A pesar de los Comunicados del Grupo de los 20, hoy no existe una política global coordinada entre las grandes potencias económicas contra la crisis. Entonces, la recesión actual se podrá convertir en una gran depresión económica del tipo “L” (de larga duración como la de 1929) con una devastación social de insospechadas consecuencias. Lo único que podría impedir esta gran depresión “L” y hacer que la crisis sea menos intensa, sería la relación simbiótica financiera-comercial que tienen todavía los Estados Unidos y la China. En efecto, ambas economías funcionan hoy como un solo gran espacio financiero-económico, como un solo país, “Chinamerica”, donde China ahorra y presta y los Estados Unidos compran y se endeudan.