Cuentan que cuando ponemos una rana viva a fuego lento en una olla de agua, ella se quedará quieta y morirá sin darse cuenta que está siendo hervida. Nosotros a diferencia de la rana estamos conscientes de que el calor aumenta, pero no hacemos nada para saltar de la olla.
En julio la sequía se expandió en América del Norte. En los Estados Unidos afectó a la mayor parte de los estados, la peor desde 1936 dicen los expertos. En México “la intensa sequía que se registra en el centro y norte del país desde 2011 afecta a 12 millones de personas y ha provocado daño patrimonial a campesinos y ganaderos por unos 150,000 millones de pesos, afirmó el presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, Cruz López Aguilar.” Informó CNNEXPANSIÓN
Y cómo estábamos en el sur. En Australia hay un invierno ligeramente más cálido que lo normal, pero no puede calificarse de extremo. En América del Sur, de acuerdo con el International Research Institute for Climate and Society – IRI las temperaturas continuaran por encima de lo normal en los meses que vienen. Respecto de El Niño los pronósticos son de presencia moderada del fenómeno (calificado como neutro por los expertos) y se espera no se agrave en los meses siguientes. De acuerdo con IMARPE la altura del mar, que ha traído como consecuencia marejadas en el litoral peruano, es resultado del mantenimiento de condiciones cálidas.
Respeto de estos temas El País escribe:
El calor refuta a los ‘climaescépticos’
Los peces no han podido soportar la ola de calor y la peor sequía de los últimos 50 años en Estados Unidos. Miles de bagres, carpas y esturiones han aparecido muertos en las aguas de sus ríos y lagos. Las altas temperaturas amenazan con secar las cosechas y poner en riesgo el abastecimiento de alimentos. El verano en España también es especialmente caluroso. En lo que va de estación, la Agencia Estatal de Meteorología ha lanzado varias alertas por las altas temperaturas. La última, ayer mismo. Tampoco uno de los lugares más fríos del mundo se salva. El 97% de la capa superficial de hielo de Groenlandia se derritió en solo cuatro días, según observaron el pasado julio los científicos de la NASA. Se mire donde se mire, el cambio climático está presente. La evidencia del ascenso de los termómetros y sus consecuencias y las pruebas científicas dejan a los escépticos de este fenómeno sin argumentos.
Sigue…