Caso Sodalicio investigado a profundidad por el Vaticano

1:00 p.m. | 27 jul 23 (CX/LR).- Ya trabaja en Lima la misión encargada por la Santa Sede para investigar a profundidad las denuncias de abusos contra el Sodalicio. Integrada por el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, y el sacerdote español Jordi Bertomeu, miembros del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y expertos en delitos de abusos, la comisión indagará, escuchará testimonios y presentará un informe sobre el denominado caso “Sodalicio de Vida Cristiana” en Perú. La investigación recibió el respaldo del episcopado peruano y ya se han difundido los primeros comentarios y expectativas a partir de las primeras entrevistas de la comisión.

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La Conferencia Episcopal Peruana había anunciado formalmente la llegada del arzobispo maltés Charles Scicluna y del monseñor español Jordi Bertomeu para investigar el Sodalicio de Vida Cristiana (SCV) el sábado 22 de julio. Tanto Scicluna como Bertomeu son funcionarios del Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano, que se ocupa de las denuncias de abusos clericales. Su historial también incluye la investigación exhaustiva realizada en el caso de los Legionarios de Cristo y su fundador, el difunto padre mexicano Marcial Maciel Degollado; los graves escándalos de abusos sexuales cometidos por clérigos en Chile; así como las crisis de abusos en muchos otros países del mundo.

El SCV, una Sociedad de Vida Apostólica y el mayor movimiento eclesial laico de Perú, fue fundado por el laico peruano Luis Fernando Figari en 1971. Aunque las denuncias aparecieron hace muchos años, los escándalos relacionados con el SCV estallaron en 2015, cuando los periodistas peruanos Pedro Salinas y Paola Ugaz publicaron su exitoso libro Mitad monjes, mitad soldados, en el que relatan años de presuntos abusos sexuales, físicos y psicológicos por parte de miembros del SCV. El propio Salinas fue miembro del SCV.

El mismo Figari fue acusado de abusos físicos, psicológicos y sexuales dentro de la comunidad, incluso contra menores. Fue sancionado por el Vaticano en 2017 y se le prohibió volver a tener contacto con miembros del grupo, y actualmente vive en el exilio.

En un comunicado del 22 de julio, el arzobispo de Trujillo, Miguel Cabrejos Vidarte, presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, dijo que Scicluna y Bertomeu vienen “a investigar, escuchar y presentar un informe” sobre el caso del Sodalicio de Vida Cristiana en nuestro país. “Me parece excelente que se investigue a fondo este asunto, que se escuche a las personas implicadas y estoy seguro de que el informe será justo y objetivo por el bien de todos”, dijo. Fuentes conocedoras de la visita han señalado al portal de noticias católicas Crux que se formará una comisión especial para evaluar varios puntos, entre ellos la posible disolución de la comunidad y lo que ello implicaría.

Scicluna y Bertomeu comenzaron el martes a realizar entrevistas como parte de su investigación sobre el SCV en la nunciatura apostólica en Perú. Tanto Salinas como Ugaz se reunieron con la comisión el martes por la mañana, y cada uno pasó varias horas conversando.

Ugaz, que actualmente está trabajando en un segundo libro que detalla las finanzas del SCV y presuntas malas prácticas en su gestión financiera, ha recibido una avalancha de denuncias legales por difamación y otras acusaciones hechas por individuos y grupos vinculados al SCV. Una de esas denuncias, que más tarde fue retirada, procedía del arzobispo peruano José Antonio Eguren Anselmi, miembro importante del SCV desde hace mucho tiempo. Ugaz se reunió con el papa Francisco en el Vaticano en noviembre de 2022.

En una serie de tuits tras su reunión con Scicluna y Bertomeu, Salinas se refirió a ellos como “los Van Helsings de la pederastia clerical”, diciendo: “No sé qué pasará, pero salí más que satisfecho de la reunión con los enviados del papa Francisco”. (La referencia es a una popular serie de televisión sobre un cazador de vampiros basado en el profesor Van Helsing de la novela gótica Drácula, de Bram Stoker).

