El lenguaje privado del amor

Hace unos días, en medio de una conversación, escuché a alguien decir: “Lo que más extraño de estar con ella era el lenguaje privado que teníamos, el poder comunicarnos de una forma tan personal que incluso una palabra decía mucho más que solo una idea, que había una conexión distinta con otras personas. Mis amigos me mandan todo el día pelotudeces por el WhatsApp, pero las pelotudeces que intercambiaba con ella hablaban de nosotros mismos. Eso es lo que más extraño”.

Me fui a casa pensando en eso.

Entonces ordené algunas ideas.

Para empezar, sobre el amor, quizá una de las mejores teorías es la de Sternberg, para quien el amor está constituido a partir de la pasión, el compromiso y la intimidad. La pasión hace referencia principalmente a la atracción física y sexual; el compromiso, al deseo de establecer una relación amorosa a largo plazo y la intimidad a la sensación de proximidad y conexión con la pareja. Si desean conocer un poquito más sobre esta teoría pueden seguir este enlace a un artículo bastante interesante.

Sobre la pasión y el compromiso, creo que el concepto de amor líquido de Bauman es una buena herramienta para entender lo que escuché. En la actualidad, la forma como las personas aman se caracteriza por relaciones sin forma, como el líquido. Es decir, con bajos niveles de compromiso que hacen que al menor problema o incomodidad haya una tendencia a salir de la relación y/o cambiarla por otra. Así, las personas nos hemos vuelto mercancías que desfilamos en aplicaciones de citas así como desfilan en un catálogo todo tipo de producto como la ropa, los celulares o el papel higiénico.

portada Amor Líquido. Acerca de la Fragilidad de los Vínculos Humanos

Aquí tengo una inevitable controversia con Bauman y es que en su libro Amor líquido: Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos, hay un tufillo a: “el pasado es mejor que el presente”. Solo para aclarar mi punto: constantemente está señalando que las relaciones en el pasado eran más duraderas y sólidas y no parece tomar en cuenta que eso fue a costa de una estructura patriarcal.

No sé si existe algo que haya venido a reemplazar o cambiar la experiencia de la intimidad. Me explico. Volviendo a Bauman, las personas siguen queriendo tener lo que te da una relación de pareja sólida, profunda y estable, pero sin las implicancias o exigencias que esta requiere. Es decir, quieren a alguien con quien compartir un buen o mal día, alguien que les contengan emocionalmente, que les hagas sentirse queridos de forma honesta, “con quien construir un lenguaje privado”, pero sin la exclusividad, la fidelidad y sin la renuncia a la posibilidad de vivir otras aventuras sexo-afectivas.

Además, y aquí ya me salgo de lo académico, ¿Qué cosa más maravillosa que superar las limitaciones del lenguaje? Y es que hace un tiempo, cuando estaba en la universidad, leí un verso en un libro que publicaban a los ganadores los juegos florales. No lo recuerdo con exactitud así que me permitiré una reconstrucción libre. Si el autor de ese verso acaso llega a leer esto, le pido mis disculpas.

Dije somos, pero estoy solo.

Hay una imperfección en el lenguaje

que los alfabetos no saben cubrir.

Nos vemos.

 

 

 

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