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2009.- UNA VISITA AL DISTRITO DE SAN JUAN DE LUCANAS

Por Damaris Meza
¿Quiénes somos?

Antes de que nuestros lectores se sumerjan por los recovecos del blog, queremos presentarnos. No sabemos por qué, pero los azares de la vida unieron a ocho inexpertos estudiantes de Antropología de la PUCP de diferentes promociones en un mismo curso: Práctica de Campo 1.

 

Así, Vera Lucia Ríos, Cesar Combina, Andrea Urrutia, Isabel Gonzáles, Raquel Alegría, Víctor Rodríguez, Giacomo Bassilio y Dámaris Meza emprendimos el viaje a San Juan de Lucanas con la profesora Cecilia Rivera.

Queremos compartir algunas memorias y palabras sobre qué significó esta experiencia para nosotros. Recordamos, por ejemplo, que no faltó quien se enferme por comer queso e higos en Puquio (Raquel), ni quien se cayera varias veces en el camino a Viseca (Andrea). Pero también recordamos con nostalgia a quienes se convirtieron en anfitriones y amigos, como un carismático don Raúl (Isabel y Giacomo). Esta no fue sólo una oportunidad para poder tomar buenas fotos (Víctor), fue la oportunidad para darnos cuenta de que lo más difícil es pretender objetividad cuando se trata de enlazarnos con otros, con quienes nos vinculamos irremediable y felizmente. Fue la oportunidad para aprender a moldear nuestras maneras de aproximarnos y expresarnos (Vera), aprender la necesidad y la belleza de conocernos y reconocernos como habitantes de un mismo país, y que el compromiso empieza por conocernos (Dámaris).

¿Por qué fuimos a San Juan?

Este año fuimos a San Juan de Lucanas, Ayacucho, como parte del curso de Práctica de Campo 1. El viaje duró 9 días, del 2 al 11 de octubre. Como su nombre lo dice, el propósito del curso es tener una primera experiencia en la actividad principal de nuestra carrera: el trabajo de campo.

En este caso, nuestra visita al distrito de San Juan de Lucanas tuvo como propósito hacer un estudio de la relación de la población local con la posibilidad de implementar un proyecto turístico en el distrito, como forma de generar ingresos y promover el desarrollo de la zona. La visita se origina en una consulta que el actual alcalde de San Juan de Lucanas, señor Américo Peñafiel, hiciera a nuestra profesora sobre el proyecto municipal para la restauración de la casa hacienda de Viseca. Por ello [Leer más …]

HOSPITALIDAD

por Isabel Gonzales

Durante nuestra visita se dieron muchas oportunidades en las cuales fuimos testigo de la gran hospitalidad de los residentes de Utec, quienes a pesar de su difícil situación siempre encontraban algo que ofrecernos.

En alguno de mis paseos matutinos-tardíos, me encontró la señora Silvina García buscando un lugar donde desayunar. Mostrándome cierta indignación debido a que creyó que las autoridades no me estaban atendiendo. Malentendido que de inmediato corregí. La Sra. Silvina me ofreció un desayuno, previas disculpas ya que solo tenía a su disposición “una sopita sin carnecita”. La verdad es que estaba deliciosa y estuvo felizmente acompañada de una amena conversación, en la cual me contaba sobre la filiación de su esposo con los habrían sido los dueños de la hacienda Viseca, sobre como conoció a José María Arguedas y sobre el impacto de la actividad minera en Utec. Antes de irse al campo, me dejó una bolsa con canchita y queso “Para que te comas más tardecito”.

Del mismo modo, los pobladores de Utec nos ofrecieron también su tiempo al tener una abierta disposición hacia nuestras redundantes preguntas, así como se ofrecieron abiertamente a compartir su conocimiento sobre los lugares que había que visitar, sobre los saberes locales y todo aquello que consideraran que nosotros como visitantes deberíamos saber.

En este sentido los temas más recurrentes fueron los motivos por los cuales Utec es considerado un pueblo en crisis: la desaparición de la actividad minera, la falta de agua, lo que representa una dificultad para el desarrollo de actividades agrícolas y ganaderas, la baja calidad de la educación y aún peor la posibilidad de clausura de ambos centros de estudio debido a la baja densidad de estudiantes.

Por otro lado el pasado próspero del pueblo de Utec es algo de lo cual los pobladores no dejan de comentar, tanto de cuando Utec aún no era poblado como en la época de la prosperidad producto de la actividad minera.

