El encuentro de los presidentes Alan García Pérez y Luiz Inácio Lula da Silva, del Brasil, el 28 del mes pasado en Río Branco, capital del estado de Acre, actualiza el gran debate sobre la transnacionalización de la Amazonía en que ambos gobernantes están empeñados.
Como lo han afirmado los más famosos gurúes de la economía y la geopolítica mundiales, al final de esta crisis sistémica del capitalismo los recursos estratégicos de la economía global serán el agua, la energía, los alimentos y la biodiversidad. A la caza de estas riquezas, el capital transnacional está desplegando sus tentáculos por todo el planeta para asegurar y controlar la oferta de agua, comprar tierras para la producción de biocombustibles y alimentos baratos y bosques como sumideros de carbono, uno de los grandes negocios del siglo XXI.
En este nuevo escenario global, de crisis y cambio climático, García y Lula son los “Caballos de Troya” del capital transnacional. Lula, de acuerdo a los analistas brasileños, ha sellado alianzas estratégicas con Cargill, el gigante agroalimentario; Nestlé, Basf, Bayer, Monsanto, Syngenta y otras multinacionales para hacer del Brasil un inmenso laboratorio de producción de monocultivos industriales de soya, caña de azúcar para biocombustibles, transgénicos y para la ejecución de megaproyectos mineros, hidroeléctricos y ganaderos, entre otros.
La diferencia está en que en Brasil, … Sigue leyendo