No concordamos* con quienes dicen que Yehude Simon quedó descalificado desde el momento que aceptó ser el Premier de un Gobierno presidido por alguien como Alan García. No podría ser esta nuestra posición, desde el momento en que estuvimos entre quienes creyeron que había que votar por García, por ser el mal menor frente a Humala, a pesar de las cuentas pendientes que arrastraba de su primer Gobierno en derechos humanos, corrupción y gobernabilidad.
Si se podía y había que votar por él, por qué sorprendernos de que haya quienes crean también —cuestión de gustos y estilos— que se puede y debe colaborar con él. [Leer más …]