Los investigadores Peter Adams, de la Universidad Carnegie Melon (EEUU), y Jeff Pierce, de la Universidad Dalhousie, en Halifax (Canadá), han desarrollado un modelo para comprobar la controvertida hipótesis que sostiene que los cambios en la actividad solar están influyendo en el calentamiento global en la Tierra.
La hipótesis que sometieron a prueba era que un incremento en la actividad solar reduce la nubosidad debido a modificaciones en los rayos cósmicos. Asi, como las nubes se reducen, llega más luz solar a la superficie terrestre, causando un calentamiento. Algunos escépticos sobre el cambio climático habían tratado de utilizar esta hipótesis para sugerir que los gases de efecto invernadero podían no ser los principales responsables del calentamiento global, en contra del criterio mayoritario de los científicos.
En una investigación publicada en la revista Geophysical Rsearch Letter, …
“Hasta ahora, los defensores de esta hipótesis podían aseverar que el Sol estaría causando el calentamiento global, porque no había un modelo por ordenador que realmente probara o desmintiera ese supuesto”, explicó Adamas. “El problema básico con esta hipótesis es que las variaciones solares probablemente cambian los índices de formación de nuevas partículas menos de un 30 por ciento en la atmósfera. Además, esas partículas son extremadamente pequeñas y necesitan crecer antes de que puedan afectar a las nubes. La mayoría no persiste tanto como para conseguirlo”, añadió.
Adams y Pierce consideran que la hipótesis de que el Sol afecta al calentamiento global debe ser abandonada. “Ninguna simulación por ordenador de algo tan complejo como la atmósfera podrá ser nunca perfecta”, dice. “Los defensores de la hipótesis de los rayos cósmicos tratarán probablemente de cuestionar estos resultados, pero el efecto es tan débil en nuestro modelo que resulta difícil para nosotros aceptar que su resultado básico cambie”.