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Esta presentación es más el resultado de mi curiosidad que de un conocimiento profundo sobre el tema, y por tanto esta hecha más de preguntas que de certezas. Me aproximaré primero al fenómeno del calentamiento global y sus consecuencias para nuestro país, luego presentaré algunas características de la agricultura campesina, para luego establecer las relaciones entre ambas realidades.
Flavio Figallo 20-4-09
Cambio climático
1. Desde hace casi 30 años científicos de diversas partes del mundo han advertido cambios en el comportamiento del clima cuya más clara, o sintética, manifestación se expresa en un aumento de la temperatura media en todas partes del mundo. La discusión sobre la causa de tal fenómeno pasó de la idea de que podríamos estar atravesando por un ciclo “natural” de aumento de la temperatura, después de todo la historia del planeta registra situaciones similares en la edad media, así como otras muy frías en épocas anteriores. Poco a poco sin embargo se abrió paso a la discusión sobre la correlación primero y a la causalidad luego entre la producción de gases de efecto invernadero (GEI) y calentamiento planetario. Quedó así establecido que las causas son antrópicas y que se trata del más serio problema global.
2. Otro de los aspectos que encierra el problema de cambio climático es el ético. ¿Podemos señalar como responsable a la sociedad industrial a los países desarrollados? ¿Conocían ellos las consecuencias de su modelo? En todo caso ¿Puede individualizarse o distribuirse de alguna manera la responsabilidad? Antes de contestar hay que señalar varias cosas, la primera tiene que ver con el proceso de internacionalización primero y la globalización más adelante, y al respecto ya Adam Smith y Marx advertían de estas tendencias del capitalismo y sus consecuencias negativas sobre el entrono, bien ilustradas por escritores de la época. La idea de que con la internacionalización del comercio y de la industria sobrevendría también la de una polución generada por la actividad humana capaz de envenenar la atmósfera es sin embargo una reflexión posterior. Lo segundo que debemos agregar es sobre concepto de responsabilidad: Como señala Bonilla (2008) sobre este asunto Hans Jonas escribe su obra “El principio de Responsabilidad: Ensayo de una ética para la civilización tecnológica” en 1984 argumentando la necesidad de incluir un vector de tiempo en la reflexión sobre la ética, la humanidad en tanto reorganizadora de la naturaleza debe hacerse responsable de ella, y de las consecuencias no previstas de sus acciones en bien de las generaciones futuras, y por tanto las sociedades tienen el “deber de saber” que puede pasar. En tercer lugar tenemos algunos elementos científicos que sumar al asunto de la responsabilidad, los científicos se interesan cada vez más en la atmósfera, y del planeta como totalidad luego de las primeras imágenes del planeta vista desde el exterior, y dan la s primeras alarmas hacia fines de los setenta, pero no sino hasta 1988 que se incorpora a la agenda mundial.
3. Hay que señalar también que el sinnúmero de inferencias que están detrás de la explicación de las causas del calentamiento hace todavía dudar a unos pocos sobre el origen antrópico –la EPA de USA lo acaba de hacer – y a otros sobre la posibilidad de controlar el clima y aprovechar sus efectos positivos (explotar minas y petróleo en el ártico). En cualquier caso el hecho es que aumenta la temperatura media constantemente, y que si sigue así nos extinguiremos. Respecto de los gases invernadero, y en particular el CO2, baste decir que nuestra contribución podría ser de 0,4% (CONAM: 2007), y digo podría, porque investigaciones recientes del IMARPE (2008) revelan que nuestro mar no es un sumidero CO2, si no más bien un productor.
