El cambio climático se manifiesta de diferentes maneras afectando no solo los sistemas atmosféricos y sus relaciones, sino también teniendo efecto sobre las especies vivas que pueblan el mar, la tierra y el aire. Aquellos animales que pueden desplazarse por sus propios medios siguen las corrientes o rutas que los llevan a hábitats similares, pero en la medida que lo hacen la ecología de sus nuevos espacios puede ser la causa de su expansión o de su desaparición. Las especies con menos movilidad, sea porque su falta de autonomía o por poseer capacidades que los han dotado de un mayor rango de adaptabilidad, sufren los efectos del cambio climático de manera distinta, deben “soportar” la invasión de otras especies y subsistir en las nuevas condiciones.
Estos procesos de cambio no son nuevos, ni ha sido el cambio climático su único impulsor, los humanos en nuestra expansión han sido y son grandes impulsores de los cambio. Hace poco leía un artículo que recopilaba historias sobre la presencia del oso de anteojos y los jaguares en zonas cercana a las que ahora son ciudades de grandes proporciones como Lima; y en este mismo blog hemos escrito sobre como los mosquitos y las enfermedades que portan encuentran nuevas zonas para su desarrollo en diversas partes del mundo.
Seguir la huella de estos cambios requiere de información sobre aquello que existe, sobre la flora y la fauna en las distintas regiones del planeta, y del Perú en particular. Por eso es importante el trabajo de Carmen Ulloa Ulloa, James L. Zarucchi & Blanca León: Diez años de adiciones a la flora del Perú: 1993-2003, en el que “presentan 1845 adiciones nuevas para la flora peruana: 840 taxones nuevos han sido descritos sobre la base de material peruano, 669 taxones son nuevos registros para Perú y 336 son cambios taxonómicos. El nuevo total para la flora es de 18.652 especies de espermatofitas. Se listan 480 nuevas citas bibliográficas.”
Este trabajo ha sido ampliado por el de Blanca Leon, Nigel Pitman, y José Roque, sobre las plantas endémicas del Perú “El libro rojo de las plantas endémicas del Perú”, que son la base para el desarrollo de estrategias para la conservación de biodiversidad biológica. Como señalan los autores de este texto “Los endemismos peruanos, al igual que en otras floras del occidente del trópico suramericano están vinculados a los Andes. Se reconoce un total de 5509 taxones restringidos al Perú y que corresponde a un 27,9% de la flora. Se categorizó aproximadamente el 76% de la flora endémica siguiendo los criterios y categorías de la UICN, versión 3.1: Las más amenazadas corresponden a las En Peligro (33%), En Peligro Critico (18%) y Vulnerables (10%). Los departamentos con mayor número de taxones endémicos corresponden a aquellos con territorio ubicado en las vertientes andinas, con amplio rango altitudinal y ecológico, siguiendo la tendencia general de la flora endémica peruana. Se espera que este trabajo abra las puertas a proyectos permanentes de monitoreo y protección de la flora endémica del país.”