Nuevamente el tema ambiental estuvo ausente en el Discurso Presidencial de Fiestas Patrias. De nada ha servido la creciente cobertura que los medios han dado al cambio climático global, ni los constantes pronunciamientos de la Defensoría del Pueblo sobre la relación directa entre la ausencia de una política ambiental fuerte y gran parte de los conflictos sociales que vive el país, ni menos la reciente “ambientalización” del Acuerdo de Promoción Comercial con los Estados Unidos, que ha llevado a que la política nacional en un tema tan importante como la política forestal no haya partido de los propios peruanos. Tampoco ha servido que un Informe del Banco Mundial haya señalado que cada año perdemos un 3.9% de nuestro PBI por costos ambientales, mientras que nuestro Estado (en sus tres niveles de gobierno) no gasta más de 150 millones de dólares al año en prevenir los impactos ambientales o en aprovechar sosteniblemente nuestros importantes recursos naturales. Ni siquiera ha ayudado el hecho de que tres de los cuatro motivos de orgullo nacional, según reciente encuesta de Apoyo, estén vinculados con la gestión ambiental: Machu Picchu, los recursos naturales y los paisajes.
Por todo lo anterior queda claro que el Perú necesita con urgencia un acuerdo nacional sobre este tema basado al menos en los siguientes seis puntos: