A estas alturas, el nivel de idolatría del que goza Marcelo Bielsa en Chile debe de estar alcanzado niveles extraordinarios. Con su victoria 1-0 sobre Suiza, la selección mapocha tiene un pie y medio en los octavos de final del mundial. Además, tanto en este encuentro como en su debut frente a Honduras, el equipo de Bielsa ha destacado entre los equipos del Mundial por su claro estilo de juego y su vocación ofensiva, que bien le podrían haber merecido más goles a favor.
Todo ello contrasta con la realidad de la selección chilena con la que se encontró el “Loco”: un equipo sin rumbo desde su participación en Francia 1998 y el retiro de la selección de sus máximas estrellas, los delanteros Iván Zamorano y Marcelo Salas.
Así, como muchas celebridades del management, lo que Bielsa lideró fue un verdadero turnaround de la Selección chilena.