Parte de ese pasado próspero son la hacienda Viseca, la hidroeléctrica, los socavones, los cuales son señalados por los pobladores como lugares que el visitante debe conocer.

“Siempre se invita. Conversan. Otros son buenos, otros así no más” (Silvina García, 69 años, Utec)

Los pobladores de Utec saben reconocer que, entre las diferentes personas que llegan a Utec hay grandes diferencias, tanto en relación a sus intereses, así como en sus actitudes y su disposición para las cosas o situaciones. Del mismo modo, es de tomar en cuenta que si bien durante nuestra experiencia, todos a quienes acudimos tuvieron una muy buena disposición ante nuestras dudas y necesidades, esto se debe también a la relación que nos permitieron entablar con muchos de ellos, no solo como pobladores del pueblo de Utec, sino como personas, con afectos al igual que cualquiera de nosotros, una relación de mutuo interés y agradecimiento.

Es así que el visitante que pase por el pueblo de Utec una tarde, y vuelva sin tener mayor contacto con la población, no será testigo de lo que estamos hablando.

Hay que tomar en cuenta que el flujo de visitantes que no tiene algún tipo de filiación o amistad con algún residente es bajísimo; y son menos aún las visitas de grupos. Se podría considerar que en el caso de acrecentarse la cantidad de visitantes las formas de hospitalidad descritas se hagan insostenibles. Del mismo modo, esta actitud de la población puede estar condicionada por la falta de oferta de lugares que proporcionen servicios de comida y hospedaje lo cual puede hacer que la situación del visitante sea interpretada como una situación de necesidad.

“Cuando voy a Lima a vender mis toritos, (el dinero) falta. Pobrecitos (los visitantes), me da pena que gasten.” (Silvina García, 69 años- Utec)
“Mi hija va ir a Lima si se encuentra en necesidad, a mi me gustaría que le inviten así como yo invito” (Mujer mayor – Utec)

No hay que dejar de lado el hecho de que muchas veces estas formas de hospitalidad están condicionadas por un hipotético caso de reciprocidad. Así que es un asunto que tiene que ser tomado con la delicadeza del caso.

Respecto a lo que se espera sobre la llegada de visitantes y foráneos a Utec, se podría casi decir que en su mayoría, la población se encontraría de acuerdo con un mayor flujo de visitantes, ya que se considera que esta podría representar una mayor inversión en la localidad.

Sin embargo es de tomar en cuenta que si bien la mayoría de pobladores están de acuerdo con esto, unos se muestran más interesados que otros en el tema que otros, este tema será desarrollado más adelante.
Como veníamos diciendo, los pobladores de Utec consideran que esto tendría un impacto en su situación económica. Sin embargo no es el único tema asociado a la venida de visitantes.

Haciendo alusión a las visitas que se realizan en el mes de agosto, los pobladores refirieron que el pueblo vuelve a la vida con la cantidad de gente que llega, las calles están llenas, hay un mayor consumo en las bodegas, carros, bulla de voces. Siendo el constante decrecimiento de la población uno de los principales problemas identificados en el distrito de Utec, la llegada de visitantes pareciera representar una opción para la vuelta a la vida de un poblado que mucha gente identifica como en abandono.

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¿CÓMO LLEGAR?

Por Isabel Gonzales
Ubicación
San Juan de Lucanas es un pequeño distrito andino ubicado en la provincia de Lucanas, departamento de Ayacucho en el Perú. Lucanas es la

provincia más grande del departamento, y está ubicado en la parte sur-este.

El distrito de San Juan de Lucanas por otro lado, es el más pequeño de la provincia y se encuentra en su parte central. El pueblo de

San Juan, su capital, se encuentra a 3482 msnm y fue en algún momento capital de Provincia de Lucanas. Ese título lo ostenta hoy la cercana ciudad de Puquio.

Vías y medios de transporte
Desde Lima hay dos modos de acceder a San Juan. La primera opción es hacer el viaje en vehículo propio, lo cual permite una mayor libertad para apreciar con detenimiento el paisaje así como para hacer pequeñas paradas en lugares como Pampa Galeras. La segunda es viajar en transporte público.