4. De otro lado, como suele suceder los modelos y mediciones respecto de este asunto provienen de las academias europeas y norteamericanas, y se enfocan en sus intereses. Sin embargo, nuevas predicciones y cálculos más precisos han comenzado a llegar desde otras partes del mundo incorporándose a la discusión que sobre el tema conduce el IPCC (Foro internacional sobre el cambio climático). En Latinoamérica es Brasil el país con mayor desarrollo independiente en esta materia, seguido probablemente de Chile y Argentina. En cualquier caso tanto los registros, como los modelos de interpretación son aún un problema para entender que esta ocurriendo con el clima en nuestra región, y particularmente en el Perú; pero no hay duda que en el futuro serán base para las negociaciones internacionales.
5. Los modelos actuales señalan que será esta zona del planeta, la de los andes y la cuenca amazónica, una de las más afectadas por los cambios climáticos, y se alude al estrés hídrico y la desertificación. Las evidencias de desglaciación confirman la tendencia, sin embargo existen otros fenómenos en la región y en el hemisferio sur que complican las predicciones. El fenómeno del Niño y la oscilación sur (ENSO) es uno de ellos, la corriente de Humboldt, la transversalidad de la cordillera de los andes, la magnitud de la selva amazónica, la masa oceánica del hemisferio sur y las características del polo sur son otras.
6. Sobre la información climática nacional y regional nuestro conocimiento es aún bastante precario, ello tiene que ver no solo con la insuficiencia de nuestra infraestructura tecnológica (número de estaciones meteorológicas, no contamos con un satélite nacional) sino también con el hecho de que no se ha hecho una síntesis del saber acumulado, y con la falta de capacidad de cooperación e intercambio de información científica entre las instituciones responsables. (Situación que esperamos se resuelva con la creación del Ministerio del Ambiente).
7. De acuerdo con los meteorólogos, el fenómeno ENSO es responsable de las variaciones interanuales y la oscilación decadal del pacífico (ODP) parece válida para ciclos más largos. Los Niños se corresponden con escalas de tiempo de uno a dos años, y las ODP son del orden de 12 a 20 años (Icochea y Olivera: 2006)
8. De las 7 cuencas estudiadas para la región amazónica que comprende desde la selva del Cuzco por el sur, hasta la unión del Huallaga con el Ucayali en el norte, todas (Requena, Chazuta, Puerto Inca, Maldonadillo, Tambo, Mejorada, Pisac), salvo dos de ellas (Pisac y Mejorada), las demás tienen una alta probabilidad en el descenso de sus caudales para el periodo 2008-2099. La cuenca del Chatuza y Mejorada incrementarían su caudal. El mismo estudio señala que la cuenca de Pisac sería la menos vulnerable, mientras la de Puerto Inca sufriría ascensos de caudal de hasta 200% en los meses de agosto y septiembre.
9. En suma, no sabemos casi nada respecto de este problema y ni cómo afectará a cada una de nuestras tantas zonas de vida. ¿Qué decir entonces? Creo que lo podemos hacer es tratar de ordenar nuestras ideas sobré cómo observar el problema para estimar a mayor detalle nuestra vulnerabilidad, y al mismo tiempo pensar en lo que hay que hacer para adaptarnos, siendo conscientes que ello demanda un esfuerzo multidisciplinario e interinstitucional.
10. En cualquier caso nuestra tarea principal no será la de aportar a la disminución de GEI, sino la de mitigar sus efectos y adaptarnos. Sobre el tema de la adaptación hay dos aspectos importantes que considerar: las alternativas tecnológicas y el capital social sobre las que éstas deben organizarse. Los estadounidenses han inventado una nueva disciplina para adaptarse a los efectos el CC, la llaman geoingeniería. Los que han visto viaje a las estrellas, la guerra de las galaxias, Galáctica, o leen ciencia ficción, pueden imaginar las posibilidades de terraformación de otros planetas (1) como ejemplo de lo que se puede hacer. Paralelamente Jared Diamond (2006), en su libro Colapso, reseña innumerables experiencias de sociedades que sin éxito enfrenaron problemas ecológicos que las llevaron a su desaparición.
