Me odias –ya lo sé,
Me detestas –tú lo sabes;
No me quieres, yo tampoco,
Tú me mientes, yo también.
Lovón Cueva, Marco. Verdaderas mentiras. Lima: 10 noviembre 2009.
Me odias –ya lo sé,
Me detestas –tú lo sabes;
No me quieres, yo tampoco,
Tú me mientes, yo también.
Lovón Cueva, Marco. Verdaderas mentiras. Lima: 10 noviembre 2009.
Quisiera escuchar a tu tristeza para saber cómo llorar.
Quisiera tus palabras para hablar con propiedad.
Y quisiera uno de tus cabellos que me digan cómo he de llegar.
Y uno de tus libros para conversar.
Una tarde para comer.
Un sueño para entender.
Las nubes donde dormir.
Los ríos donde bañarnos.
El sol que te calienta y
la luna que te alumbra.
Quisiera que haya frío para poderte abrigar.
Quisiera que sea el cómplice que me acerque a tu pesar.
Quisiera ser algodón para poder todo soportar.
Los gritos que compartir.
El silencio que querer.
La fuerza para seguir.
Como quisiera ser la pintura de tu cuarto,
Para ser apreciado en cada despertar.
Y el espejo de tu baño que desnude tus desgracias.
El sostén que te proteja.
La cadena que lucir.
El esmalte que te acaricia.
El colorete que te besa.
Y el lápiz que te oculta.
Lovón Cueva, Marco. Quisiera. Lima: 1 junio 2013.
El amor una vez más nos revuelca en un charco de odios
alejándonos del paraíso terrenal
del paraíso des-manzana-do
rechazando el cuerpo sudoroso y los susurros de noche
Esos odios repulsivos que solo vienen con el amor
nos descalcifica diariamente
horrorizando a los gritos jubilosos y sensuales de un hálito
que yace bajo una sábana o sobre un colchón
Los odios recorren las paredes del amor
y enmohecen los viejos recuerdos las miradas eróticas y los besos
cuál besos
sin sentir no siento
en este odio que carcome sin bandera de paz este lene amor
Lovón Cueva, Marco. El amor una vez más. Lima: 31 mayo 2013.
Nosotros los pobres no tenemos los mismos qués, cómos y por qués
No tenemos el mismo organigrama human-al
ni el mismo desayuno em-PAN-negado
Las ollas OLLAS lloran por comida
y las jarras JARRAS por algo de bebida
y las cucharas
a dónde van las reclamonas CUCHARAS
y en dónde la tristreza cena
Bajo este silencio, ni sudan los limones
ni transpiran las cebollas
En esta mesa, al pobre, solo los manteles velan
Lovón Cueva, Marco. Otros qués, cómos y por qués. Lima: 25 mayo 2013.
Poema inspirado en Pleamor
Habría que nacer de nuevo
y fumar por primera vez un cigarro
y desvelarse en las noches turbias
y ganarle a Dios en sus pecados
Habría que nacer de nuevo
y volar las dos torres negras del pasado
y beber una rubia cerveza
y celebrar la madrugada de un viernes santo
Dormir hasta tarde
robarse en los sueños
comer algo diferente
viajar a pie
humanamente
en ese nacer de nuevo
habría que…
Lovón Cueva, Marco. Habría que nacer de nuevo. Lima: 25 mayo 2013.
Era la hora escabrosa, la hora más negra, era la hora del mal -recuerdas.
Y cómo voy a olvidar la hora en que nos cae tanta mierda en el cabello.
Y cómo podemos olvidar la mísera hora en que nos aborta la madre celestial.
Cómo podemos.
Esta hora mezquina, que arremete a nuestras espaldas, destruye las ingenuas inocencias violándolas sin piedad.
Esta hora sangrienta, que quita el pan a la comunidad, asola el futuro, el embarazo y el pobre desayuno.
Y dirás: “Esta hora in-cuerda, in-nítida, in-buena, in-compansiva es divina, sobrehumana y sacramental”.
Y dirás: “Es la hora sobrehumana”.
Esta hora loca, soberbia, pero gloriosa y precisa para la bóveda célica, nos des-huesa, des-calabra, des-niega, des-compensa, des-nutre, des-respira.
Lovón Cueva, Marco. Era la hora. Lima: 24 mayo 2013.
Y debajo de esos besos, qué hay
si el frío espanta la bandada de cariños
No hay más muertes
en aquellos bosques negros que se esconden tras las sombras
Y la pobreza del bolsillo
cuál bolsillo
descalabra una vez más a las tristezas
Lovón Cueva, Marco. Y debajo de esos besos. Lima: 12 mayo 2013.
Los ojos mueren cerrados
en un recuerdo distante
bajos los fuegos miserables
bajo nueve monstruos
La legaña se arrastra
insosteniblemente
sobre la nada abstracta
Y en el cielo
hay alguien triste que mira
llorar esta cara
Lovón Cueva, Marco. Y en cielo. Lima: 20 abril 2013.
A toda hora rozan tus labios
por el cabestro y la tetilla
Y rozan como una pequeña virgen
de hinojos tiernamente a la letanía
¿Quizás es un medio labio al anochecer?
¿O es un pedazo de vértigo sensible?
Lovón Cueva, Marco. A toda hora. Lima: 5 abril 2013.
Participaste de tantas muertes desde antes que el antiguo Testamento
En todas las noches frías fabricabas el mismo holocausto
Y las luces vacías morían terriblemente por tu derecho de soberano
desvaneciendo cruelmente a cualquier humano conspirador o comisario
Lovón Cueva, Marco. Omnipresente. Lima: 30 marzo 2013.