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Los lápices han trabajado todo el día
y al final del día el niño sigue amargo triste
como si quisiera dormir o morir en un cajoncito viejo
(El niño con la esperanza de obtener su pan-nuestro
ejercitó su vista oído y fuerza
pero aún así la noche le niega un despertar añorado)
Cuánto han de hacer aquellos niños que se esfuerzan
gritando por qué no-yo
por qué una mesa más sin pan
en la que los tazones depositan el esfuerzo del rutinario sudor
Lovón Cueva, Marco Antonio. Mesa sin pan. Lima: 21 septiembre 2014.