Salinas tuiteó una foto suya con Scicluna de 2019, cuando fue invitado por el arzobispo maltés a una gran cumbre sobre protección de menores organizada por el papa Francisco en Roma, diciendo que ya en 2019 Scicluna “mostró empatía y preocupación por lo que estaba pasando en Perú” con el caso del Sodalicio. “Tenerlo en una misión en Perú es algo increíble”, dijo Salinas.

Ugaz en tuits propios recordó su encuentro con el Papa en noviembre pasado, diciendo que ocho meses después, el Papa “envió la misión que investigará el Sodalicio”. Describió su conversación con Scicluna y Bertomeu como “gran y entrañable”, señalando que “esta alucinante historia junto a Pedro Salinas comenzó en 2010 y aquí seguimos. Larga vida al periodismo en Perú”.

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Scicluna y Bertomeu también se reunieron el martes con víctimas del SCV y con la congresista peruana Susel Paredes, quien trabajó en el llamado “Informe De Belaunde”, producto de una investigación llevada a cabo por la Comisión Investigadora sobre Abuso Sexual de Menores en Organizaciones, que fue lanzada por el congresista Alberto De Belaunde, pero que cayó fuera del radar hasta que Paredes la resucitó.

En un tuit tras su reunión con Scicluna y Bertomeu, Paredes dijo: “En noviembre de 2022 rescaté de los archivos del Congreso el informe sobre agresiones sexuales dentro del Sodalicio. Envié copias al Vaticano. Hoy, una misión está en Lima para investigar los hechos. La verdad se abre paso. No más silencio ni impunidad”. “Seguiré insistiendo para que el Informe De Belaunde vea la luz, se haga justicia y se repare a las víctimas”, afirmó.

También el martes, el mismo día en que Scicluna y Bertomeu comenzaron las entrevistas, el abogado peruano Carlos Rivera Paz, que asiste a Ugaz en las diversas denuncias judiciales en su contra, anunció a través de Twitter que la fiscalía peruana archivó uno de los casos que acusaba a la periodista por lavado de activos. El caso fue iniciado en 2021 por Luciano Revoredo, un empresario peruano muy vinculado al SCV que ya había acusado a Ugaz de lavado de dinero y cohecho. Ayer Rivera anunció que la fiscalía archivó el caso, al considerar que las acusaciones carecían de fundamento.

Citó el manifiesto de la fiscalía, que afirmaba que el caso estaba “desvirtuado, ya que la declaración del denunciante carece de credibilidad subjetiva”, citando antiguos conflictos entre Ugaz y Revoredo. “En este caso en particular, no existen elementos de convicción que corroboren periféricamente y que acrediten objetivamente que el investigado haya participado en hechos constitutivos del delito de lavado de activos”, señaló el documento, afirmando que la declaración de Revoredo “no cuenta con garantías de certeza” y carece de credibilidad.

Los abogados que asesoran a un grupo de víctimas del SCV, que han presentado dos querellas distintas contra Figari y otros altos cargos y exmiembros, también emitieron el martes un comunicado condenando la decisión de apartar al fiscal provincial que supervisa el segundo de los dos casos. La primera denuncia de las víctimas del SCV, lanzada contra Figari y otros miembros de alto rango del grupo, se presentó en octubre de 2015, poco después de que se publicara Mitad monjes, mitad soldados, por abusos sexuales a menores. En mayo de 2016 se presentó una segunda denuncia por abusos físicos, sexuales y psicológicos, adoctrinamiento o “secuestro” mental y prácticas comerciales ilícitas.

En 2017, el primer caso se archivó por prescripción y alegando que había transcurrido el plazo legal para completar la investigación preliminar. El segundo caso siguió avanzando, sin embargo, en agosto de 2021, los abogados que representan a Figari y a otros altos miembros del SCV presentaron una solicitud formal al Poder Judicial peruano para archivar el caso, que había sido enviado a la Fiscalía contra el Crimen Organizado por el cargo de actividades empresariales ilícitas. En su momento, Eduardo Castañeda, fiscal provincial adscrito al caso, argumentó que el caso debía seguir adelante.

