Testimonio cristiano en un mundo de pluralismo religioso
5:00 p m| 1 jul 16 (AGENCIAS/BV).- El Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso (PCDI) con motivo del quinto aniversario del documento: “Christian Witness in a Multi-Religious World: Recommendations for Conduct” (Testimonio cristiano en un mundo de pluralismo religioso: Recomendaciones de conducta) invitó a un encuentro celebrado en Roma el 21 de junio a representantes de la Curia Romana y de la Conferencia Episcopal Italiana, así como del Consejo Mundial de Iglesias (WCC), de la Alianza Evangélica Mundial (WEA), junto con académicos y creyentes de las religiones tradicionales africanas, el budismo, el hinduismo, el Islam, el jainismo, el sijismo, el taoísmo y el Tenrikyo.
El documento, publicado el 28 de junio de 2011, fue una iniciativa conjunta del PCDI, el WCC y la AEM, con la participación, en su primera fase, de creyentes también pertenecientes a otras religiones. El principal objetivo del documento es revisar la forma en la que los cristianos dan testimonio público de la fe, sea en países donde la mayoría son cristianos o en países donde no lo son.
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Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso conmemora el 5° aniversario del documento:
“Testimonio cristiano en un mundo de pluralismo religioso: Líneas de conducta”
El acto conmemorativo, con la participación de los cristianos y otros creyentes, tenía la intención de reafirmar los temas importantes de interés común en relación con dicho texto.
El discurso de apertura pronunciado por el cardenal Jean-Louis Tauran, Presidente del PCDI, fue seguido por un mensaje en video del Rev. Shanta Premavardhana – actualmente Presidente del Consorcio de Seminarios para la Educación Pastoral Urbana de Chicago (EE.UU.), y antes miembro del personal del WCC-, sobre la historia y evolución del documento. Después hubo algunos breves informes sobre la aplicación del mismo presentados por sus coautores de diversas instituciones: el obispo Miguel Ángel Ayuso Guixot, del PCID, Clare Amos y Kyriaki Avtzi, del WCC y Thomas K. Johnson, de la WEA.
“El Documento a través de los ojos de nuestros vecinos religiosos” fue el título de la primera sesión en que representantes de las religiones tradicionales africanas, el budismo, el hinduismo, el Islam, el jainismo, el sijismo, el taoísmo y el Tenrikyo presentaron brevemente su visión del documento. En la segunda sesión los miembros de la Curia Romana y de la Conferencia Episcopal Italiana ofrecieron su contribución sobre “La promoción de una cultura de diálogo y de encuentro: Importancia del documento Christian Witness”.
La sesión final “Mirando hacia el futuro: Responder juntos a las realidades contemporáneas globales” apuntaba a llegar a un acuerdo sobre algunos puntos importantes surgidos durante el encuentro. Así, se reafirmó el deber y el derecho de todos los creyentes de dar testimonio de su fe y la necesidad de respeto mutuo y del diálogo interreligioso. Todo ello implica que la libertad de religión, deba ser respetada por todos y garantizada por los Estados a través de leyes apropiadas.
Los participantes alentaron a las organizaciones responsables del documento original a considerar cómo el “espíritu” del documento podría ampliarse para permitir debates interreligiosos sobre temas como la ética del testimonio y la libertad de religión y expresaron su agradecimiento al Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso por la organización del evento y sus buenos deseos a los participantes musulmanes por el Ramadán y ‘Id al-Fitr’.
Presentación del documento (junio 2011)
La Alianza Evangélica Mundial (WEA), el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso y el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) presentaron en junio del año 2011 un documento común sobre la misión con el título “Testimonio cristiano en un mundo de pluralismo religioso: Recomendaciones sobre la práctica del testimonio”.
El documento se elaboró tras cinco años de trabajo en el que representantes de las tres organizaciones colaboraron hasta llegar a una idea que englobase el sentir general de estos tres voceros, que incluyen en su seno a iglesias ortodoxas, católicas, anglicanas, protestantes, evangélicas e independientes, las cuales juntas reúnen casi el 90% de los cristianos del mundo.
Las reuniones en las que participaron el CMI, el PCDI y la WEA y que condujeron a la redacción del documento “Testimonio cristiano en un mundo de pluralismo religioso” tuvieron lugar en Lariano (Italia) en mayo de 2006, en Toulouse (Francia) en agosto de 2007 y en Bangkok (Tailandia) en enero de 2011.
El documento recoge una importante idea central: que “la misión es una parte esencial de ser cristiano, ya que ser cristiano implica dar testimonio en palabras y en acciones”. Esta es una declaración “distinta a la carta ecuménica, ya que esta limita la acción hacia otros que se llamen cristianos”. En cambio, en este documento “se apunta a que todo ser humano tiene necesidad de Cristo. No hay límites al testimonio”. Además, se apunta a que todo cristiano debe seguir el ejemplo de Jesús en su forma de predicar el Evangelio.
La segunda parte habla de “principios” que deben seguirse a la hora de dar testimonio. En ellos se mencionan varias necesidades en la forma de llevar adelante la misión: “Actuar en el amor de Dios, hablar la verdad en amor, vivir con integridad, con compasión, con integridad, con humildad, rechazar cualquier tipo de violencia, de coacción, quitarla también de nuestro lenguaje, y ofrecer respeto a todo el mundo”.
A continuación, el documento recoge seis “recomendaciones” a iglesias, misiones o denominaciones. Se prioriza el “respeto” hacia los demás, ya que hay una identidad religiosa que debe ser preservada. “Somos personas respetuosas hacia los demás. Queremos serlo y que lo sean con nosotros. Abogamos, por tanto, por la libertad de conversión. Queremos asegurar la libertad religiosa para todo el mundo”.
