Francisco: “No hay que tratar como excomulgados a los divorciados que se han vuelto a casar”
1.00 p m| 14 ago 15 (VATICAN INSIDER/BV).- Es necesaria “una fraterna y atenta acogida, en el amor y en la verdad, hacia los bautizados que han establecido una nueva convivencia después del fracaso del matrimonio sacramental” y “estas personas, en efecto, no están excomulgadas y no deben ser tratadas como tales: ellas forman parte de la Iglesia”. El Papa Francisco retomó las audiencias generales de los miércoles, después de la pausa de julio, prosiguiendo un ciclo de catequesis que decidió dedicar al tema de la familia, en vista del Sínodo de octubre. En primer término se ocupó del delicado tema de los divorciados que se han vuelto a casar.
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“Después de haber hablado, la última vez, sobre las familias heridas debido a la incomprensión de los cónyuges, hoy quisiera detener nuestra atención sobre otra realidad: ¿cómo cuidar a los que, después del irreversible fracaso de su vínculo matrimonial, han emprendido una nueva unión?”, dijo Francisco. “La Iglesia sabe bien que una situación como esta contradice el Sacramento cristiano. Sin embargo, su mirada de maestra surge siempre de un corazón de madre; un corazón que, animado por el Espíritu Santo, siempre busca el bien y la salvación de las personas. Es por ello que siente el deber, ‘por amor de la verdad’, de ‘discernir bien las situaciones’. Así se expresaba san Juan Pablo II, en la exhortación apostólica Familiaris consortio, poniendo como ejemplo la diferencia entre los que han sufrido la separación con respecto a los que la han provocado. Hay que hacer este discernimiento”.
“Y si luego vemos también estos nuevos vínculos con los ojos de los pequeños (porque los pequeños ven), con los ojos de los niños, vemos todavía más la urgencia de desarrollar en nuestras comunidades una acogida real hacia las personas que viven tales situaciones”, prosiguió el Papa, que no aludió a la polémica cuestión sobre la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar. “Para esto es importante que el estilo de la comunidad, su lenguaje, sus actitudes, siempre presten atención a las personas empezando por los pequeños. Ellos son los que sufren más estas situaciones. Por lo demás, ¿cómo podríamos recomendar a estos padres que hicieran de todo para educar a sus hijos a la vida cristiana, dándoles el ejemplo de una fe convencida y practicada, si los tuviéramos a distancia de la vida de la comunidad, como si estuvieran excomulgados? ¡Hay que tratar de no añadir otros peros a los que los hijos, en estas situaciones, ya deben cargar!”.
“Desgraciadamente, el número de estos niños y chicos es verdaderamente grande. Es importante que ellos sientan la Iglesia como madre atenta a todos, siempre dispuesta a la escucha y al encuentro. En estas décadas, en verdad, la Iglesia -prosiguió el Papa- no ha sido ni insensible ni floja. Gracias a la profundización que han hecho los pastores, guiada y confirmada por mis predecesores, ha crecido mucho la consciencia de que es urgente una fraterna y atenta convivencia, en el amor y en la verdad, hacia los bautizados que han establecido una nueva convivencia después del fracaso del matrimonio sacramental; en efecto, estas personas no están excomulgadas (¡no están excomulgadas!), y no deben ser tratadas como tales; ellas formas parte de la Iglesia”, dijo el Papa entre los aplausos de los fieles.
“El Papa Benedicto intervino sobre esta cuestión, solicitando un atento discernimiento y un sabio acompañamiento pastoral, sabiendo que no existen recetas simples”, prosiguió Jorge Mario Bergoglio, citando el discurso que pronunció Joseph Ratzinger en el VII Encuentro mundial de las familias de Milán, que se llevó a cabo en 2012.
Por ello, la repetida “invitación de los pastores a manifestar abiertamente y coherentemente la disponibilidad de la comunidad a acogerlos y animarlos, para que vivan y desarrollen cada vez más su pertenencia a Cristo y a la Iglesia con la oración, con la escucha de la Palabra de Dios, con la frecuencia de la liturgia, con la educación cristiana de los hijos, con la caridad y el servicio a los pobres, con el compromiso por la justicia y la paz. El ícono bíblico del Buen Pastor resume la misión que Jesús recibió del Padre: la de dar vida a las ovejas. Tal actitud es un modelo también para la Iglesia, que acoge a sus hijos como una madre que da su vida por ellos. ‘La Iglesia -prosiguió el Papa citando su exhortación apostólica Evangelii gaudium, número 47- está llamada a ser siempre la casa abierta del Padre’. Nada de puertas cerradas. Nada de puertas cerradas. Todos pueden participar de alguna manera en la vida eclesial, todos pueden formar parte de la comunidad. La Iglesia es la casa paterna en la que hay lugar para cada quien con su vida fatigosa”, dijo Francisco, nuevamente entre los aplausos de los fieles.
“De la misma manera, todos los cristianos están llamados a imitar al Buen Pastor. Sobre todo las familias cristianas pueden colaborar con él cuidando a las familias heridas, acompañándolas en la vida de fe de la comunidad. Que cada uno haga su parte asumiendo la actitud del Buen Pastor, ¡que conoce a cada una de sus ovejas y no excluye a ninguna de su infinito amor!”.
Ante estas palabras del Papa, el periodista John Allen Jr, de la agencia religiosa Crux, comentó que si bien Francisco ha invitado a tratar con misericordia a los divorciados, no ha dejado en claro que se planifique para el Sínodo un replanteamiento en la participación de los sacramentos. Sin embargo resaltó la importancia de que considere la noción de “discernir” en cada situación, lo que se acerca bastante a la propuesta del cardenal Kasper, que postula una posibilidad de participación en la comunión para los divorciados, luego que asuman sus responsabilidades, a conciencia, por la fallida relación. Por último el vaticanista norteamericano reseña que este camino tendría su mayor obstáculo en poder definir, sin entrar en espinosas subjetividades, en qué casos se “asumen a conciencia estas responsabilidades”, y por ende quienes podrían acceder a los sacramentos.
Click aquí para leer el comentario de John Allen Jr.
Fuentes:
Vatican Insider / Crux