Una revolución en las relaciones entre católicos y musulmanes
9:00 p.m. | 28 abr 21 (AM/AR).- La singular amistad y colaboración entre el papa Francisco y el gran imán de Al-Azhar es una inspiración y un modelo para quienes buscan la paz en nuestro mundo, sumido en conflictos y divisiones. En un nuevo libro, escrito por Mohamed Abdel Salam -juez egipcio y exasesor del gran imán-, cuenta la historia que vinculó a estas dos grandes figuras religiosas, y ofrece una mirada entre bastidores de cómo superaron obstáculos y dificultades para llegar a la meta de firmar un histórico documento e impulsar la fraternidad humana. El vaticanista Gerard O’Connell reseña el libro a partir de un diálogo con Abdel Salam.
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¿Qué inspiró al papa Francisco y al gran imán de Al-Azhar a escribir el Documento sobre la Fraternidad Humana? ¿Cómo han coescrito este documento si uno vive en el Vaticano y el otro en El Cairo? ¿Cuál es la historia de fondo de este primer texto escrito por el líder de la Iglesia católica y el jefe del instituto islámico más prestigioso e influyente del mundo? Las respuestas a estas preguntas se encuentran en el nuevo y cautivador libro El Papa y el Gran Imán: Un camino espinoso, escrito por el juez Mohamed Abdel Salam. Publicado en árabe e inglés, ha sido escrito con el permiso de ambos líderes religiosos, cada uno de los cuales ha escrito un prefacio.
El juez de origen egipcio, antiguo consejero y asesor jurídico del jeque Al-Tayyeb y primer musulmán que participó en la presentación de una encíclica papal (Fratelli Tutti), no sólo fue testigo, sino también actor principal de los acontecimientos que rodearon la redacción y publicación del texto. “Sentí que era importante contar la historia del nacimiento del documento de la fraternidad humana no sólo como un registro histórico, sino también como una inspiración para las generaciones más jóvenes”, dijo el juez a America Magazine en una entrevista en Roma, después de haber entregado una copia al papa Francisco.
Este fascinante libro de 280 páginas será de lectura obligatoria para cualquier persona interesada en las relaciones entre musulmanes y cristianos en el siglo XXI. Revela el trasfondo de la extraordinaria relación fraternal entre el papa Francisco y el jeque Al-Tayyeb, una relación que no tiene precedentes en la historia de las dos mayores religiones del mundo. El autor es un hombre casado y un musulmán profundamente religioso. Comienza el libro presentándose a sí mismo, su educación en el Islam y el derecho, y cómo fue elegido para ser el consejero y asesor legal de confianza del gran imán. Resume la historia de Al-Azhar y de las relaciones entre musulmanes y cristianos desde la época del primer encuentro del profeta Mahoma con los cristianos hasta la actualidad.
Luego, ofrece breves retratos de ambos líderes que ponen de manifiesto lo mucho que tienen en común: un estilo de vida sencillo; la preocupación por los pobres y los jóvenes; el deseo de romper las barreras entre los pueblos y las naciones; el rechazo a la rigidez, el fundamentalismo y el uso de la religión para apoyar la violencia o el terrorismo; y el rechazo a la guerra y la carrera armamentística. Además, respetan profundamente la fe de los demás y consideran la religión como una fuerza de paz en el mundo.
ENLACE. Noticia contada por un medio egipcio
De Benedicto a Francisco
En su libro, el juez Abdel Salam recuerda que las relaciones entre Al-Azhar y el Vaticano se habían enfriado durante el pontificado de Benedicto XVI. El juez cuenta que las cosas empezaron a cambiar con la elección de Francisco. A pesar del distanciamiento en el 2013, el jeque Al-Tayyeb declaró que enviaría un mensaje de felicitación al nuevo Papa. Pero no todos los presentes estaban a favor de esta línea de acción, y se acordó que en su lugar emitiría un mensaje de felicitación a la Iglesia católica en nombre de Al-Azhar y esperaría una reacción. Una señal positiva llegó unos meses después, cuando Francisco envió un mensaje de felicitación al gran imán por la llegada del Ramadán y llamó a los musulmanes “hermanos”.
