GOBIERNO REGIONAL DE LIMA AL 1er SEMESTRE 2015: UNA EVALUACIÓN PERSONAL
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Al final del primer semestre del 2015, primer año de la segunda gestión del Ing. Nelson Chui, se hace necesario un balance de la misma. He aquí algunas ideas, personales, no oficiales.
LO MEJOR DE LA GESTIÓN.
- Dinamismo presidencial. Toda comparación es odiosa pero en este caso inevitable por el enorme contraste de personalidades. Es conocida (no por ello menos sorprendente) la extraordinaria voluntad y capacidad de trabajo del actual Gobernador, inclusive domingos y feriados. Esto de paso lleva a pensar en la generosidad de su familia de permitirle brindar tanto tiempo a su “familia” más grande: la población de la región. En cambio, Javier Alvarado destacó por lo contrario: era presidente a medio tiempo (o menos), despachaba en la capital, su gestión fue más conocida por sus frivolidades y su megalomanía, y de facto, el “verdadero Presidente” fue su Gerente Regional. De manera que una de las grandes fortalezas de la actual gestión es el dinamismo y capacidad de trabajo del Ing. Nelson Chui. A quienes acompañan al mandatario regional, les corresponde avanzar a su ritmo, no al revés.
- Unidad de mando. Un principio básico que se enseña en cualquier facultad de ciencias políticas o academia militar del mundo es la unidad de mando, pero que resulta importante resaltar en la actualidad política. Las bicefalías o triunviratos, son por definición, temporales y extraordinarios. Pero el ejercicio del poder necesita de una sola cabeza que decida. La cabeza puede pedir una o más opiniones, más sólo ella debe decidir. Pero en la política peruana tenemos a nuestro actual “cosito” presidencial, quien por aceptar gobernar de a dos nos ha llevado a la parálisis económica y política, e incluso a la parálisis en la seguridad ciudadana, lo que irrita mucho a la opinión pública. Lo más triste es que no es el único caso en el Perú. En resumen, otra fortaleza en la gestión regional es que la actual cabeza es la única que toma las decisiones que le corresponden.
- Capacidad de gestión ante el Ejecutivo. Una tercera fortaleza, y muy significativa por el actual contexto político, es la capacidad del Ejecutivo regional de gestionar y lograr recursos de las diversas entidades del Estado. En una situación general de parálisis económica y de reducción presupuestal a los gobiernos regionales y locales, pero de urgencia del Poder Ejecutivo de incrementar la inversión pública, la estrategia impulsada por el Ing. Chui de “tocar puertas” ha resultado altamente positiva para la gestión regional. Esto se va a traducir en mayor cantidad de obras para los siguientes ejercicios.
- Gobernar sin revancha ni venganza. Es conocido que Alvarado marginó a los alcaldes que no lo apoyaron en segunda vuelta y dejó en suspenso muchas obras que dejó encaminadas Nelson Chui y que tuvieron que completarse en la siguiente gestión. Ese revanchismo no sucede en la actual gestión. Por el contrario, no solo se han continuado las obras que se iniciaron el 2014 sino que se han conseguido presupuestos en aquellas obras que irresponsablemente no tenían disponibilidad real de recursos para ejecutarlas. Casos concretos: la carretera Caujul y las pistas de Asunción 8 en Imperial, por poner solo dos ejemplos. El propio Hospital Regional de Cañete tuvo que lograrse un acuerdo con el MEF para completar el presupuesto total, y pese a las observaciones al expediente técnico, la gestión actual las subsanó y el propio Gobernador Regional asumió la responsabilidad política de que continúe el proceso de licitación pese a diferencias con el costo referencial. En resumen, se ha establecido una nueva forma de gobernar, muy positiva para la población, de no actuar con venganza sino de seguir y terminar las obras del predecesor.
- Plan de infraestructuras. La actual gestión ha definido con claridad lo que va a hacer en los próximos años en materia de infraestructura. En lo vial, la visión de futuro son las vías transversales para hacer realidad el desarrollo regional por cuencas; la carretera longitudinal de la sierra regional, que será como una paralela a la Panamericana Norte y Sur recorriendo nuestras cinco provincias de sierra; y los trenes de cercanías norte y sur para conectar las 4 provincias costeras. Está claro que no todas se terminarán en esta gestión ni todas se ejecutarán por la región, pero existe la voluntad política de dar los primeros pasos. En materia de salud, la visión es contar con 4 hospitales regionales en las provincias de costa. En saneamiento, con plantas de tratamiento de aguas residuales en las principales provincias, y en educación, una mayor inversión en infraestructura a partir del próximo ejercicio.