Sin embargo, en su declaración del martes, los abogados que representan a las víctimas del SCV dijeron que el equipo jurídico de Figari había conseguido que Castañeda fuera apartado del caso, y que fuera sustituido por la fiscal provincial adjunta de Crimen Organizado Karen Yeremy Mercado Gutiérrez. Castañeda, según el comunicado, había calificado anteriormente al SCV como una secta y asumió la posición de que el reclutamiento de miembros caía bajo el delito de estafa por utilizar técnicas coercitivas de persuasión y un ‘uso indebido de la religión’, así como de la confianza en la fe de las víctimas.

El 21 de junio de 2023, Mercado dictaminó el archivo de la causa, una decisión que, según los abogados de las víctimas, “vulnera gravemente el derecho de acceso a la justicia de las víctimas, así como el derecho a la verdad que les beneficia a ellas y a toda la sociedad”. Han presentado un recurso de apelación contra la decisión de archivar el caso, calificando la medida de “desconocimiento expreso de las obligaciones de la justicia peruana de investigar debidamente hechos constitutivos de violaciones de derechos humanos”.

En caso de que el caso se archive, como único caso civil pendiente contra Figari y otros miembros del SCV, significaría que ni Figari ni otros miembros del grupo se enfrentarían a ningún cargo civil.

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Entrevista: “Creo que no se descarta la disolución del Sodalicio”

Entrevista del diario La República al periodista y sobreviviente de abusos del Sodalicio, Pedro Salinas.

¿Cómo te sientes luego de tu encuentro con la comisión Scicluna-Bertomeu?

He salido más que satisfecho. Creo que ha sido una buena reunión, me gustaron varios momentos. El principal es que habían revisado minuciosamente mi investigación, “Sin noticias de Dios”, que es el último libro que publiqué, y veo que están usándolo como insumo para esta auditoría, así como también incluyen la investigación de Paola Ugaz, sobre las finanzas del Sodalicio.

¿Podrías contar un poco sobre cómo fue la dinámica que utilizaron los funcionarios del Vaticano?

Sí, bueno, Charles Scicluna se encontraba a mi lado derecho, en una sala relativamente pequeña. Él lideraba el interrogatorio, por decirlo de alguna forma, y frente a nosotros estaba Jordi Bertomeu en una mesa con una laptop registrando lo que decíamos Scicluna y yo.

¿De qué trataban algunas de las preguntas hechas por el monseñor Charles Scicluna?

Muchas de las preguntas estaban basadas en mi libro. Scicluna iba preguntándome y haciéndome precisiones sobre la información que ahí se consigna, y que también le explicara el contexto. Como el libro aborda varias aristas del caso Sodalicio, me sentí bien que vinieran con parte del trabajo hecho. También hablamos de las características sectarias y mafiosas de la organización y se dedicó una buena cantidad de tiempo a hablar sobre el acoso mediático y judicial contra Paola Ugaz, Daniel Yovera y contra mí.

¿Cuáles son tus impresiones de Charles Scicluna y Jordi Bertomeu?

Claramente, me parecieron confiables. Yo conocía a ambos por separado y por hechos distintos en Roma y en el Vaticano en el 2019. Luego de lo que hicieron en Chile, su reputación les precedía (en referencia al caso de Fernando Karadima). Personalmente, yo les tengo admiración y respeto. Me parecen de lo mejor de la Iglesia católica para estos tópicos de la lucha contra la pederastia y contra la corrupción eclesial. Son mis principales referentes, con lo cual me sentí cómodo. Scicluna es muy empático y muy agudo también.

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¿Scicluna tenía alguno de tus libros a la mano?

Sí, incluso en un momento se fue a un capítulo del libro ‘Sin noticias de Dios’. Me parece que hasta tenía la página marcada. En aquel pasaje yo narro el primer encuentro de los obispos peruanos con la Conferencia Episcopal, y que fue un “saludo a la bandera” porque nos vendieron una ilusión a los exsodálites.

