Los obispos del Perú visitan la Santa Sede

8:00 p m| 26 may 17 (CEP/VN/BV).- La semana pasada los obispos del Perú fueron recibidos en audiencia por el papa Francisco, como parte de las actividades programadas en la visita ad limina apostolorum, que se extendió hasta el sábado 20 de mayo. Por más de una hora, los obispos, uno a uno saludaron y charlaron con el santo padre, dando cuenta de la situación de sus diócesis. Asimismo, algunos le entregaron obsequios.

Ese mismo día iniciaron las visitas a las diversas congregaciones y dicasterios vaticanos, y se reunieron con los prefectos. Por último concelebraron misas en las cuatro basílicas vaticanas. Recogemos información de la Conferencia Episcopal Peruana, además de dos entrevistas a Mons. Piñeiro publicadas en Radio Vaticano y L’Osservatore Romano.

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El deseo del papa de visitar Perú, el próximo año 2018, ha sido una de las noticias más sobresalientes al inicio de la visita ad limina de los obispos peruanos, iniciada el lunes 15 de mayo. Participan los obispos de las 45 jurisdicciones eclesiásticas del país. Luego de celebrar la eucaristía en la Basílica de San Pedro, a las 7:30 am, los miembros de la Conferencia Episcopal Peruana fueron recibidos por el obispo de Roma, a las 10:00 am. “Ha sido un encuentro muy agradable y fraterno”, expresó el arzobispo metropolitano de Arequipa, Javier del Río Alba, en declaraciones para la agencia EFE.

El presidente del Episcopado y arzobispo de Ayacucho, Salvador Piñeiro García-Calderón, por su parte, se refirió a la posibilidad de que Francisco visite el país andino: “El papa ha dicho que no está descartado, que sin duda él desea visitar el Perú, y que no está descartada la posibilidad de que sea el año próximo”. Sin embargo, aún la visita aún no está agendada: “Tiene el deseo, pero todavía no hay fecha”, ha dicho Piñeiro.

En diálogo con Francisco, los obispos peruanos intercambiaron algunas experiencias y realidades de nuestro país, ante los cuales la Iglesia se siente desafiada de llevar la “Alegría del Evangelio”. Temas como la crisis económica, la corrupción política, la situación de los más pobres, la familia, la defensa de la vida y las vocaciones en la Iglesia, hacen parte de los informes que los obispos de Perú presentaron durante la primera visita ad limina que realizan desde el inicio del pontificado de Francisco. La última había tenido lugar hace ocho años, en mayo 2009, cuando fueron recibidos por Benedicto XVI.

Antes de culminar la audiencia con el Santo Padre, los obispos del Perú le entregaron al pontífice un cuadro de San Martín de Porres, como recuerdo de este encuentro con el Vicario de Cristo. Después de la audiencia con el papa, los obispos visitaron los dicasterios y las congregaciones del Vaticano. También celebraron la eucaristía en las basílicas de San Juan Letrán –el jueves 18–, San Pablo Extramuros –el viernes 19– y Santa María La Mayor –el sábado 20–, al cierre del itinerario de la visita.

La visita ad limina apostolorum es la visita que realizan periódicamente los obispos del mundo a Roma para dar cumplida cuenta de sus diócesis al pontífice. El nombre viene del latín y significa “los umbrales de los Apóstoles”, refiriéndose a los apóstoles San Pedro y San Pablo. El propósito, además de peregrinar hacia las tumbas de los apóstoles, es mostrar su fidelidad y lealtad al sucesor de San Pedro.

Obispos peruanos visitaron congregaciones y dicasterios de la Santa Sede

Este itinerario, que duró cinco días, comenzó el lunes 15, en horas de la tarde. Ese día visitaron: el Pontificio Consejo para la Cultura; el Nuevo Pontificio Consejo para la Familia y Laicos; y el Pontificio Consejo para los Textos Legislativos.