- Gobernabilidad y concertación. Otra de las principales fortalezas de la actual gestión es buscar la legitimidad política a través de una amplia concertación para gobernar, y no cometer el error de la gestión Alvarado de gobernar solo. Al término del primer semestre, salvo el fujimorismo que a través del congresista Melgar ha marcado distancia con la gestión, se mantiene vigente la concertación política que apoyó a Nelson Chui en la segunda vuelta. Por eso los “toros” buscan golpear y dividir esa coalición enfrentando a Chui con su equipo más cercano. También se ha superado ese absurdo y estéril enfrentamiento entre “norte” y “sur” de la región que el anterior Presidente promovió. Asimismo, el Ing. Chui ha ofrecido llevar una buena relación con los alcaldes provinciales al margen del color político, a fin de avanzar en las obras que necesitan los pueblos, buena voluntad que requiere reciprocidad para ser fructífera. Por último, Nelson Chui ha ofrecido respetar las decisiones de los agentes en el Presupuesto Participativo, lo que tampoco se hizo en la gestión anterior.
- Primeros en ejecución presupuestal. Transparencia Económica del MEF y el congresista Juan Carlos Eguren reconocen al Gobierno Regional de Lima como el gobierno regional que lidera la ejecución del presupuesto de inversión a nivel nacional, con un nivel de avance al 61.6%, al cierre del primer semestre del año fiscal 2015. También ocupa el primer lugar en la ejecución presupuestal global con el 49.5%. Como bien ha sostenido Nelson Chui, más importante que la cantidad es la calidad del gasto. De modo que hay que seguir avanzando en esa línea. No obstante, este logro es importante, y más relevante porque se ha conseguido sin el “maquillaje” contable que usó el anterior Presidente Regional.
LO QUE HAY QUE MEJORAR
- El trabajo en equipo. Sería absurdo actuar con vanidad y no reconocer lo que puede hacerse mejor. La actual gestión tiene que acelerar la integración del equipo administrativo a la dinámica presidencial. Tampoco es un tema nuevo: de histórica data es la relación entre la política y la administración, no siempre fecunda. ¿Qué importa más? ¿las necesidades de la gente o los procedimientos administrativos? ¿la sociedad o la ley? En realidad ambos importan, y es la capacidad de los equipos de confianza para unir ambos vectores lo que diferencia a uno de otro. Tampoco los equipos se arman en un día, pero tiene que crecer siempre la voluntad colectiva de trabajar en equipo y evitar las “islas” al interior de la gestión.
- Más logros en seguridad ciudadana. En este tema el lastre ha sido la decisión de la anterior gestión de prácticamente desactivar lo que ellos mismos avanzaron. Se ha trabajado estos 6 meses prácticamente de cero. Al mismo tiempo, es un tema en el que tiene que darse articulación con otras entidades públicas y los gobiernos locales. El Plan Cuadrante tiene que adaptarse por tanto a esa realidad. Otro elemento importante es el rol de la población organizada, y que es un elemento estratégico para derrotar con éxito a la delincuencia, pero que por desgracia no ha sido apoyada antes ni incluida en los planes de seguridad ciudadana de la manera correcta.
- Actuar más rápido contra la corrupción. Si bien el Ing. Nelson Chui ha sido categórico en señalar que no se tolerará la corrupción, es inevitable que gente inescrupulosa o “maleada” incurra en esas prácticas indeseables e ilícitas al interior de la gestión. Y por desgracia, el andamiaje legal para enfrentarla con celeridad es no solo obsoleto sino hasta “generoso” con los culpables si no se observa el “debido proceso”. De modo tal que es un tema central en cualquier gestión y hay que seguir avanzando aunque sea a contracorriente.
- Saber diferenciar la gestión regional del proceso electoral. Este punto consiste en que la gestión debe plantear con claridad a la opinión pública que la próxima campaña electoral no puede enturbiar la gestión regional, y que los futuros candidatos al Congreso no pueden hacer campaña en base a lo que hace o no el GRL. Las elecciones de abril del 2016 no son un plebiscito sobre la gestión de Nelson Chui, sino sobre la gestión de Ollanta Humala y sobre los 4 congresistas que tiene la Región Lima. Permitir lo contrario, nos abriría una controversia política que paralizaría la gestión de los proyectos arriba reseñados. Por supuesto, esto no niega el derecho de cada ciudadano y de cada organización política de apoyar a cualquier proyecto político, pero es clave que la gestión regional no se vea empantanada en la próxima contienda electoral.
- Poner en su lugar lo intrascendente. Por desgracia, los pequeños escándalos han ocupado el interés de buena parte de la prensa y aparece como lo único trascendente cuando es al revés. Hay que reconocer que no hubo la acción adecuada para poner los grandes proyectos en la agenda pública y permitir, por omisión, que la noticia sea si debe seguir trabajando o no un funcionario que chocó su camioneta, si debe seguir o no un funcionario que superó el límite de edad, o si otro funcionario debe seguir o no en su puesto por no convalidar un título obtenido en otro país. Hay que superar lo que no le interesa a la gente, y el GRL debe preparar a todos sus órganos para informar permanentemente a la opinión pública de lo que se hace en todos los campos del quehacer gubernamental regional.
Región Lima, 01 de Julio de 2015.