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De nuevo el hombre sole-tario con los codos sobre una mesa des-cuadrada
llamando al Padre, o a la Virgen, o al viejo Buda,
de nuevo el hombre tísico se pierde entre las tinieblas
¿Teme estar solo en el mundo monetario donde vale más un papel que un hueso humano?
Y sobre esa mesa por qué se convierte en corteza. en molde. o marioneta
¿Teme estar solo el hombre o el hombre finge ser, en un momento, humano?
En un regreso hacia la nada, decaído, y otra vez sendentario, desfallece terriblemente como cualquier soldado
Lovón Cueva, Marco. Sole-tario. Lima: 5 junio 2013.