Continuando con su recorrido, el martes 16, los obispos visitaron: la Congregación para los Obispos; la Congregación para el Culto Divino; la Congregación para el Clero; la Secretaría de Comunicaciones; y la Secretaria de Estado – Segunda Sección. La Secretaría de Estado es el Dicasterio de la Curia Romana que colabora más de cerca con el sumo pontífice en el ejercicio de su suprema misión (Pastor Bonus, art. 39). El origen histórico de la Secretaría de Estado se remonta al siglo XV. Con la Constitución Apostólica Non debet reprehensibile, del 31 de diciembre de 1487. La Secretaría de Estado se fue desarrollando así, especialmente durante el período del Concilio de Trento.

El miércoles 17, visitaron: la Congregación para la Educación Católica; el Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos; la Rota Romana; la Congregación para la Evangelización de los Pueblos; y la Congregación para las Causas de los Santos. El jueves, visitaron: la Congregación para la Doctrina de la Fe; la Congregación para la Vida Consagrada; el Pontificio Consejo para Promoción Nueva Evangelización; la Pontificia Comisión para América Latina; y el Pontificio Consejo para el Diálogo interreligioso.

Aquí destaca la Congregación para la Doctrina de la Fe, que originalmente fue llamada Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición, fundada por Pablo III en 1542 con la Constitución Licet ab initio. Es la más antigua de las nueve Congregaciones de la Curia. En 1965, recibió el nombre actual bajo el Pontificado de Pablo VI. La tarea propia de la Congregación para la Doctrina de la Fe es promover y tutelar la doctrina de la fe y la moral en todo el mundo católico.

También destaca la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), instituida por Pío XII, el 21 de de abril de 1958, con la tarea de estudiar de manera unificada los principales problemas en la vida católica, la defensa de la fe y el aumento de la religión en América Latina; fomentar una mayor colaboración entre los departamentos de la curia, interesados en la solución de estos problemas y ayudar a las Iglesias de ese continente y el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM). La Comisión lleva a cabo su labor eclesial en constante contacto con las Conferencias Episcopales de América Latina, el CELAM, los obispos pastores de las Iglesias y con las organizaciones que, a través de su trabajo, que tratan de anunciar a Cristo en esas tierras.

El recorrido por las congregaciones y dicasterios culminó el viernes 19, con la visita al Dicasterio para el servicio del desarrollo humano integral.

Segundo encuentro entre obispos y el Papa Francisco

El jueves 18, los obispos peruanos volvieron a encontrarse con el santo padre, y con los prefectos de algunos dicasterios del Vaticano.

Un hecho resaltante que marco este encuentro del papa con los obispos, es el espíritu solidario de Francisco. Pues, mientras tres obispos se dirigían a su reunión con el pontífice, apareció el vehículo que lo transportaba, y al notar que uno de ellos (Monseñor Lino Panizza, obispo de Carabayllo) caminaba apoyado por un bastón, el santo padre hizo detener el vehículo que lo trasladaba e hizo subir a su carro a él y a los otros dos obispos, y los llevo hasta el lugar del encuentro.

Al culminar la reunión, el papa pidió al chofer que traslade a Monseñor Lino Panizza y a Monseñor Sebastián Ramis, Obispo Prelado de Huamachuco (quien también se encuentra mal de la rodilla) hasta la casa donde se encuentran alojados (el Domus Romana Sacerdotalis).

Además de este gesto solidario, durante el encuentro con los obispos peruanos, el Santo Padre compartió un momento ameno con ellos, demostrando que su corazón, es el de un padre muy atento a las necesidades de sus hermanos.

Obispos concelebraron misas en las cuatro basílicas vaticanas

La visita ad limina apostolorum proviene del latín y significa “los umbrales de los Apóstoles”, refiriéndose a la peregrinación que realizan los Obispos a las tumbas de los apóstoles. Por ello además de realizar esta peregrinación, celebraron misas en las cuatro basílicas de Roma: San Pedro, San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros, y Santa María Mayor.

La primera Misa se celebró al inicio de la visita ad limina, el lunes 15 mayo, a las 7:30 horas (Roma) en la Basílica de San Pedro. La Santa Misa fue presidida por Monseñor Salvador Piñeiro, arzobispo de Ayacucho y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, que estuvo acompañado por Monseñor Domingo Berni, OSA., obispo Prelado de Chuquibambilla (el obispo de mayor edad), y por Monseñor Jesús María Aristín Seco, CP., Administrador Apostólico de Yurimaguas (Recién nombrado).

