A los gatos también les dan cáncer
que sin mentir la verdad evidencia dolor e ira
de una forma infortuita
Así despiertan los lamentos amallaudos
de forma minúscula pero bajo una ola ballenaza vuelve la mordacidad mayúscula
En todos lados prolifera el cáncer
la piel muda a muerta
los órganos se desconocen, se inflaman, se putrefactan
la sangre envenedada cataratea infecciones
marchitándose el cariño que alguna vez una flor mostró
Cáncer de gato, cáncer de perro, cáncer…
parlotea felinamente la llaga mal curada
como si una olla hirviendo te despertara en la cama
y descubres con prontitud que un gato fallece
por tan horrenda maldad
dejando vacío el plato de galletas, el tazón de leche,
la reserva de agua, y el pozo de arena
donde sus heces, su limpieza, sus ronroneos se cortauñearon
en un abrir de ojos paradójico y pelempenpudo