto en estos días. “Lo mejor que tiene este pueblo es la sonrisa de los niños. Un pueblo que enseña a sonreír a sus niños es un pueblo con futuro”, agregó, evidentemente encantado.

“Pero estén atentos, porque me dijeron que en algunas playas vienen los cocodrilos. Los cocodrilos que vienen nadando y tienen la mordida más fuerte de lo que manejamos”, advirtió. Aludió así, a las fuerzas europeas colonialistas e imperialistas que marcaron la historia de esta parte del mundo y a la colonización ideológica que suele denunciar. Aunque también, a la corrupción reinante en estas latitudes, vinculada también a la explotación de los recursos por parte de las multinacionales.

“Estén atentos a esos cocodrilos que quieren cambiarles la cultura, la historia. Y no se acerquen a esos cocodrilos porque muerden, y muerden mucho”, aconsejó. “Les deseo la paz. Les deseo que sigan teniendo muchos niños, que la sonrisa de este pueblo siga siendo los niños”, añadió Francisco, que concluyó invitando a cuidar a los niños, pero también a los ancianos, “que son la memoria de esta tierra” y alentó a todos a seguir adelante “con esperanza”.

VIDEO. Hasta 700.000 personas participan en la misa del papa en Timor Oriental

 

Ese mismo día, más temprano visitó un hogar de religiosas que atienden a chicos con discapacidades físicas y mentales. “Ellos nos enseñan a nosotros cómo debemos dejarnos cuidar por Dios y no por tantas ideas, o planes o caprichos. Ellos son nuestros maestros”, dijo, tomándole la mano a un niño llamado Silvano, postrado en una silla de ruedas, al que le tomó la mano e hizo mimos. En un encuentro muy emotivo, también acarició y jugó con varios otros chicos con inmensa ternura.

También acarició y besó enfermos, algunos en camillas, que lo esperaron a la salida de la catedral de la Inmaculada Concepción, donde tuvo un encuentro con obispos, sacerdotes, diáconos, monjas, seminaristas y catequistas. Allí, agradeció el trabajo de los religiosos de Timor Oriental, un país “en los confines del mundo”. Luego advirtió que, “si la Iglesia está en el centro y no sale hacia los confines, es una Iglesia enferma (…) el ejemplo debe ser el sacerdote pobre”, les recomendó.

En su tercer y último día en Timor, por la mañana, tuvo una encuentro con 3000 jóvenes que lo recibieron coreando, en español, “¡Esta es, la juventud del Papa! ¡Esta es, la juventud del Papa” y ovaciones. En excelente forma Francisco ante todos ellos improvisó, bromeó, interactuó y, al final, les dejó mensajes muy claros: “¡Odio, no! ¡Amor y servicio, sí! ¡Tengan coraje y si se pelean, reconcíliense! ¡Hagan lío, barullo! ¡Respeten y escuchen a los ancianos!”.

VIDEO. Reflexión del Papa sobre el Juicio Final en la visita a niños con discapacidades

Actividades centrales del Papa en Timor Oriental

1) Encuentro con las autoridades y la sociedad civil (9 de septiembre)
Reseña en Vatican News / Discurso completo / Video completo

2) Visita a los niños con discapacidad de la Escuela “Irmãs Alma” (10 de septiembre)
Reseña en Vatican News / Discurso completo / Video completo

3) Encuentro con el clero, personas consagradas y catequistas (10 de septiembre)
Reseña en Vatican News / Discurso completo / Video completo

4) Santa Misa en la explanada de Tasitolu (10 de septiembre)
Reseña en Vatican News / Homilía completa / Video completo

5) Encuentro con los jóvenes en el “Centro de Convenções” (11 de septiembre)
Reseña en Vatican News / Discurso completo / Video completo

Otras actividades del Papa en Timor Oriental

VIDEO. Francisco en Dili: Peregrino en las tierras de Oriente

Visita a Singapur, última etapa del “maratón” del Papa

En un contraste casi shockeante con las últimas dos etapas -Papúa Nueva Guinea y Timor Oriental, dos de los países más pobres del planeta-, el Papa aterrizó en el tercer centro financiero más importante del globo después de Nueva York y Londres. El Papa fue recibido en esta ciudad-Estado de casi seis millones de habitantes, por el ministro de la Cultura, de la Comunidad y de la Juventud. Luego, se dirigió directamente al centro de retiros San Francisco Javier, de la Compañía de Jesús. Allí, al margen de descansar, tuvo un encuentro privado con jesuitas. La actividad oficial comenzó al día siguiente. No sorprendió que no hubiera tanta gente recibiéndolo en las calles.

Una de las características de Singapur, un rincón del mundo secularizado, en efecto, es su multiculturalidad y multirreligiosidad: el 74% de su población es de origen chino; el 13,5% es malayo y el 9% indio. En cuanto a religión, la mayoría de la población es budista (33%), seguida por cristianos protestantes (18%), musulmanes (15%), taoístas (11%), hinduistas (5%) y católicos (3,5%); el restante 17% es no religioso. De todos modos, la visita es considerada una oportunidad para mostrarse al mundo, y el padre Francis Lim, superior de los Jesuitas en esta zona del mundo, destacó la expectativa que había generado la llegada del Papa, ya que además de que “es popular entre la minoría católica, también es considerado entre la opinión pública un líder internacional importante por su compromiso por la paz, la armonía y la justicia”.