Durante casi tres años, el gran imán y el juez observaron lo que hacía Francisco: Tomaron nota de su preocupación por los migrantes, de su atención a los pobres, de su encíclica sobre el cuidado de nuestra casa común en 2015, de su visita a los refugiados en la isla de Lesbos en abril de 2016 y de cómo trajo de vuelta en el avión a Roma a 12 refugiados sirios musulmanes. Siguieron su visita a Jordania y Palestina y su apoyo al pueblo palestino en mayo de 2014, y su condena de la violencia en Siria. Notaron su negativa en agosto de 2016 a vincular el Islam con el terrorismo cuando le preguntaron por qué nunca se refería al Islam cuando condenaba los atentados terroristas. “Creo que no es correcto identificar el Islam con el terrorismo”, respondió el Papa.
El primer encuentro
El juez Abdel Salam recuerda en el libro cómo una tarde de noviembre de 2015, el gran imán le sorprendió diciendo: “los sufrimientos del pueblo no pueden ser reparados sólo con reuniones, discusiones, protocolo y cortesías. Hemos llegado demasiado tarde y no podemos esperar más. Hay que dar pasos audaces hacia la paz para toda la humanidad. He decidido visitar el Vaticano”. Confió al asesor la responsabilidad de organizar la visita, pero también obtuvo la aprobación del Consejo Académico de Al-Azhar para esta iniciativa.
El juez Abdel Salam relata con detalle aquel primer encuentro entre el papa Francisco y el jeque al-Tayyeb en el palacio apostólico del Vaticano el 23 de mayo de 2016. Recuerda que, de camino al Vaticano, sugirió al gran imán, preocupado desde hace tiempo por la paz, que patrocinara una conferencia internacional de paz en Al-Azhar, en El Cairo, con personalidades de las distintas religiones, e invitara al papa durante su encuentro privado. Francisco “saludó al gran imán con gran entusiasmo” y aceptó la invitación a la conferencia de paz.
ENLACE. Portada del libro
Un abrazo histórico
Una vez más, el gran imán le confió la tarea de organizar la conferencia de paz, que se celebró el 27 y 28 de abril de 2017. El libro recuerda que el Papa Francisco y el jeque al-Tayyeb hablaron el segundo día y relata que la foto de su abrazo se hizo viral en todo Oriente Medio y más allá. Se ha convertido en “un icono de la esperanza”, escribe el juez.
Seis meses más tarde, Salam acompañó al gran imán a Roma para una reunión internacional, y el Papa les invitó al Vaticano. Tras la reunión formal del 6 de noviembre de 2017, el papa Francisco los invitó a todos a almorzar en Santa Marta, la casa de huéspedes del Vaticano donde vive. Durante ese almuerzo de dos horas y media, el juez propuso que el Papa y el Gran Imán aprovecharan el éxito de la conferencia de paz escribiendo juntos un documento sobre la fraternidad humana para orientar a todas las personas, especialmente a las generaciones más jóvenes, y señalar el camino hacia la tolerancia y la paz. Propuso que ambos lo redactaran y firmaran y que luego lo presentaran juntos al mundo. A ambos líderes les gustó la idea y le dieron su bendición.
Redacción del documento
El Gran Imán se puso a trabajar en un borrador del texto, pero insistió en que el juez no le dijera al Papa que lo había escrito para que se sintiera totalmente libre de cambiar lo que quisiera. El juez Abdel Salam hizo llegar el borrador a Francisco. El Papa revisó y modificó el texto, y el juez llevó el borrador revisado al Gran Imán, que quedó realmente satisfecho con el aporte del Papa. Al-Tayyeb trabajó en el segundo borrador, y Francisco volvió a dar su aportación, y así sucesivamente hasta que el texto quedó finalizado. Solo los líderes y sus asistentes conocieron el texto hasta que estuvo terminado.
