Catequesis se actualiza: afrontar desafíos actuales

5:00 p.m. | 8 jul 20 (VN/LOR).- El mundo está en continuo cambio y se busca que la catequesis le siga el paso. El 25 de junio se anunció el nuevo Directorio para la Catequesis -indicaciones prácticas pastorales-, el tercero en 49 años desde que en 1971, tras la renovación conciliar, Pablo VI publicara el primero de ellos. En 2016 se decidió reformular el texto con novedades que la acción catequética ha ido experimentando. El resultado presenta al catecismo como un instrumento “dinámico” capaz de adaptarse a la realidad de cada persona y de cada cultura, alejado de “una expresión estática de la doctrina”, y que considera un nuevo contexto influenciado por la cultura digital y la globalización de la cultura.

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Evangelización a medida (Editorial – Vida Nueva)

El Papa ha dado luz verde al nuevo Directorio para la Catequesis, que actualiza el publicado en 1997 por Juan Pablo II, una renovación más que justificada, aunque solo fuera por los cambios que se han producido en la sociedad y en la Iglesia en las dos últimas décadas. La nueva guía se presenta como un instrumento “dinámico”, en tanto que pone en el centro a la persona, como sujeto activo y partícipe de su propia formación.

La misión evangelizadora ya no tiene –ni ha tenido nunca– la transmisión generacional de una doctrina formulada en abstracto. El encargo kerigmático no es otro que anunciar la alegría del Evangelio encarnada en la compleja realidad del niño y de las familias que se acercan al templo para hacer la primera comunión, o del adulto que ha visto brotar una espiritualidad que quiere encauzar.

En este nuevo contexto, no caben recetas ni lecciones de manual, entre otras cosas, porque el que está enfrente no está dispuesto a asimilar un credo por imperativo categórico. Esta coyuntura obliga a cuidar al catequista como pilar fundamental, no solo para facilitarle unos conocimientos que le permitan responder con acierto a toda inquietud intelectual y moral.

Sobre todo, urge que estos agentes de pastoral se conviertan en acompañantes que sepan abrazar las heridas de sus catecúmenos para dar respuesta, no a golpe de mandamientos, sino de misericordia emanada de la escucha y el diálogo, ajena a todo juicio y discriminación.

Sobreesfuerzo de toda la Iglesia

Este cambio de paradigma hace que se tenga que configurar una catequesis a medida. Urge personalizar los procesos formativos teniendo en cuenta al otro; una adaptación que, lejos de caer en el relativismo, se acerca a la manera en la que Jesús enseñaba, adecuando el mensaje de la salvación al encuentro personal con la samaritana, con Zaqueo, con la suegra de Pedro…

Una metodología que requerirá un sobreesfuerzo de toda la Iglesia, especialmente de quien esté a pie de obra, llamado a redoblar su creatividad y capacidad de discernimiento, alejándose de grupos idealizados y materiales prefabricados. Una labor que no corresponde solo al catequista, sino a una comunidad viva que debe poner toda la carne en el asador si quiere contagiar a sus vecinos la Buena Noticia.

El nuevo Directorio se presenta como un documento prometedor pero exigente para las conferencias episcopales, a las que corresponde aterrizar sus orientaciones generales para que la catequesis entre, no solo en el universo digital, sino, sobre todo, que haga vibrar el corazón tanto de quienes se plantean hoy vivir en cristiano como de quienes pasan de puntillas o se tropiezan con una iglesia en el momento más inesperado, que es siempre el momento de Dios.

De Juan Pablo II a Francisco: las 7 diferencias entre la versión de 1997 y el de 2020

1. Cambio en la autoría: Aunque en la presentación se señala la continuidad de los tres directorios que han visto la luz en las últimas décadas, las diferencias comienzan desde el principio, comenzando por los autores. Aunque aprobados por los respectivos papas –Juan Pablo II y Francisco–, el directorio de 1997 es una obra de la la Congregación para el clero y el nuevo ha sido elaborado por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización. Y es que la competencia sobre la catequesis fue transferida al nuevo organismo en 2013.

2. Pérdida del apellido: El documento ha ido elaborando en sus nombres, con los matices que esto tiene. El primero se llamó Directorio catequístico general. Con Juan Pablo II, al elegir el nombre de Directorio General para la Catequesis pasaba de ser sustantivo a ser adjetivo la cuestión de la catequesis. Ahora, con el Directorio para la Catequesis se mantiene el sustantivo pero se limpia el título para que sea más directo.

3. Diferencia en los antecedentes inmediatos: Tras la evolución del primer directorio, la catequesis y su importancia vivió un impulso decisivo en 1977 con la dedicación del cuarto sínodo ordinario a la cuestión. Fue el último convocado por Pablo VI y Juan Pablo II elaboró la exhortación apostólica Catechesi tradendae, un documento de referencia que ha marcado toda la acción catequética durante estas décadas.

El proceso de puesta en práctica de la exhortación derivó finalmente en el directorio de 1997. Con Francisco, otro sínodo, el de 2012 –el último de Benedicto XVI–, dedicado a La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana fue el impulso de la exhortación apostólica Evangelii gaudium. Esta se ha convertido, en lo que a misión de la Iglesia se refiere, en una auténtica hoja de ruta.

4. Diferentes pontificados: Las reflexiones y conclusiones de los Padres Sinodales en 1977 y en 2013 entraron en dos pontificados que han marcado con sus prioridades en enfoque de la Iglesia para desarrollar la evangelización en cada contexto histórico. El enfoque de la nueva evangelización de Juan Pablo II ha sido redefinido desde los parámetros actuales desde los que vive en mundo y la Iglesia dentro de él.