La Basílica de San Pedro es el mayor templo de la cristiandad. Se encuentra situado en la orilla derecha del Tíber, dentro de la Ciudad del Vaticano. La basílica primitiva -con cinco naves y consagrada en el año 326- fue construida por deseo de Constantino sobre la tumba del Apóstol.

Posteriormente, el jueves 18, a las 7:30 horas, se celebró una Santa Misa en la Basílica de San Juan de Letrán, que fue presidida por Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, Arzobispo de Trujillo, OFM., acompañado de Monseñor Norberto Strotmann, MSC., Obispo de Chosica y Secretario General de la Conferencia Episcopal Peruana; y por Monseñor Fortunato Pablo Urcey, OAR., Obispo Prelado de Chota.

Esta basílica es la más antigua de todas las basílicas de la Iglesia Católica. En su frontis tiene esta leyenda: “Madre y Cabeza de toda las iglesias de la ciudad y del mundo”. Se llama también Basílica de San Juan, porque tienen dos capillas: una dedicada a San Juan Bautista y la otra a San Juan Evangelista.

En tanto, el viernes 19 de mayo, los obispos concelebraron una Santa Misa en la Basílica de San Pablo de Extramuros. La Misa fue presidida por Monseñor Pedro Barreto Jimeno, SJ., Arzobispo de Huancayo, junto a los obispos de la Presidencia de la Conferencia Episcopal Peruana.

La Basílica de San Pablo de Extramuros fue construida por el emperador Teodosio I y el Papa San León Magno. En 1823 fue consumida por un incendio. Se reconstruyó, haciendo una imitación de la anterior y fue consagrada por el Papa Pío IX el 10 de diciembre de 1854. La Basílica de San Pablo Extramuros es una de las cuatro basílicas mayores. Es la segunda basílica mayor, de Roma, después de San Pedro, de la que dista 11 kilómetros.

Luego de la Santa Misa, los obispos del Perú participaron en un encuentro con la Embajada de Perú ante la Santa Sede y con los peruanos, residentes en Roma.

La última misa se celebró el sábado 20 mayo, a las 8:45 horas (Roma), en la Basílica de Santa María la Mayor. La Eucaristía fue presidida por el cardenal Juan Luis Cipriani. Esta famosa Basílica fue construida por el Papa Sixto III, en el año 432, en recuerdo del Concilio de Efeso, que en el año 431 había definido que María sí es Madre de Dios. Esta basílica ha sido remodelada y los católicos han tenido siempre mucha veneración por la Basílica de Santa María la Mayor, por haber sido el primer templo dedicado a Nuestra Señora en Roma.

Mons. Piñeiro: “El Perú es un pueblo que cree en Jesús y ama a su Iglesia”

Monseñor Salvador Piñeiro García-Calderón, arzobispo de Ayacucho y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, dijo que el pueblo peruano es un pueblo que sufre, “pero que cree en Jesús, que ama mucho a la Iglesia y que pide al Santo Padre que nos confirme en la fe”.

En diálogo con Radio Vaticano, el arzobispo explicó un poco el contexto que vive y actúa la Iglesia en nuestro país, señalando sobre todo, las dificultades que aquejan a la sociedad peruana. Mencionó que actualmente, en la sociedad peruana hay mucha incertidumbre por los casos de corrupción y denuncias de funcionarios públicos, así como por el problema del Fenómeno del Niño Costero, que dejó muerte y destrucción a su paso; pero resaltó que el Perú, es un pueblo que cree en Jesús y que ama a su Iglesia.

Monseñor Salvador Piñeiro resaltó que en la sociedad hay mucha credibilidad en la Iglesia, por ello pidió que siempre haya diálogo y comunicación con el Estado sobre temas muy importantes, como la familia y la educación. Asimismo, indicó que se debe animar más a los laicos para que cumplan un buen trabajo en la catequesis, y en la parte administrativa de las iglesias.

Finalmente, dijo que los obispos del Perú están muy contentos por el encuentro con el papa Francisco, el “Pedro de hoy”, sobre todo porque “habla nuestro mismo idioma y conoce nuestras necesidades y nuestros desafíos”.