¿Qué fue lo que sucedió con la Conferencia Episcopal?

Bueno, para comenzar, esa fue una reunión en el 2018 en la que yo tuve que hablar con el nuncio apostólico, que era Nicola Girasoli, para decirle que me parecía inconcebible que, tres años después de la investigación en “Mitad monjes, mitad soldados”, la Conferencia Episcopal no haya tenido un solo gesto de cercanía con las víctimas del Sodalicio. Pero fuera de esa reunión no pasó nada más. Es en ella de donde salió la idea de enviar en conjunto una carta (que nunca se mandó) al papa Francisco, que tocaba cinco puntos.

Expresamos que el ADN del Sodalicio no es el de una asociación eclesiástica, que esta era una larga historia de mentiras donde los encubridores salieron incólumes (sin daños), que las reparaciones económicas fueron una burla para las víctimas, y le dijimos textualmente que envíe una comisión investigadora como la que destinó a Chile, conformada por Scicluna-Bertomeu. Como último pedido, insistimos en que no descarte la disolución del Sodalicio.

¿Cuál fue la reacción del monseñor?

Scicluna estaba entre perplejo y fastidiado porque los hechos no se habían dado cómo tendrían que haber pasado. Entonces le di los nombres de los que estaban en esa reunión. Creo que la Conferencia Episcopal, en el caso Sodalicio, se ha comportado con una indolencia alucinante.

Durante la conversación, ¿tuvieron interés sobre algún tema en particular?

Sí, me hicieron varias preguntas sobre sacerdotes y obispos. Comenté sobre la indolencia de Cipriani frente al caso el Sodalicio y lo errático que fue el Tribunal eclesiástico en el proceso. Suelo ser bastante duro con la Iglesia católica peruana; sin embargo, hice algunas excepciones como, por ejemplo, que desde que Carlos Castillo asume funciones en el Arzobispado de Lima fue cercano a las víctimas y se comprometió en el caso. También rescato el trabajo del arzobispo de Caravelí, Reinaldo Nann. Salvo esas excepciones, no pasé por alto el explicar situaciones como la de José Antonio Eguren, que en su momento inició una campaña contra las víctimas del Sodalicio.

¿Cuál crees que es tu aporte en esta investigación?

Creo que de por sí mi investigación y mis libros han aportado. En esta cita, las preguntas de Scicluna han sido más para buscar contexto. Además, vi que habían hecho su trabajo. Leer un texto de más de 800 páginas es una cosa importante y que eso haya sido parte de las razones y motivaciones para venir al Perú, más la investigación sobre la parte económica de Paola Ugaz, hace notar que la intención es ir al meollo del asunto y ver si el Sodalicio continúa o se disuelve.

Posterior a la reunión, ¿qué es lo que esperas?

Mira, mi conclusión es que no se descarta la disolución del Sodalicio, y eso ya para mí es bastante. En esta semana obtendrán un montón de elementos que luego confrontarán con miembros de la cúpula del Sodalicio.

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Documental “Los pecados del Sodalicio”

En Portada, programa informativo de RTVE, se adentra en los excesos del grupo católico Sodalicio, el mayor escándalo de abusos sexuales en la Iglesia peruana. Los pecados de Sodalicio cuenta esos abusos físicos, sicológicos y sexuales que sufrieron centenares de jóvenes peruanos.

En los testimonios ofrecidos en el documental se observa que además de los casos de abusos, el Sodalicio de Vida Cristiana se ha convertido en una gran máquina de hacer dinero: “Detrás de esta resistencia tan férrea (a la investigación) está la lógica del negocio”. El Vaticano aún la reconoce como sociedad apostólica, aunque muchos miembros de la Curia piden su disolución. Documental dirigido por José Antonio Guardiola.

Click en el video para ver en Youtube:

Información adicional
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Fuentes

Crux Now / La República / RTVE / Videos: RTVE – Nativa – La República – EWTN – Rome Reports / Foto: Rodrigo Garrido (Reuters)

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