Singapur, cuyo nombre en sánscrito significa “ciudad del León” (singa-pura), es una pequeña isla al sur de Malasia, situada en una estratégica intersección de rutas marítimas. Desde la Edad Media, fue un importante centro comercial. En 1918, el sultán de Johor cedió su territorio a la Compañía Británica de las Indias Orientales, convirtiéndose en la base naval británica más importante en Asia oriental. Durante la Segunda Guerra Mundial, sufrió graves daños y masacres bajo ocupación japonesa (1942-1945). Tras la guerra, volvió al control británico, obtuvo autogobierno en 1959, y se unió brevemente a Malasia en 1963. Finalmente, en agosto de 1965, se convirtió en una república independiente, manteniendo una asociación con el Commonwealth y un sistema parlamentario de estilo británico

Aunque es un país sin materias primas, gracias a un ambicioso programa de modernización e industrialización emprendido por Lee Kuan Yew, “padre fundador” del país -considerado por algunos un dictador- y luego por su hijo Lee Hsien Loong, Singapur se convirtió en una de los cuatro “tigres asiáticos” (junto a Hong Kong, Taiwán y Corea del Sur). En 2004 Lee Hsien Loong, con un estilo pragmático y casi sin oposición, logró no sólo un equilibrio étnico religioso en esta pequeña ciudad-Estado, sino también lanzarla al estrellato financiero y al prestigio internacional. Esto, gracias a una gestión del Estado basada en el concepto de “democracia guiada” elaborado por los fundadores, con una administración fuertemente centralizada que apunta al orden y al bienestar, liberal en lo económico, pero con un fuerte aporte público.

Gracias a eso, hoy Singapur tiene uno de los niveles de vida más altos del mundo, con muy buena educación y salud. Es el cuarto país de renta per cápita del mundo, tiene una de las tasas más altas de propietarios de inmuebles y un sistema de transporte espectacular, con tecnología de vanguardia. También se destaca por imponer reglas muy estrictas -tiene pena de muerte, algo que el Papa pide normalmente abolir- y, según Transparency International es uno de los países menos corruptos del mundo.

En mayo de este año, Loong fue sucedido por Lawrance Wong, que es también ministro de Finanzas y que, más allá de la prosperidad reinante, tiene de todos modos problemas por resolver. Entre ellos, el envejecimiento de la población, las tensiones étnicas y religiosas, un estado de bienestar cada vez más insuficiente y necesidades vinculadas a las viviendas. Aunque todo resplandece en Singapur, por otro lado, existen grandes contrastes sociales que tienen que ver sobre todo con la mano de obra extranjera barata, formada por migrantes, muy a menudo discriminada y poco integrada.


Elogios para los logros económicos, pero alertó de los riesgos

Singapur es famosa por ser uno de los lugares más ricos del mundo, donde se estima que el 15% de la población en 2030 ya habrá acumulado un millón de dólares. Se trata de una virtual burbuja donde hay una increíble concentración de millonarios, pero también, una mano de obra barata que viene de afuera, discriminada y poco integrada.

En su primer discurso, que pronunció ante el presidente Tharman Shanmugaratnam, autoridades y representantes de la sociedad civil, en el aula magna de la prestigiosa Universidad Nacional, el Papa aludió a todo eso. Si bien destacó las políticas puestas en marcha en las últimas décadas para lograr el “milagro económico” de Singapur, hace 100 años tan sólo una isla de pescadores, también puso el foco sobre sus riesgos. “Es importante que Singapur no sólo haya prosperado económicamente, sino que se haya esforzado por construir una sociedad en la que la justicia social y el bien común se tengan en gran estima”, dijo, al subrayar las políticas de vivienda pública, su educación de alta calidad y su eficiente sistema de salud. “Espero que estos esfuerzos continúen hasta lograr que todos los habitantes de Singapur participen plenamente”, agregó.

“Con respecto a esto, quisiera señalar el riesgo que conlleva un cierto tipo de pragmatismo y una cierta exaltación del mérito”, que “legitima la exclusión de aquellos que se encuentran al margen de los beneficios del progreso”, siguió. “En este sentido, reconozco y alabo las variadas políticas e iniciativas puestas en marcha para sostener a los más débiles, y espero que se preste una particular atención a los pobres, a los ancianos y a la tutela de la dignidad de los trabajadores migrantes, que tanto contribuyen a la construcción de la sociedad, y a quienes hay que garantizarles un salario justo”, planteó.

Una de las amenazas centrales para esta pequeña isla del sudeste asiático, uno de los principales centros financieros del planeta, conocido como “la perla de Asia”, considerado el lugar que produce más millonarios y el más costoso para vivir, de acuerdo a un estudio del Economist Intelligence Unit, es la desigualdad. Lleno de rascacielos, jet privados y Rolls-Royce, es el cuarto país más rico del mundo, apenas superado por Qatar, Luxemburgo y Macao, según el poder adquisitivo de sus habitantes. Pero con el envejecimiento de la población, la contratación masiva de trabajadores extranjeros poco calificados se ha convertido en un obstáculo importante al crecimiento con equidad.