El hecho de que estas tres organizaciones se hayan puesto de acuerdo en la elaboración de este protocolo de misión supone un hecho histórico.
El Testimonio Cristiano en un mundo multireligioso: recomendaciones de conducta (extracto)
Preámbulo
La misión pertenece a la naturaleza misma de la Iglesia. Anunciar la Palabra de Dios y dar testimonio al mundo es esencial para cada cristiano. Al mismo tiempo, hay que hacerlo de acuerdo con los principios del Evangelio, con pleno respeto y amor por todos los seres humanos.
Este documento no pretende ser una declaración teológica sobre la misión, sino que trata de abordar cuestiones prácticas ligadas al testimonio cristiano en un mundo multi-religioso.
El propósito de este documento es el de animar a las iglesias, a los consejos eclesiales y a los organismos de la misión a reflexionar sobre sus prácticas actuales y a utilizar las recomendaciones de este documento para preparar, cuando pueda resultar útil, sus propias directrices para su testimonio y su misión entre los miembros de diferentes religiones y entre aquellos que no profesan ninguna religión en particular. Es de desear que los cristianos de todo el mundo estudien este documento a la luz de sus propias prácticas en el testimonio de su fe en Cristo, tanto de palabra como de obra.
Una base para el testimonio cristiano
1. Para los cristianos es un privilegio y una alegría dar cuenta de la esperanza que hay en ellos y hacerlo con mansedumbre y respeto (cf. 1 Pedro 3,15).
2. Jesucristo es el Testigo supremo (cf. Juan 18,37). El testimonio cristiano es siempre una participación en su testimonio, que toma la forma del anuncio del Reino, del servicio al prójimo y del don total de sí mismo, incluso cuando este acto de donación lleva a la cruz.
3. El ejemplo y las enseñanzas de Jesucristo y de la Iglesia primitiva deben ser la guía para la misión cristiana. Durante dos milenios los cristianos han tratado de seguir el camino de Cristo compartiendo la Buena Noticia del Reino de Dios (cf. Lucas 4,16-20).
4. El testimonio cristiano en un mundo plural incluye la tarea del diálogo con personas de diferentes religiones y culturas (cf. Hechos,17,22-28).
5. En algunos contextos, vivir y anunciar el Evangelio es difícil, impedido o incluso prohibido. Sin embargo, los cristianos han recibido de Cristo el mandato de seguir dando fielmente testimonio de Él en solidaridad los unos con los otros (cf. Mateo 28,19-20; Marcos 16,14-18; Lucas 24,44-48 Juan 20,21, Hechos 1,8).
6. Si los cristianos adoptan métodos inapropiados para llevar a cabo la misión, recurriendo al engaño o a la coacción, traicionan el Evangelio y pueden causar sufrimiento a los demás. Tales desviaciones llaman al arrepentimiento y nos recuerdan la necesidad permanente de la gracia de Dios (cf. Romanos 3,23).
7. Los cristianos afirman que si bien es su responsabilidad dar testimonio de Cristo, la conversión es en última instancia obra del Espíritu Santo (cf. Juan 16,7-9; Hechos10,44-47). Reconocen que el Espíritu sopla donde quiere en modos que ningún ser humano controla (cf. Juan 3,8).
Principios
En su compromiso por cumplir el mandato de Cristo de un modo apropiado, los cristianos están llamados a adherirse a los siguientes principios, especialmente dentro de contextos interreligiosos.
1. Actuar en el amor de Dios.
2. Imitar a Jesucristo.
3. Virtudes cristianas.
4. Actos de servicio y de justicia.
5. Discernimiento en los ministerios de la sanación.
6. Rechazo de la violencia.
7. Libertad de religión y de credo.
8. Solidaridad y respeto mutuo.
9. Respeto a todas las personas.
10. Renunciando a los falsos testimonios.
11. Asegurando el discernimiento personal.
12. Construyendo relaciones interreligiosas.
Recomendaciones
1. Estudien las cuestiones expuestas en este documento y cuando sea conveniente formulen directrices de conducta en relación con el testimonio cristiano aplicables a su contexto particular. Siempre que sea posible esto debe hacerse de un modo ecuménico y consultando a los representantes de otras religiones.
2. Construyan relaciones de respeto y confianza con personas de todas las religiones, en particular a niveles institucionales entre las iglesias y otras comunidades religiosas, implicándose en un continuo diálogo interreligioso como parte de su compromiso cristiano. En ciertos contextos donde años de tensión y conflicto han creado profundas sospechas y minado la confianza dentro y entre las comunidades, el diálogo interreligioso puede ofrecer nuevas oportunidades para resolver los conflictos, restaurar la justicia, sanar la memoria, para la reconciliación y la construcción de la paz.
3. Animen a los cristianos a fortalecer su propia identidad religiosa y su fe mientras profundizan su conocimiento y comprensión de las diferentes religiones, y a hacer esto teniendo también en cuenta las perspectivas de los adherentes a esas religiones. Los cristianos deben evitar tergiversar las creencias y prácticas de personas de diferentes religiones.
4. Cooperen con otras comunidades religiosas implicándose en la defensa interreligiosa de la justicia y el bien común y, cuando sea posible, solidarizándose con los que se encuentran en situaciones de conflicto.
5. Apelen a sus gobiernos para que garanticen que la libertad de religión sea correcta y plenamente respetada, reconociendo que en muchos países se impide a las instituciones religiosas y a las personas ejercer su misión.
6. Oren por sus vecinos y por su bienestar, reconociendo que la oración es parte integrante de lo que somos y de lo que hacemos, como lo es también de la misión de Cristo.
Leer aquí el documento completo.
Fuentes:
Religión Digital / Oficina de Prensa del Vaticano