Audio completo de la entrevista:

Mons. Piñeiro: “El Papa quiere un sínodo para los pueblos amazónicos”

Perú posee una geografía con gran variedad de climas y posibilidades agrarias. El 63% del terreno es parte de la Amazonía, pero las distancias y cordilleras, dificultan la comunicación. Además en los últimos meses el flagelo de la corrupción y los desastres naturales provocan desesperanza en la población. Estos son algunas de las preocupaciones que los obispos de la Conferencia Episcopal de Perú presentaron al papa Francisco durante la visita ad limina realizada la semana del 15 al 21 de mayo.

Monseñor Salvador Piñeiro García-Calderón explica a L’Osservatore Romano algunos detalles del encuentro con el pontífice y de la situación actual de su nación. Pudieron agradecer al santo padre por el proyecto REPAM, una llamada al compromiso con la selva amazónica “al que hemos dado la espalda muchos años”. Al respecto, abordaron la situación de los pueblos indígenas, tema que preocupa al papa, hasta el punto que les dijo que le gustaría que fuera abordado en un Sínodo.

P.- Hace 7 años que los obispos de Perú no venían a Roma para la visita ad limina ¿Cómo se prepararon para este encuentro?

R.- Vinimos con mucha ilusión, sobre todo hemos insistido mucho en una idea. Yo no vengo solo, vengo con mi Iglesia. El día que me despedí, sabía que me llevaba el trabajo de todos. Trabajo que hemos preparado en los informes escritos hace un año. Y esto no era solo mi opinión, sino la consulta al presbiterio, a las familias religiosas, a los grupos de apostolado. Venimos a rezar ante las tumbas de Pedro y Pablo, a decir al Papa cuánto lo apreciamos y le agradecemos su magisterio. Venimos con nuestras fortalezas, dificultades y ver el ambiente de catolicidad para que nos llenemos de esa misión.

R.- ¿Qué temas eran para ustedes importantes afrontar con el Santo Padre?

R.- Hemos estado dos horas y media de saludo fraterno y cordial. Presentamos las preguntas que queríamos de todos los temas. Él juntaba dos o tres intervenciones y las iba desarrollando. Además, el miércoles nos juntamos en una segunda reunión con Francisco y algunos prefectos de los dicasterios vaticanos. Es una reunión sinodal, estamos todos en camino con el Papa donde se ve la colegialidad. Hemos pedido de nuevo al Santo Padre que ponga en agenda la visita a Perú.

Hemos hablado de las dificultades que hay en nuestra patria, empezando por nuestra geografía. Él nos pedía que se revitalicen las regiones eclesiásticas. Para entender esto pongo un ejemplo: tengo un obispo sufragáneo a cinco horas y otro a dieciséis horas.

¡Es más fácil encontrarnos en Roma! La geografía nos condiciona mucho: los Andes, la Amazonía. Al respecto agradecemos mucho al Santo Padre por la REPAM (Red Eclesial PanAmazónica) porque hemos estado de espaldas a la selva, ¡tan distantes! Allá hay ocho vicariatos apostólicos, iglesias jóvenes, que no tienen tradiciones, con poco personal y a las que hay que acompañar con más solidaridad. Tenemos un episcopado muy variado, somos 48 obispos, un poco más de la mitad misioneros.

Otro temas que nos preocupa es el tema de la corrupción, cada día es una noticia de alguien que falló a un proyecto o tarea económica por la coima. Esto hace que la gente pierda la esperanza. Y también hemos sufrido el flagelo de las inundaciones.
Con el pueblo que sufre

P.- A propósito de esto, ¿cómo ha sido la labor de la Iglesia en este periodo para dar apoyo a las personas que han sufrido las consecuencias de las lluvias?

R.- Cáritas estuvo desde el primer momento. Por ejemplo, en mi diócesis que felizmente no hubo flagelo tan marcado, el gobierno regional lo primero que hizo fue pedir que el arzobispo presidiera la comisión. La gente ha sido muy cariñosa, muy solidaria. Ahora el tema de la reconstrucción es difícil. Hay ciudades que hay que replantearse. La naturaleza no perdona: donde hubo un cauce de río, donde hubo alguna vez una inundación vuelve. Y la gente tiene sus viviendas allí, les cuesta dejar.