El Vaticano II supone un impulso y apuesta por la inaplazable urgencia por la formación –intelectual y experiencial– de los fieles, por ello la acción catequética debe evolucionar en formas, métodos, alcance y perspectivas.

5. Los plazos de los nuevos paradigmas: Los tiempos cambian y eso se nota en cuestiones tan básicas como que el nuevo directorio ofrece un punto dedicado a internet y las redes sociales y sus oportunidades comunicativas. En el contexto actual también está presente la mentalidad científica, la sensibilidad ante determinadas cuestiones que afectan a la bioética o a la integridad de la persona, el compromiso ecológico, la opción por los pobres, el compromiso social o el ambiente de trabajo.

El desarrollo de la fe, a través de la formación cristiana, debe llevar al compromiso, a la construcción del Reino. En el directorio de 1997, se mostraban como elementos positivos propios del mundo el compromiso a favor de los Derechos Humanos, la diversidad cultural o los signos de rebrote de vuelta a lo sagrado.

6. Nuevos objetivos: La catequesis en 1997, según el texto, había vivido un gran desarrollo gracias a la implicación entusiasta de muchos agentes de pastoral, el enfoque más misionero de la acción, el desarrollo de las catequesis de adultos y la reflexión teológica al respecto. Entre los problemas estaban la reducción del alcance, la finalidad y el contenido. Y es que la catequesis es algo más que los catecismos.

El directorio actual presenta estas cinco tareas clásicas de la catequesis: llevar al conocimiento de la fe, iniciar en la celebración del Misterio, formar en la vida en Cristo, enseñar a orar e introducir a la vida comunitaria.

7. Estructura renovada: El actual directorio se divide en tres partes. La primera parte, “La catequesis en la Misión Evangelizadora de la Iglesia”, plantea los cimientos de todo el camino de la fe. “En esta primera parte, además de actualizar las cuestiones de fondo, es importante señalar el capítulo sobre la formación que indica importantes perspectivas en orden a la renovación de la catequesis”, se lee en la inducción.

La segunda parte, “El proceso de la catequesis”, “entra ya en lo propio de la dinámica catequética”: pedagogía, el Catecismo de la Iglesia, la metodología, los interlocutores. “La tercera parte (La catequesis en las Iglesias particulares) muestra cómo el ministerio de la Palabra de Dios toma cuerpo en lo concreto de la vida eclesial”.

En 1997, el grupo de trabajo del Directorio mantuvo la estructura del Directorio de Pablo VI, aunque se cambió el orden de las partes. La parte I pasó a ser la introducción (El anuncio del Evangelio en el mundo contemporáneo). La parte II pasó a la I (La Catequesis en la misión evangelizadora de la Iglesia); la III a la II (El mensaje evangélico), dedicada a los contenidos de la catequesis; la IV a la III (La pedagogía de la fe), con un largo desarrollo de La pedagogía de Dios; la V pasó a la IV (Los destinatarios de la Catequesis); y la VI a la V, sobre La Catequesis en la Iglesia particular.

Columna sobre el nuevo directorio en L’Osservatore Romano

La Iglesia se enfrenta a un gran desafío que se concentra en la nueva cultura con la que se encuentra, la digital. Focalizar la atención en un fenómeno que se impone como global, obliga a quienes tienen la responsabilidad de la formación a no tergiversar. A diferencia del pasado, cuando la cultura se limitaba al contexto geográfico, la cultura digital tiene un valor que se ve afectado por la globalización en curso y determina su desarrollo.

Los instrumentos creados en esta década manifiestan una transformación radical de los comportamientos que inciden sobre todo en la formación de la identidad personal y en las relaciones interpersonales. La velocidad con que se modifica el lenguaje, y con él las relaciones conductuales, deja entrever un nuevo modelo de comunicación y de formación que afecta inevitablemente también a la Iglesia en el complejo mundo de la educación.

La presencia de las diversas expresiones eclesiales en el vasto mundo de Internet es ciertamente un hecho positivo, pero la cultura digital va mucho más allá. Ella toca de raíz la cuestión antropológica, decisiva en todo contexto formativo, sobre todo en lo referente a la verdad y a la libertad. Plantear esta cuestión, hace necesario verificar la idoneidad de la propuesta formativa independientemente de dónde provenga. En cualquier caso, ella se convierte en una confrontación imprescindible para la Iglesia en virtud de su “competencia” sobre el hombre y su pretensión de verdad.

Existe, sin embargo, una razón más de orden teológico y eclesial que ha llevado a redactar este Directorio. La invitación a vivir cada vez más la dimensión sinodal, no se pueden olvidar los últimos Sínodos que ha vivido la Iglesia. En 2005 la Eucaristía, fuente y cumbre de la vida y misión de la Iglesia; en 2008 la Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia; en 2015 la vocación y misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo; en 2018 los Jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional… (click aquí para leer artículo completo).

Información relacionada:
Fuentes:

Vida Nueva / L’Osservatore Romano

 

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Un pensamiento en “Catequesis se actualiza: afrontar desafíos actuales

  • 26 julio, 2020 al 10:23 pm
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    Hola buenas noches, me podría enviar en PDF,Bel Nuevo Directorio para la Catequesis. Muchas gracias. Soy Catequista. Bendiciones

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