Gaza: El ‘factor EE.UU.’ y un posible camino de negociación
Para él los Estados Unidos tienen en sus manos una posibilidad de facilitar un nuevo escenario de negociación, siempre y cuando pueda persuadir a Israel de regresar a las conversaciones bajo los parámetros de leyes internacionales y considerar también los acuerdos previos.
Ya antes de los últimos ataques con misiles, el Primer Ministro Netanyahu amenazó con deponer al presidente palestino Mahmoud Abbas si la Autoridad Palestina continuaba con su plan para obtener el reconocimiento como estado observador de la ONU. Esta iniciativa está programada para llevarse a cabo en diciembre y se dice que tiene el apoyo de una amplia mayoría de la Asamblea General. Junto con expulsar a Abbas iría el corte de los lazos con la Autoridad Palestina y la derogación de lo que queda de los Acuerdos de Paz de Oslo de 1993.
Dado el conflicto armado entre Israel y Hamas y la posible pérdida de la limitada autonomía palestina, la Asamblea General de la ONU podría dudar en poner la propuesta sobre la mesa. Sin embargo tal vacilación es poco probable en una situación favorable a Palestina, especialmente cuando podemos asumir que terminará en el bando perdedor en la batalla con los israelíes.
Sólo hay un camino a seguir y eso implica para los EE.UU. retirar su oposición a la propuesta Palestina. Si Palestina no lo consigue, Israel seguirá imponiendo condiciones unilaterales, como lo ha hecho durante años. Un cambio en la posición de EE.UU. comenzará a construir una base para futuras negociaciones.
Un segundo paso debería ser el rechazo de EE.UU. al enfoque de “todo está sujeto a negociación” por parte de Israel, y exigir respeto a las leyes internacionales y acuerdos previos para que sirvan de marco para la negociación. Hasta el gobierno de Clinton, cada gobierno de los EE.UU. consideró las resoluciones internacionales de la ONU como los parámetros dentro de los cuales las conversaciones tendrían lugar.
Al aceptar las condiciones de negociación de Israel, EE.UU. ha sido un facilitador para la expansión agresiva de los asentamientos, demolición de viviendas y violación de los derechos palestinos. Regresando a la fórmula del marco internacional al menos equilibra en algo las condiciones para Palestina.
En cuanto a Hamas, su decisión de aumentar los ataques contra Israel en momentos en que la región ya se encuentra en estado de agitación es un movimiento imprudente, que tendrá un costo muy alto para la población de Gaza y debe ser condenada rotundamente. Cuando el intercambio de misiles se detenga, la Autoridad Palestina y la OLP serán los únicos representantes legítimos del pueblo palestino. Los EE.UU. deben tomarlos en serio y llevar a los israelíes a las negociaciones regidas por ley.
Retrasar ese resultado por más tiempo y ceder a la dominación israelí es una receta para el conflicto perpetuo en la región.
Artículo de Drew Christiansen, S. J. (America Magazine)