Por: Lucy P. Marcus / Publicado en Project Syndicate – Mayo 2015
La detención de los ejecutivos de la FIFA en medio de una serie de cargos de fraude y corrupción, ha sido noticia de primera plana en los últimos días. Pero los cargos presentados por las autoridades suizas y estadounidenses se centran en el soborno y la malversación de fondos, y no se ocupan de otra injusticia atroz: el tratamiento de los trabajadores migrantes en Qatar que están construyendo los estadios para la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA 2022.
Amnistía Internacional publicó recientemente un informe sobre las pésimas condiciones en Qatar. Los trabajadores están sujetos a sitios inseguros de construcción, existen firmas de reclutamiento explotador, y pocos recursos asignados a la justicia formal. Recientemente, el ministro de Trabajo de Nepal habló públicamente sobre el gobierno de Qatar por no permitir que los trabajadores migrantes de su país puedan volver a casa a llorar a sus parientes que murieron en el terremoto de abril del 2015.
Como señala Amnistía Internacional, la responsabilidad recae principalmente en las autoridades de Qatar. Pero la FIFA tenía -y todavía tiene- la responsabilidad de actuar. También ha habido llamadas para los patrocinadores, incluyendo a McDonalds, Visa, Coca Cola, Adidas, Budweiser, Gazprom, KIA y Hyundai, para presionar a la FIFA y Qatar para mejorar las condiciones de trabajo.