Pero se tiene que programar. Muchos confían en la tutela y acompañamiento de la Iglesia. Nuestro pueblo sufre pero es un pueblo creyente. Un pueblo que ama a Jesús, pone su confianza en María y con cercanía al Santo Padre. Le hemos querido agradecer que fue de los primeros en enviar un mensaje de aliento en ese hora difícil y su ayuda económica ha servido de mucho.

P.- Y esto está relacionado con el cuidado de la casa común, llamamiento del Santo Padre en su encíclica Laudato si’ ¿de qué forma cree que este documento está ayudando?

R.- Fue una encíclica profética. La Iglesia participó en la región del COP que fue previa a París y hubo mucha gente que pensaba qué tiene que ver el Papa con temas ecológicos. Ecología pero también solidaridad, esas son las dos líneas de la encíclica. Es un mundo que Dios nos pidió cuidarlo y tenemos que vivirlo con la fuerza de la unión, el amor, la preocupación por el desvalido, el pobre.

P.- ¿Es la misión con los pueblos indígenas otra de las grandes labores en su país?

R.- Hoy el Santo Padre nos dijo que quisiera un Sínodo para los pueblos amazónicos. Se trata de todos los países bolivarianos: Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil. Perú aporta el 63% de la cuenca amazónica, somos las dos terceras partes territorio amazónico. Y hemos estado de espaldas, muy poco sensibles al sufrimiento, marginación. Poco personal, las distancias…. no es una zona fácil y el Papa está muy preocupado.

Cuando fue el problema del caucho, de las explotaciones, ¿quién fue el único que habló? San Pío X. La única palabra, fue él quien defendió a los indígenas de nuestra patria.

Pero es difícil evangelizar a los pueblos nativos porque no tienen historia, los tres más antiguos tienen cien años, otros cincuenta… Recién se está empezando la siembra. Algunos de mis hermanos que están en esa zona hablan las lenguas nativas para poder acercarse más a la población.
Apostar por la familia

P.- La defensa de la vida ha sido una de las grandes preocupaciones recientes en Perú, ¿cómo están trabajando en este ámbito?

R.- Felizmente en los niveles de legisladores y gobierno central nos han escuchado. Pero es una fatiga constante porque siempre aparece esa maledicencia contra la familia. Están esas minorías haciendo ruido y hay que conversar, educar en valores. Nosotros tenemos una herencia maravillosa que es patrimonio de la humanidad, la familia no la inventamos nosotros. Es el primer don de la creación: hombre y mujer para que formen un hogar.

Hoy le he regalado una artesanía en quechua sobre Amoris laetitia: como la familia de Nazaret inspira a que se rece, se transmite la fe, nos ayudemos y perdonemos. Una pintura, un arte que se hace especialmente en los Andes. Es una imagen con una bonita historia: cuando se inaugura un hogar se regala esta tablita pintada.

P.- Ahora que se cumplen diez años de Aparecida, ¿de qué forma marcó este encuentro en América Latina? ¿Sienten ya sus frutos?

R.- También hablé de esto con el Santo Padre. Yo vengo ahora directamente desde El Salvador, donde hemos tenido la reunión del CELAM. Y agradecí mucho al Papa la carta que nos envió el 8 de mayo. Es un documento que tenemos que seguir trabajando. Las ideas son claras: para que tengamos vida hay que ser discípulos y escuchar al maestro, ser testigos y misioneros.

P.- Venir a Roma en visita ad limina supone también vivir la universalidad de la Iglesia. ¿Cómo están experimentado esto?

R.- Para mí es la tercera vez que hago una visita ad limina. A veces pensamos que nuestros problemas son muy grandes y aquí te das cuenta que son pequeños. Además, recibimos orientaciones y directivas para convertirlos en fortalezas y nuevos desafíos pastorales. Aquí estamos a la escucha, no hay “escapes”. Es también una oportunidad para encontrarnos en oración, poder compartir iniciativas y tareas. Esto nos llena el espíritu.

Fuentes:

Servicio Informativo de la Conferencia Episcopal Peruana / Vida Nueva / Radio Vaticano