“No hay salario mínimo en Singapur y los trabajadores extranjeros suelen ganar menos de 1000 dólares singapurenses (767 dólares estadounidenses)”, dijo a La Nación, Olivia Lin Quianru, periodista local. “Pero los migrantes extranjeros suelen vivir en dormitorios y no tienen que pagar alquiler”, precisó Quianru, que no ocultó que el reclamo por un salario justo para los trabajadores migrantes fue la parte del discurso del Papa que más le llamó la atención.

Los trabajadores extranjeros, provenientes sobre todo de Filipinas, India, Bangladesh e Indonesia, suelen trabajar en la construcción, en la limpieza de esta ciudad impoluta, como empleados domésticos; y, además, en el cuidado de los centenares de magníficos árboles, plantas y flores que han vuelto a Singapur una “garden city” comprometida en sostenibilidad (reciclado de plásticos, reciclado de agua usada, energía solar, reducción de emisión de gases y demás). El presidente Shanmugaratnam le recordó todo esto al Papa, a quien le agradeció esta visita, la segunda de un Pontífice después de la de Juan Pablo II hace 38 años, que fue muy breve ya que solo se quedó pocas horas.

El mandatario destacó el liderazgo del Papa, “una voz global apasionada contra la guerra” y agradeció el aporte concreto de la Iglesia católica a Singapur, a través de escuelas y demás instituciones vinculadas a la salud y a la asistencia. El presidente subrayó, además, el compromiso de este país con una cultura multirracial, multirreligiosa y multicultural -hay cuatro lenguas oficiales (inglés, chino, malayo y tamil) y varias religiones-; y, sobre todo, con la ecología.

Francisco, que llegó aquí después de haber visitado países muy pobres como Timor Oriental y Papúa Nueva Guinea, no ocultó su deslumbramiento con todo esto. “Quien llega aquí por primera vez, queda impresionado por el bosque de modernísimos rascacielos que parecen alzarse del mar. Son un claro testimonio del ingenio humano, del dinamismo de la sociedad de Singapur y de la perspicacia del espíritu empresarial, que aquí han encontrado un terreno fértil para desarrollarse”, destacó.

VIDEO. Francisco habla ante las autoridades de una de las economías mundiales: Singapur

 

¿Cuál es “la inversión más rentable” para Dios?

En su segundo día en Singapur, en la homilía de la misa que ha celebrado en el Estadio Nacional Sports Hub, el Papa aseguró que algunas personas podrían pensar que es “ingenuo” decir que “el crecimiento” de una sociedad próspera se debe a familias y personas que hacen sacrificios “extraordinarios por amor”. Sin embargo, la prueba está —para el Pontífice— en la propia ciudad de Singapur: “detrás de cada una de las obras que tenemos delante hay muchas historias de amor por descubrir en las comunidades y en los padres que sacan adelante a sus familias, y en los profesionales y trabajadores que se entregan sinceramente a sus diversas tareas”.

Incluso en el origen de estas imponentes construcciones, “como en el de cualquier otro proyecto que deja una huella positiva en este mundo, no está en primer lugar, como muchos piensan, el dinero, ni la técnica, ni siquiera la ingeniería, sino en definitiva el amor, el amor que construye”.

“Si no fuera por eso, aquí nadie habría podido hacer crecer una metrópolis tan grande, los arquitectos no habrían hecho proyectos, los obreros no habrían trabajado y nada se habría podido realizar”, ha explicado. En el principal centro financiero de Asia, ante unas 50.000 personas, el Papa ha rendido homenaje a la belleza y al ingenio de la infraestructura de Singapur, diciendo que la ha hecho “famosa y fascinante”. Pero también ha explicado que detrás de cada uno de los rascacielos hay muchas historias de amor por descubrir. “Historias de hombres y mujeres unidos entre sí en una comunidad; de ciudadanos comprometidos con su país; de madres y padres preocupados por sus familias; de profesionales y trabajadores de todo tipo y grado”, ha asegurado.

VIDEO. Francisco celebra misa en Singapur, donde los católicos son los únicos que crecen en número

Actividades centrales del Papa en Singapur

1) Encuentro con las autoridades y la sociedad civil en la National University of Singapore (12 de septiembre)
Reseña en Vatican News / Discurso completo / Video completo

2) Santa Misa en el Estadio Nacional en el Singapore Sports Hub (12 de septiembre)
Reseña en Vatican News / Homilía completa / Video completo

3) Encuentro interreligioso con jóvenes en el “Catholic Junior College” (13 de septiembre)
Reseña en Vatican News / Discurso completo / Video completo

Otras actividades del Papa en Singapur

VIDEO. Maratoniana última jornada del papa en Singapur antes de regresar a Roma

Información adicional
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Fuentes

La Nación (2, 3 y 4) / Revista Alfa y Omega / Videos: Vatican News – Rome Reports / Foto: Hans Lucas (AFP – Vatican Media)

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