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Yo no quiero hablar de Da Vinci,
sino del hombre que le llevaba el balde de pintura, la brocha y el agua,
el hombre de atrás, la acuarela escondida.
No quiero hablar de Nietzsche ni de su herejía,
sino de los hombres escépticos que alimentaron su doctrina,
heréticos concretos.
No quiero hablar de Darwin y la evolución,
sino del hombre que sufre, que sobrevive y amasa el pan,
el hombre que llora vivo y se desangra hoy.
No quiero hablar de Marx ni de su planteamiento laboral y social,
sino del hombre que lo tiene todo y no pierde nada,
quiero hablar de un ser humano de carne y hueso,
quiero hablar de ti, de mí despierto.
Lovón Cueva, Marco. Un humano en concreto. Lima: 19 febrero 2011.