Mientras el proceso de redacción estaba en marcha, el juez Abdel Salam volvió a reunirse con el papa Francisco el 17 de abril de 2018 y le propuso algo que ya había hablado con el Gran Imán: que Francisco visitara la región del Golfo, empezando por los Emiratos Árabes Unidos, “un país que ha elegido el camino de la tolerancia desde su fundación” y “ha establecido casas de culto para todos los seguidores de las diferentes religiones que viven en la tierra y los ha apoyado sin discriminación”. Explicó, además, que el príncipe heredero Mohammed bin Zayed de Abu Dabi prestó mucho apoyo a Al-Azhar y a los esfuerzos de reforma. Sugirió que el Papa y el Gran Imán viajaran a Abu Dabi para presentar al mundo el documento de la fraternidad humana.
El Gran Imán acudió de nuevo a Italia en octubre de 2018 para recibir un premio académico de la Universidad de Bolonia y, acompañado por el juez, visitó al papa Francisco. Fue su cuarto encuentro. Hablaron del documento sobre la fraternidad humana, al que llamaron “nuestro proyecto conjunto”, y de la posibilidad de lanzarlo en EAU en febrero. Francisco dijo al jeque al-Tayyeb: “Creo firmemente en este proyecto y en su importancia para el servicio de la humanidad”.
Después que Francisco confirmara su presencia en EAU, el juez Abdel Salam viajó a Abu Dabi para informar a las autoridades de ese país y luego regresó a El Cairo para ultimar los detalles de la visita, entre ellos que Francisco se reuniría también con la Junta del Consejo de Ancianos Musulmanes en una reunión en Abu Dabi “para mejorar la paz en todas las sociedades”. Sin embargo, en los últimos meses antes de la visita, el juez dijo que tenía que dejar Al-Azhar debido a “la terminación repentina de mi misión” allí y volver a la judicatura “ya que el período legal de comisión de servicio permitido para un juez ha llegado a su fin”. Al conocer esta noticia, el Papa Francisco decidió conceder al juez la orden de “Caballero Comendador con Estrella”, el más alto honor papal jamás concedido a un musulmán.
El nuevo trabajo del juez, sin embargo, le dio tiempo para completar todos los preparativos de la visita. Pero tanto el jeque al-Tayyeb como el papa Francisco se quedaron atónitos cuando, el día en que debía viajar a Abu Dabi para el histórico evento, el juez no pudo hacerlo. Tuvo que quedarse en El Cairo. No revela en el libro qué autoridades se lo impidieron. Pero el hecho de que no pudiera ir sugiere que puede haber habido cierta oposición en Egipto al trabajo que estaba realizando.
El Papa en Abu Dabi
Como se informó ampliamente en su momento, y como el libro cuenta con detalle, el papa Francisco y el gran imán hicieron historia cuando presentaron el Documento sobre la Fraternidad Humana en Abu Dabi. Significativamente, en sus discursos, ambos agradecieron explícitamente al juez Abdel Salam, que desempeñó un papel crucial en el nacimiento de ese documento, pero que tuvo que ver desde lejos cómo los dos líderes religiosos lo firmaban. Tras la ceremonia, mientras regresaban al palacio donde se alojaban, Francisco y el jeque al-Tayyeb llamaron por teléfono al juez y le agradecieron todo lo que había hecho para hacer realidad este sueño. Era su manera de apoyarle.
El libro continúa relatando muchas cosas que han sucedido desde la ceremonia de Abu Dabi, como la creación de la Casa de la Familia Abrahámica, un complejo religioso en Abu Dabi que incluye una mezquita, una iglesia y una sinagoga; la creación del Comité Superior para la Fraternidad Humana, del que el juez es secretario general; y el sexto encuentro entre el Papa y el gran imán en el Vaticano en noviembre de 2019.
Antecedentes en Buena Voz Noticias
- Francisco y el islam: once viajes para tender puentes
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- Comité interreligioso para poner en práctica el Documento por la Fraternidad Humana
Fuentes:
Artículo “An inside look at how Pope Francis and the Grand Imam of Al-Azhar have revolutionized Catholic-Muslim relations” de Gerard O’Connell, publicado en America Magazine / Arab News / Foto: CNS