11. Mientras tanto los investigadores del Centre for Social and Economic Research on the Global Environment (CSERGE) estudian las reacciones sociales frente a las posibles transformaciones climáticas, y llegan a la conclusión de que en general las decisiones que toman los gobiernos frente a éstos problemas suelen ignorar a las poblaciones dispersas, alejadas y pobres, lo que en nuestro caso puede traducirse en que ignoraremos la suerte de los pequeños agricultores, campesinos y comunidades nativas, o en el mejor de los casos haremos poco por ellos, de modo que podemos esperar aumento de la migración y de los conflictos sociales en los espacios urbanos, los que a su vez verán afectados sus servicios básicos.
12. Como evidencia de la hipótesis anterior podemos tomar el debate en torno al asunto del agua para Lima tendremos una idea de la forma en la que enfrentaremos los problemas: desalinización versus manejo de la napa freática, reciclaje de las aguas servidas, o las tres, además de canon por agua a las comunidades de la sierra central. Otro ejemplo puede observarse en la competencia por este recurso entre los veraneantes del sur y los agricultores y habitantes de los pueblos de las cuencas de Chilca, Mala y Omas.
13. Las soluciones tecnológicas que se proponen frente a los problemas ecológicos son numerosas y de todo calibre, requieren de un mayor análisis sobre sus efectos en el mediano y largo plazo si lo que deseamos es una mayor sostenibilidad. Manejo de aguas subterráneas, reforestación a gran escala, recuperación de redes hídricas, lluvia artificial, selección genética para mayor adaptación de cultivos, para no hablar de sombrillas atmosféricas, o incremento de la capacidad de los océanos para procesar el CO2 (2). En nuestro medio hay también muestras precolombinas de los estados hidráulicos –según la vieja calificación de Wittfogel- relacionadas con la conservación de agua de lluvia, manejo de bofedales, pequeñas represas, sistemas de infiltración y recuperación de la napa freática, control de heladas, captación de humedad ambiental, manejo de suelos, etc.
14. Por lo que sabemos hasta ahora los Niño serán mas frecuentes, la temperatura media del aire aumentará, los cambios en la temperatura del mar parece ir a contrasentido, las lluvias se harán más intensas hacia el norte del paralelo 12° (a la altura de Lima) y disminuirán hacia el sur. En consecuencia se advierte una tendencia a la tropicalización al norte y el surgimiento de una tundra fría hacia el sur este. En el caso del sur este los efectos se amortiguan hacia la vertiente oriental donde se concentra más humedad.
15. El aumento de las temperaturas y la disminución de las lluvias en las zonas altoandinas sugieren un proceso de desertificación en curso (Avalos: 2009). De acuerdo con el modelo japonés TL959L60 MRI/JMA, trabajado por Avalos, muestran un aumento de la temperatura superior a los 2 °C por encima de los 3800 msnm. Asimismo, las lluvias se reducirían entre 10 y 30%. Es importante señalar que estas cifras están por debajo de las calculadas a partir de modelos globales que señalan incremento de las temperaturas de entre 4 y 6 °C.
Sobre el comportamiento del campesinado frente al cambo climático.
1. Los biólogos Edgar Lehr (Alemán) y Alessandro Catenazzi (Peruano) descubrieron en el 2007 una nueva especie de rana a 3 mil metros que vive en las hojarascas protegida por la humedad. Se trata de la Noblella pygmaea. Esta pequeña criatura de un centímetro, que hoy vive en Kosñipata esta amenazada por un hongo ecuatorial “Batrachochytrium dendrobatidis”, conocido asesino de otras especies de ranas. Curiosamente pasa con ella lo que parece pasó con las huestes de Huayna Cápac cuando como resultado de su campaña militar en la hoy provincia de Manabí en el Ecuador, y ayudado por el periodo de calentamiento de la época, son atacados y diezmados por una epidemia de Bartonelosis. (Pachas: 2000; ) ¿Pasará lo mismo con la agricultura campesina?
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