En ambos casos, la ruta a seguir es aquella que conduce desde Lima por la Panamericana Sur, entrando por la carretera al Cusco que parte de Nazca. Si se viaja en vehículo propio podrá tomar el desvío a San Juan después de pasar el pueblo de Lucanas ubicado sobre la carretera al Cusco. El transporte interprovincial lleva hasta la ciudad de Puquio, actual capital de la provincia de Lucanas. Una vez llegado a este punto, se encontrarán combis o colectivos que se dirigen a los pueblos de San Juan, Acola y Utec. [ver Mapa Vialnull]

En el caso de tomar la opción de ir en bus, el pasaje Lima – Puquio tiene un costo aproximado de 40 soles y demora en llegar unas 11 horas. El pasaje de Puquio a San Juan, Acola y Utec, tiene un costo de 4 soles y el viaje demora aproximadamente 50 min.

Las combis que bajan de Puquio salen aproximadamente a las 6 y 7 de la mañana, están en San Juan a las 7:00 y 8:00 a.m., donde hacen una parada para luego ir hasta Utec, pasando por Acola. Luego vuelven a eso de las 2:00pm. hacia Puquio. Suele haber además un último viaje a las 5pm.

Estos horarios se han definido de tal manera que coincidan con los horarios de entrada y salida de las escuelas, el motivo es que los principales usuarios de estos medios, son profesores que se dirigen a los distintos pueblos para dictar clase y vuelven el mismo día a sus localidades de residencia.

Caminando en San Juan
Yendo a pie desde la capital del distrito de San Juan, también se puede llegar fácilmente a Acola, ya que se encuentra a 10 minutos. Llegar a Utec a pie toma más tiempo, unos 30 min aproximadamente, dependiendo de si se toma la carretera, o los desvíos que cortan los cerros. La posibilidad está abierta tanto como ruta de ida San Juan – Utec, como de regreso. Sin embargo, esta última resulta más dificultosa ya que, por estar San Juan a mayor altura, requiere de mayor esfuerzo físico. Viajar de Puquio a San Juan, en cambio, puede tomar más de dos horas.

Vías de acceso
La ruta Puquio – San Juan – Acola – Utec es, en su segundo tramo, una trocha afirmada que se desvía de la carretera Puquio-Nazca para decender en la quebrada, y aunque no presenta grandes accidentes en el relieve hay que tener cuidado y conducir a una velocidad media o baja. A un kilómetro de la carretera un letrero nos da la bienvenida a San Juan. Desde ese punto exacto se puede apreciar una hermosa vista del paisaje. Acola no está lejos, a dos kilómetros de la carretera. Utec, más bien, se encuentra a nueve kilómetros de distancia. El recorrido ofrece múltiples oportunidades de apreciar las diversas flores de vegetación local, así como divisar en los cerros del otro lado de la quebrada pueblos, pastos y cultivos.

Reparación de la carretera
Durante nuestra visita a San Juan en octubre 2009, la carretera Puquio Nazca estuvo en reparación. Con ese motivo se presentó el inconveniente de la existencia de una tranquera que bloqueaba la salida de Puquio desde las 9am hasta la 1pm, y de 2pm a 4pm. Estos horarios son aproximados, pues dependen de la afluencia y de la disponibilidad de los operarios en la tranquera.

Si se necesita actualizar esta información se puede intetar llamar al municipio de Sa Juan de Lucanas al telf 066795161 [Leer más …]

Pampa y morro en San Juan

“Igual que los comuneros de Tinki llamé a la pampa; como potrillo, relinché desde el morro Santa Bárbara; fuerte grité, para hacerme oí por los mak’tas utek’. ¡Pero mentira! Viendo lo alegre de la pampa, de los caminos que bajan y suben del pueblito más todavía creció el amargo en mi corazón. (…) Solito, en ese morro seco, esa tarde, lloré por los comuneros, por sus chacritas quemadas con el sol, por sus animalitos hambrientos”. (J.M. Arguedas. Agua, en: Breve Antología didáctica. Lima: Horizonte, 2005:30)

Los espacios abiertos son escenario para la reflexión de los personajes de Arguedas. En este fragmento podemos percibir la contradicción y la indignación. La pampa y lo abierto que invitan al protagonista a sentir la pertenencia, a sentirse un comunero más, no pueden provocarle sino una profunda tristeza, un sentimiento de amargura por la injusticia, evocando a un mundo que se cierra y no guarda esperanzas para los comuneros que se han quedado sin agua por el monopolio del patrón. La pampa, que podría asociarse a libertad, se convierte en un espacio para sentir la fatalidad.

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