La xenofobia no puede prevalecer sobre la fe
10:00 a.m. | 29 set 21 (CEC/VTN).- El episcopado chileno manifestó el dolor y su rechazo a los actos de violencia contra inmigrantes en la ciudad de Iquique, ocurridos en los últimos días. “La agresión a personas en situación de vulnerabilidad, incluidos niños, junto a la destrucción de sus pocas pertenencias, mientras se gritaba ‘vivas’ a Chile, nos llena de vergüenza y de estupor”, escriben los prelados. Religiosos y organizaciones católicas se unieron al sentir de los obispos. Los excesos en la manifestación antimigrante en Chile es también una alerta para el resto de América Latina. En Perú, a propósito de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (26 de setiembre), la Iglesia exigió a las autoridades políticas justas y derechos a sus refugiados.
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“No podemos olvidar que detrás de la migración hay situaciones de pobreza, de violencia y de crisis de las que se huye. Por eso la migración, junto con ser un hecho doloroso, es también un derecho humano, porque las personas tienen derecho a buscar una vida mejor y a huir de la desesperación”: lo recuerdan los obispos chilenos en una declaración del 27 de septiembre, ante los hechos de violencia cometidos contra inmigrantes en la ciudad de Iquique. “Observar la agresión a personas en situación de vulnerabilidad, incluidos niños y adolescentes, junto a la destrucción de sus pocas pertenencias, mientras se gritaba ‘vivas’ a Chile, nos llena de vergüenza y de estupor”, escriben los prelados, añadiendo que “no es ese el Chile al que todos aspiramos”.
Los obispos comprenden que la llegada de numerosos migrantes a determinadas localidades puede hacer difícil la convivencia de estos hermanos con la comunidad local, y precisamente por ese motivo señalan que “se requiere una acción coordinada de las autoridades locales y nacionales para hacer frente a una situación que no se puede dejar a la deriva”. “No puede haber indolencia o negligencia de parte del Estado, -afirman- pues ello solo agrava el problema”, pues, las actitudes “xenófobas y violentas”, dañan la dignidad humana.
ENLACE. La marcha antiinmigrantes que mostró el lado más inhumano de Chile
Las personas tienen derecho a buscar una vida mejor
“Todo emigrante –recuerdan citando la Caritas in veritate de Benedicto XVI– es una persona humana que, en cuanto tal, posee derechos fundamentales inalienables que han de ser respetados por todos y en cualquier situación”. De ahí que afirmen que no es posible olvidar las situaciones de pobreza, violencia y crisis de las que huyen los migrantes. La migración, escriben, “junto con ser un hecho doloroso, es también un derecho humano, porque las personas tienen derecho a buscar una vida mejor y a huir de la desesperación”.
El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal Chilena hace presente, asimismo, que se trata de vivido por muchos chilenos en otra época “cuando fueron acogidos y encontraron un espacio de desarrollo en otros países” del continente, y recuerdan: “Si la dignidad de la persona humana no queda a salvo y, por el contrario, consideramos a algunos menos valiosos o descartables, no hay futuro ni para la fraternidad ni para la sobrevivencia de la humanidad”.
Migración regulada no es lo mismo que prohibir
Por todo ello llaman a las autoridades a “asumir la problemática migratoria, ofreciendo espacios de acogida en condiciones dignas, que permitan no cargar a las comunidades locales con situaciones urbanas indeseadas”. Piden facilitar los procesos de regularización de acuerdo con la ley y coordinar acciones internacionales a nivel regional que permitan enfrentar el problema en común. “Todos estamos de acuerdo –dicen– en que la migración debe ser regulada, pero regular no es lo mismo que prohibir o hacerla imposible inflexiblemente”. La migración no debe ser vista solo como una amenaza, sino como una oportunidad para construir un futuro de paz”, es la solicitud de los representantes del episcopado chileno.
Mentalidad xenófoba no puede prevalecer sobre las hondas convicciones de la fe
Finalmente, el Comité Permanente invita a los católicos a “no asumir ni promover actitudes hostiles al inmigrante. Una mentalidad xenófoba y replegada sobre sí misma, sea por la consideración que sea, no puede prevalecer por encima de las más hondas convicciones de fe, que nos hacen sostener el valor de cada persona humana y la ley suprema del amor fraterno” recordando que ayer, el Papa Francisco celebró la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, llamando a no cerrar la puerta a la esperanza de los migrantes, invitándonos a “caminar juntos, sin prejuicios, sin miedos, poniéndonos al lado de los más vulnerables: migrantes, refugiados, víctimas de la trata, descartados… estamos llamados a construir un mundo cada vez más inclusivo, que no excluya a nadie”.
ENLACE. Declaración de los obispos ante la violencia contra inmigrantes (completa)
Perú: Obispos piden al Gobierno políticas justas y derechos para migrantes
“Pedimos a las autoridades que implementen políticas migratorias integrales y justas que garanticen los derechos humanos de las personas en movimiento”, escribe la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) en una nota emitida en vísperas del Día Mundial del Migrante y del Refugiado, el domingo 26 de septiembre.
El documento afirma que el mundo sigue experimentando la pandemia de COVID-19, “que ha aumentado las desigualdades sociales y económicas” y en Perú, “ha afectado especialmente a los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo, cuya calidad de vida y acceso a derechos como la salud, la alimentación y el trabajo se han vuelto precarios”. Por otro lado la CEP añade: “Los más vulnerables, como los niños y los ancianos, pagaron el precio”.
“Nos solidarizamos -dice la CEP- con los miles de migrantes de diversas nacionalidades presentes en nuestro país, especialmente con los cientos de miles de migrantes venezolanos, al tiempo que pedimos a las autoridades que implementen políticas migratorias integrales y justas que garanticen los derechos humanos de estas personas que migran”.
Recordando las palabras del Papa Francisco, la Iglesia católica peruana exhorta a la sociedad nacional a “hacer todo lo posible por derribar los muros que nos separan y construir puentes que favorezcan la cultura del encuentro”, para “ir más allá de nuestros miedos para dejarnos enriquecer por la diversidad”. El mensaje concluye con una oración a la Sagrada Familia de Nazaret, “migrantes y refugiados en Egipto”, para que “formemos un nosotros cada vez más grande”.
ENLACE. Mensaje de la Iglesia peruana para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2021
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Antecedentes en Buena Voz Noticias
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Fuentes
Vatican News / Conferencia Episcopal de Chile / Conferencia Episcopal Peruana / Foto: EFE